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El mar púrpura y aroma a lavanda que guarda Burgos para quienes quieren olvidarse de bullicio

Entre bodegas romanas y portadas barrocas florecen en verano inmensos campos de lavanda en Caleruega y Cilleruelo de Arriba, capitales de esta planta aromática

El mar púrpura y aroma a lavanda que guarda Burgos para quienes quieren olvidarse de bullicioMariano Calleja

Dedicar unos días de vacaciones a contagiarse de la calma del campo, respirando aire limpio y observando la belleza sin prisas es un privilegio al alcance solo de los viajeros amantes del tiempo que pasa lento. En la provincia de Burgos se oculta uno de estos rincones que colman el espíritu de quienes prefieren vivir la calma antes que acumular kilómetros. En el centro del imaginario triángulo que forman Lerma, Santo Domingo de Silos y Aranda de Duero se encuentran Caleruega y Cilleruelo de Arriba, dos paraísos escondidos en lo que bien parece una dimensión paralela al sur del territorio burgalés.

Aquí, ajenos al turismo masivo, el bullicio y las colas para todo, florecen entre julio y agosto inmensos campos de lavanda que lo perfuman todo de tranquilidad. Paisajes en los que hacerse las fotos más bonitas del verano y en los que adentrarse para disfrutar de planes que van desde sesiones de yoga, a catas de vino y música en directo. Un mar de color púrpura que inunda el paisaje con el hogareño y relajante aroma de la planta de lavanda, un cultivo muy extendido en la comarca y que centra mucha de su actividad.

Un campo de lavanda en la localidad burgalesa de Caleruega.

LavandaFest en Caleruega

En un pequeño pueblo llamado Caleruega, incluido en la Red Nacional de Pueblos Acogedores y elegido como uno de los Pueblos Más Bonitos de España, se celebra del 11 al 13 de julio la floración de la lavanda. Aquí, en el lugar que vio nacer a Santo Domingo de Guzmán (padre en el siglo XII de la Orden de los Dominicos y motivo de que este pueblo aparezca en la Divina Comedia, escrita por Dante Alighieri a comienzos del siglo XIV), entre la naturaleza y el patrimonio que caracteriza a la Ribera del Duero burgalesa, se celebra el Lavanda Fest. Tres días en los que empaparse de planes para toda la familia y la mejor música, mientras los hermosos campos de lavanda de Caleruega pintan todo alrededor de malva intenso.

Embusteros, La Regadera y Travis Birds serán, podría decirse, los cabezas de cartel de este festival organizado por LavandAsoc, que promete repetir el éxito de la edición del año pasado. Pero más allá de la oferta musical, también se ofrece la posibilidad de conocer las bondades de este mágico lugar plagado de viñedos y bodegas, muchas de ellas con su encanto tradicional casi virgen, como la cueva-bodega horadada en la roca por los romanos en San Martín de Bañuelos.

A ello, en Caleruega se unen rutas guiadas por los campos de lavanda, talleres, espectáculos de danza y música tradicionales en la plaza de San Sebastián, sesión de baile en la calle Santo Domingo y hasta una zona foodtruck en el Parque de las Monjas, así como un mercado de artesanía en la plaza de Santo Domingo, dedicado a la protagonista de la fiesta: la lavanda.

Para quienes estas actividades les sigan pareciendo demasiado bulliciosas, pueden recogerse en la calma que ofrece una visita al monasterio de Santo Domingo de Guzmán para recorrer su claustro del románico tardío y contemplar su impresionante portada barroca. Además, para unir patrimonio y lavanda, subir al medieval Torreón de los Guzmanes para disfrutar de las mejores vistas del mar de lavanda.

Fiesta Cosecha en Cilleruelo

Cilleruelo de Arriba, un rincón de la comarca del Arlanza, es también un paraíso para los amantes de la tranquilidad y la belleza, especialmente ahora que sus campos de lavanda empiezan a florecer. Durante los meses de julio y agosto, la empresa Aire de Arlanza, especializada en productos derivados de la lavanda, organiza un montón de planes con esta planta como protagonista. Entre ellos, visitas guiadas a la destilería del pueblo y a los campos donde crece la lavanda.

Cosechando un campo de lavanda en Cilleruelo.

De esta manera, el viajero puede conocer todo el proceso, desde el cultivo de esta planta aromática que perfuma los campos al sur de la provincia de Burgos, hasta su destilación. Una visita de aproximadamente una hora en la que descubrir cómo se extraen los aceites de la lavanda con los que luego se elaboran desde ginebras o licores, a productos de alta cosmética natural entre los que hay aceites, aguas florales, perfumes o jabones. Entre los productos más novedosos que se pueden encontrar se encuentra un chocolate de lavanda que promete hacer las delicias de los amantes del cacao. Los sábados, además, se podrá disfrutar de una cata aromática: una experiencia única donde el olfato se convierte en protagonista y en el que conocer la influencia de los aromas en nuestro bienestar.

Si bien el plan de planes será el 2 de agosto, cuando se celebre la II Fiesta Cosecha de la lavanda, que promete volver a ser un derroche de buen ambiente y actividades de lo más apetecible. Desde sesiones de yoga entre lavanda, talleres florales, actividades infantiles gratuitas, catas de cerveza y vinos, jornada de puertas abiertas en la destilería y en el lagar de Santiago (bodega local) y, cómo no, música en directo para ambientarlo todo al atardecer. Además, habrá mercadillo y foodtrucks con los campos de lavanda envolviéndolo todo, incluso la Iglesia de Santa María de la Torre (siglos XVII y XVIII) y la talla de su Cristo Crucificado, que completan a la perfección unos días de descanso en este encantador escondite burgalés.