La clave para vivir más y mejor, según un experto
Comer bien no solo evita enfermedades, sino también ganar vitalidad, energía y bienestar en cada etapa de la vida
Gozar de una buena salud y tener una vida longeva es uno de los mayores deseos de prácticamente todo el mundo.
Numerosos estudios coinciden en que uno de los factores clave para alcanzar una mayor longevidad es la alimentación. Lo que comemos influye directamente en la forma en que envejecemos, tanto a nivel físico como mental. Más allá de contar años, vivir mejor significa gozar de buena salud, mantener la autonomía y disfrutar de una buena calidad de vida durante más tiempo.
Uno de los aspectos más interesantes en la investigación nutricional actual es el papel de los polifenoles, compuestos antioxidantes presentes en ciertos alimentos de origen vegetal.
Según explica el popular doctor Alexandre Olmos, médico en epigenética e internista y conocido por compartir consejos de salud en Instagram, los polifenoles ayudan a combatir el estrés oxidativo, uno de los principales responsables del envejecimiento celular y de enfermedades crónicas como la diabetes, las afecciones cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Su consumo regular puede ser un aliado importante para mantenernos jóvenes por dentro y por fuera.
Alimentos ricos en polifenoles
Entre los alimentos más ricos en polifenoles destacan los frutos rojos (como arándanos, fresas o frambuesas), conocidos por su alta capacidad antioxidante. Incluirlos en la dieta diaria contribuye a proteger las células del daño causado por los radicales libres y mejora la salud cerebral, ayudando incluso a preservar la memoria con el paso del tiempo.
Otro alimento clave es el aceite de oliva virgen extra, pilar fundamental de la dieta mediterránea, considerada una de las más saludables del mundo. Este aceite no solo aporta grasas saludables, sino también una alta concentración de polifenoles que favorecen la salud cardiovascular, reducen la inflamación y protegen frente a enfermedades neurodegenerativas.
Las nueces, por su parte, son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, fibra y polifenoles. Consumidas con moderación, ayudan a reducir el colesterol malo, mejorar la función cerebral y mantener una buena salud metabólica. Además, son muy saciantes, lo que ayuda a evitar el consumo excesivo de alimentos procesados o poco saludables.
Tampoco se puede olvidar el té verde, una bebida milenaria rica en catequinas, un tipo de polifenol con efectos antiinflamatorios y protectores a nivel celular. Beber té verde de forma habitual se asocia con menor riesgo de enfermedades cardíacas, mejor metabolismo y mayor longevidad, como se ha observado en diversas poblaciones asiáticas.
Estrategia sencilla pero poderosa
Vivir más y mejor está en gran medida en nuestras manos. Adoptar una alimentación rica en alimentos naturales, frescos y llenos de compuestos bioactivos como los polifenoles es una estrategia sencilla pero poderosa para promover la salud a largo plazo. Comer bien no solo significa evitar enfermedades, sino también ganar vitalidad, energía y bienestar en cada etapa de la vida.