El corazón es el órgano encargado de impulsar nuestro cuerpo, y su bienestar depende, en gran medida, de nuestros hábitos

En una sociedad cada vez más acelerada, recordar los fundamentos de la salud cardiovascular es esencial. El cardiólogo José Abellán, que este martes fue uno de los invitados de 'Zapeando', resumió esta idea en cuatro consejos sencillos para mantener un corazón fuerte y sano.

Evitar los ultraprocesados

El doctor Abellán aseguró que los alimentos ultraprocesados son uno de los principales enemigos del corazón. Contienen altos niveles de azúcares, grasas trans, sodio y aditivos que alteran los mecanismos naturales del cuerpo.

Diversos estudios han demostrado que su consumo habitual aumenta el riesgo de hipertensión, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Abellán insistió en que "lo natural protege y lo artificial enferma", animando a priorizar frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Comer de manera consciente, cocinando en casa y evitando el abuso de productos empaquetados, es un primer paso decisivo para cuidar las arterias.

Ejercicio regular

La actividad física mejora la circulación, reduce el colesterol "malo" (LDL), eleva el "bueno" (HDL) y ayuda a controlar la presión arterial. No es necesario realizar entrenamientos extremos: basta con 30 minutos de ejercicio moderado al día, como caminar, nadar o montar en bicicleta. Abellán recordó que el sedentarismo es "el nuevo tabaco", un factor silencioso pero letal. Incorporar el ejercicio en la rutina, preferiblemente al aire libre, fortalece no solo el sistema cardiovascular, sino también el ánimo y la calidad del sueño.

Una persona practicando deporte EP

Sincronizarse con el planeta con la luz solar

Uno de los consejos del cardiólogo fue sincronizarse con el planeta. Esto significa ajustar nuestros horarios a los ciclos naturales de la luz y la oscuridad: levantarse temprano, aprovechar la luz del día y evitar actividades intensas al anochecer.

Este hábito favorece el equilibrio hormonal, regula el cortisol y mejora la salud del corazón. La cronobiología, rama que estudia los ritmos biológicos, ha demostrado que quienes respetan los ciclos naturales tienen menos riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

Dormir bien y vivir en armonía con la luz solar es, en resumen, una estrategia médica.

Relacionarse con los demás

Por último, Abellán subrayó la importancia del vínculo social. El aislamiento y la soledad crónica son factores de riesgo cardiovascular comparables al tabaquismo o la obesidad.

Compartir tiempo, reír, escuchar y sentirnos parte de una comunidad reduce el estrés, la inflamación y la presión arterial. Cuidar el corazón, en este sentido, también implica cuidar nuestras relaciones.

Hábitos sencillos

En definitiva, la salud cardiovascular no depende solo de los genes ni de los fármacos, sino de hábitos sencillos y sostenibles. Comer bien, moverse a diario, respetar los ritmos naturales y mantener conexiones humanas auténticas actúan de forma muy beneficiosa para el corazón.