Nuestro organismo está formado en un 70% por agua y todos nuestros órganos, tejidos y funciones vitales dependen de ella para su buen funcionamiento. Por ello es tan importante hidratar nuestro organismo adecuadamente. Los expertos recomiendan ingerir dos litros de agua a lo largo del día y aseguran que hacerlo en ayunas tiene numerosos beneficios. Puedes tomarla fría, templada, caliente, con limón, con miel... Distintas opciones, pero igual de saludables.

Algunos nutricionistas aconsejan tomar uno o dos vasos de agua a primera hora de la mañana pero, eso sí, hay algo que debes tener en cuenta: tras ingerir el agua deberás esperar al menos diez minutos antes de desayunar para que tu cuerpo pueda beneficiarse de todas esas propiedades del agua. Algunos de estos beneficios son:

Mayor hidratación: El agua es esencial para mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo y prevenir la deshidratación. Ayuda a transportar nutrientes a las células y eliminar los desechos del cuerpo a través de la orina y el sudor. Asimismo, mantenerse adecuadamente hidratado puede ayudar a prevenir una variedad de enfermedades y condiciones de salud, incluyendo la hipertensión, los cálculos renales, la constipación y las infecciones del tracto urinario.

Elimina toxinas. El agua transporta los desechos fuera del organismo a través del sudor o de la orina, por lo tanto también ayuda a los riñones a eliminarlos. Así, para que exista este efecto detox, es importante que estemos correctamente hidratados.

Reduce el apetito. Tomar agua en ayunas te ayudará a controlar el apetito y a consumir menos calorías a lo largo del día. Beberla antes de cada comida también te puede ayudar a sentarte a la mesa con menos apetito.

Un hombre bebe un vaso de agua. Freepik

Pérdida de peso. Si tomas el agua fría, tu cuerpo necesitará generar calor para digerirla, lo que activará tu metabolismo y quemarás más calorías. Además, el agua te proporcionará sensación de saciedad.

Lubricación de las articulaciones: El agua actúa como un lubricante natural en las articulaciones, lo que ayuda a reducir la fricción y el desgaste entre los huesos durante el movimiento.

Digestión y absorción de nutrientes: El agua es fundamental para la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes en el tracto gastrointestinal. Ayuda a descomponer los alimentos, facilita el transporte de nutrientes a través del cuerpo y ayuda a eliminar los desechos del sistema digestivo.

Buen funcionamiento del cerebro. Cuando estamos correctamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta. Ayuda a mantener la concentración, el enfoque y la claridad mental, y puede mejorar el estado de ánimo y la función cognitiva.

Beber agua en ayunas nos ayuda a mantener la concentración, el enfoque y la claridad mental. Pexels

Regulación de la temperatura corporal: El agua ayuda a regular la temperatura corporal a través del sudor y la evaporación, lo que permite mantener una temperatura interna constante incluso en condiciones climáticas extremas.

Piel saludable: El agua es esencial para mantener la elasticidad, la hidratación y la salud general de la piel. Ayuda a eliminar toxinas del cuerpo a través del sudor y puede prevenir la sequedad y el envejecimiento prematuro de la piel.

Energía y rendimiento físico: El agua es fundamental para mantener niveles óptimos de energía y rendimiento físico. La deshidratación puede provocar fatiga, letargo y disminución del rendimiento físico y mental, mientras que una hidratación adecuada puede mejorar la resistencia y la capacidad de recuperación.