El agua es esencial para la vida, ya que nuestro cuerpo depende de ella para funcionar correctamente.
Beber agua de calidad es crucial, pues garantiza una hidratación adecuada, ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos corporales, apoya la digestión, la absorción de nutrientes y la eliminación de toxinas.
Además, el agua limpia y segura previene enfermedades y mejora la salud general, contribuyendo a un sistema inmunológico fuerte. Mantenerse hidratado con agua de calidad es vital para el bienestar físico y mental, asegurando que nuestro organismo opere de manera óptima cada día.
Sin embargo, la calidad del agua del grifo está sujeta a constantes debates: ¿es seguro beber agua de grifo? La respuesta será diferente dependiendo del lugar en el que nos encontremos.
En el caso de Gipuzkoa, numerosos estudios señalan que el agua es de muy buena calidad.
Estudios de 2022 de la UPV/EHU sobre la calidad del agua potable de suministro público en Euskadi señalaron que su calidad es "muy buena".
Asimismo, y particularmente en el caso de Gipuzkoa, un estudio de la OCU en 2021 aseguró que las ciudades con mejor calidad de agua del Estado son Donostia, Burgos y Las Palmas de Gran Canaria.
Según la OCU, Donostia tiene un agua con una mineralización muy ligera y excelente en todos los parámetros de higiene y contaminación.
¿Qué es el agua potable?
Según apunta la propia OMS, agua potable es la que una persona puede llegar a beber cada día sin riesgo para su salud.
Beber agua potable de calidad es fundamental para mantener la salud. El agua limpia y segura está libre de contaminantes y microorganismos que pueden causar enfermedades.
La ingesta de agua contaminada puede llevar a problemas de salud graves, como infecciones gastrointestinales, enfermedades hepáticas y, en casos extremos, enfermedades crónicas. El acceso a agua potable de calidad reduce el riesgo de estas afecciones, promoviendo una vida más saludable y longeva.
El cuerpo humano necesita agua para funcionar correctamente. Una hidratación adecuada ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos corporales, que es crucial para la circulación sanguínea, el transporte de nutrientes y el mantenimiento de la temperatura corporal.
El agua de calidad mejora la absorción de estos nutrientes y asegura que el cuerpo opere de manera eficiente. Además, una hidratación adecuada mejora la concentración, la energía y el rendimiento físico.
Acceder a agua potable de calidad también tiene un impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente. Las fuentes de agua seguras y sostenibles promueven la equidad social, reduciendo la carga sobre las comunidades que luchan por obtener agua limpia.
Además, el uso responsable de recursos hídricos contribuye a la conservación del medio ambiente, asegurando que las futuras generaciones también puedan disfrutar de este recurso vital.
Por todo ello, beber agua potable de calidad no solo es esencial para la salud personal, sino que también beneficia a la sociedad y al medio ambiente.
Es crucial garantizar que todos tengan acceso a agua limpia y segura, para promover un bienestar integral y un futuro sostenible. Mantenerse hidratado con agua de calidad es una inversión en nuestra salud y en la salud del planeta.
