Cómo saber si eres celíaco: los síntomas que deberían preocuparte

La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno.

Esta patología afecta a entre un 1 y un 2% de la población, aunque muchos casos permanecen sin diagnosticar debido a la diversidad y ambigüedad de sus síntomas. El contacto con el gluten provoca una reacción inmunitaria en el intestino delgado que daña las vellosidades intestinales, interfiriendo con la correcta absorción de nutrientes esenciales.

Síntomas comunes y su impacto

Los síntomas de la celiaquía pueden variar significativamente entre los pacientes, lo que complica su identificación temprana. Entre los más habituales se encuentran la pérdida de peso, fatiga constante y náuseas con vómitos, lo cual puede confundirse con otros trastornos digestivos o infecciones virales. También es frecuente la aparición de diarrea crónica y dolores abdominales persistentes, síntomas que afectan de manera considerable la calidad de vida de quien los padece.

Otro de los signos más característicos es la distensión abdominal, es decir, la sensación de hinchazón después de las comidas. Este síntoma suele ir acompañado de anemia, provocada por la deficiente absorción de hierro, y de pérdida de apetito, que a su vez intensifica la debilidad general.

En adultos, la celiaquía puede manifestarse en forma de osteoporosis, ya que el daño intestinal interfiere con la absorción de calcio y vitamina D. A nivel psicológico, la enfermedad también puede generar irritabilidad, apatía e incluso tristeza, síntomas que muchas veces se atribuyen erróneamente a problemas emocionales o estrés.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la celiaquía se realiza a través de análisis serológicos para detectar anticuerpos específicos y mediante una biopsia intestinal que permite observar el daño en las vellosidades.

Es fundamental que estos estudios se realicen mientras el paciente sigue consumiendo gluten, ya que la eliminación previa de esta proteína podría falsear los resultados.

Actualmente, el único tratamiento eficaz para la celiaquía es una dieta estricta sin gluten de por vida. Esta debe ser supervisada por profesionales sanitarios y nutricionistas para garantizar un aporte equilibrado de nutrientes. La exclusión del gluten permite la regeneración de la mucosa intestinal y la desaparición paulatina de los síntomas, aunque en algunos casos pueden persistir secuelas si el diagnóstico se ha retrasado.

Concienciación y detección precoz

La detección precoz es clave para evitar complicaciones a largo plazo. Por ello, es fundamental aumentar la concienciación social y médica sobre esta enfermedad, así como implementar cribados en grupos de riesgo como familiares de personas celíacas o pacientes con enfermedades autoinmunes.