Hay un montón de cosas que hacemos a diario por pura rutina y sin pararnos a pensar si las estamos haciendo bien o mal. Una de ellas es tirar de la cadena del retrete, una acción que, aunque en principio no debería tener mayor complicación, podemos llevar toda la vida haciéndola de forma incorrecta.

Lo habitual es que después de utilizar el WC tiremos de la cadena del váter o pulsemos la descarga del agua mientras los desechos desaparecen de nuestra vista. Pues bien, si lo hacemos con la tapa levantada estaremos cometiendo un error y probablemente acabe repercutiendo en nuestra salud. Aunque la función del inodoro es eliminar eficazmente los residuos, en este proceso se va a proyectar hacia arriba y hacia afuera una parte del contenido.

Tirar de la cadena con la tapa levantada es un error. Freepik

Partículas microscópicas

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos) y publicado en la revista Scientific Reports analizó las consecuencias de tirar de la cadena con la tapa del inodoro levantada. Para ello, los científicos utilizaron dos láseres verdes y cámaras para grabar qué ocurría. 

Al apagar la luz y tirar de la cadena, gracias a los láseres se podía apreciar cómo millones de partículas microscópicas de agua viajaban a gran distancia como un aerosol. Si el tamaño de tu baño no es excesivamente grande, lo más probable es que, debido a la potencia de la descarga, aunque no te des cuenta acabes rociado por las minúsculas gotas de agua llenas de patógenos, entre los que se puede encontrar E.coli, C. difficile, norovirus y adenovirus. 

Algunos de estos gérmenes pueden permanecer en el aire hasta seis horas después de tirar de la cadena y en la taza durante decenas de descargas, lo que aumenta el riesgo potencial de exposición. 

Estas partículas, imperceptibles a la vista, salen disparadas y van mezcladas con materia fecal, orina y diversos gérmenes y bacterias. De esta forma pueden alcanzar también a objetos cercanos como paredes, alfombras, bañeras, muebles, cepillos de dientes, toallas, etc. Para evitar esto basta con bajar la tapa del retrete antes de pulsar el botón de descarga del agua y con esta sencilla acción se limitará tanto la propagación como la altura de las gotas de mayor tamaño.

Bajar la tapa del retrete evita la propagación de gérmenes. Freepik

Propagación hacia arriba y hacia atrás

John Crimaldi, catedrático de Ingeniería Civil, Medioambiental y Arquitectónica y autor principal del estudio, considera que hasta ahora "la gente ha sabido que los retretes emiten aerosoles, pero no ha podido verlos. Demostramos que se trata de un conjunto mucho más enérgico y de propagación más rápida de lo que entendían incluso las personas que lo conocían". Además, señala que "una vez que veas estos vídeos, nunca volverás a pensar en la cisterna del váter de la misma manera".

El estudio descubrió que estas partículas suspendidas en el aire salen disparadas hacia arriba y hacia atrás a velocidades de 2 metros por segundo, alcanzando los 1,5 metros por encima del inodoro en 8 segundos. Mientras que las gotas más grandes tienden a depositarse en las superficies en cuestión de segundos, las partículas más pequeñas (aerosoles de menos de 5 micras) pueden permanecer suspendidas en el aire durante varios minutos.

Por todo ello, si antes de tirar de la cadena bajas siempre la tapa del inodoro, esta actuará como un escudo protector contra los aerosoles que, aunque no los veas, están ahí y pueden comprometer tu salud.