Navarra es una región de marcados contrastes, donde convergen naturaleza, historia y gastronomía para brindar una experiencia incomparable. Entre sus tesoros destaca Tierra Estella, un enclave ideal para una escapada memorable, gracias a sus paisajes pintorescos, su vasto legado histórico y su deliciosa oferta culinaria

Imagina despertarte con el sonido de los pájaros y el suave murmullo del viento entre los árboles. Eso es lo que te espera en Tierra Estella y Sierra de Urbasa, donde la paz y la tranquilidad de la naturaleza te envuelven en cada momento. Lejos del bullicio de la ciudad y las multitudes de otros destinos turísticos, aquí puedes disfrutar de un tiempo de calidad en familia, respirando aire puro y reconectando con lo que realmente importa.

¿Te apetece una aventura familiar única? Estas son las propuestas que te ofrece Navarra para conectar con la naturaleza y escapar del día a día.

Reserva Natural del Nacedero del Urederra. Francis Vaquero / Turismo de Navarra

Sumérgete en la Sierra de Urbasa

La majestuosa Sierra de Urbasa se erige como un refugio natural perfecto para aquellos que buscan una escapada de fin de semana en conexión con la naturaleza. Con su impresionante paisaje, esta sierra ofrece rutas de senderismo sencillas, así como espectaculares trazados para recorrer en bicicleta, convirtiéndose así en el destino ideal para familias que desean explorar y disfrutar juntos.

Con sus extensos bosques de hayas y abetos, así como sus imponentes acantilados y cañones, sus senderos bien señalizados permiten a las familias aventurarse en caminatas adaptadas a todos los niveles, desde recorridos cortos hasta excursiones de día completo.

Y aquí, en su corazón, se encuentra un verdadero tesoro: la Reserva Natural del Nacedero del Urederra. Este sorprendente enclave, conocido por sus aguas cristalinas y su espectacular entorno, ofrece a los visitantes una experiencia única en contacto con la belleza virgen de la naturaleza. Estas aguas, que fluyen a lo largo de arroyos serpenteantes y cascadas, crean un paisaje de ensueño que parece sacado de un cuento de hadas. 

Recuerda reservar con antelación, ya que se trata de un área protegida de gran importancia ambiental. Las autoridades locales y organizaciones de conservación trabajan arduamente para preservar este preciado ecosistema, promoviendo prácticas sostenibles.

También, podrás acercarte hasta el mirador de Ubaba, más conocido como balcón de Pilatos, en el que tendrás la oportunidad de contemplar unas imponentes y vertiginosas vistas.

Trazado de la Vía Verde del Vasco Navarro. Turismo de Navarra

Paseos por la Vía verde

Otra increíble aventura que puedes disfrutar en familia es recorrer la Vía Verde del Vasco Navarro, una antigua vía ferroviaria transformada en un encantador sendero perfecto para recorrer a pie o en bicicleta. Este trayecto, considerado como uno de los más largos del Estado por sus 123,5 kilómetros que unen Estella-Lizarra con Vitoria/Gasteiz, 27 de ellos en Navarra, ofrece la ventaja de elegir el punto de partida según las posibilidades de cada familia: Estella-Lizarra, Bergara, Oñati o Vitoria-Gasteiz.

A lo largo de este recorrido, te maravillarás con paisajes de ensueño. Desde frondosos bosques hasta vastos campos de cereal y majestuosas montañas. Sumérgete en un viaje a través del tiempo mientras conoces la historia del trenico o el cangrejero, como cariñosamente se conocía a este ferrocarril que surcó estas tierras durante más de 70 años.

Cañón del Río Ubagua

La aventura empieza en el Camping de Riezu. Un sendero lineal de 6 kilómetros te llevará al pueblo de Lezaun mientras atraviesas el majestuoso cañón del río Ubagua.

El recorrido es variado y espectacular: manantiales cristalinos, presas de agua, pasarelas de madera y hasta un emocionante puente tibetano. El paisaje cambia constantemente, con bosques de hayas y encinas, campos de trigo y las imponentes paredes de piedra del cañón, proporcionando un entorno perfecto para que los niños exploren y disfruten.

Tras la caminata, el próximo destino es la granja escuela Basabere en Lezaun. Aquí, toda la familia podrá vivir una experiencia única en contacto directo con la naturaleza.

La visita, de aproximadamente 60-90 minutos, ofrece la oportunidad de conocer a los animales de la granja y los residentes del centro de rescate de animales silvestres. Además, podrás explorar el huerto ecológico y participar en talleres sobre sostenibilidad, respeto al medio ambiente y reciclaje. Los más pequeños tendrán la oportunidad de tocar y alimentar a los animales, aprendiendo sobre sus características y hábitos en un entorno seguro y educativo.

Para cerrar el día, nada mejor que una visita a la quesería Aldaia. Aquí, Ángel Mª López Azpilicueta y los hermanos Mirentxu e Imanol San Martín Ibarra te recibirán con los brazos abiertos. Podrás conocer la txabola original en la Sierra de Andía y la moderna quesería en Lezaun, donde se elaboran sus afamados quesos. En esta quesería podrás degustar un menú completo de migas de pastor y costillas de oveja, así como saborear su queso de DO Idiazabal y aprender su proceso artesanal de elaboración. Un plan perfecto para reponer energías tras una jornada llena de actividades.

Claustro del Monasterio de Irantzu, en Abárzuza. Turismo de Navarra

Cañón del Río Irantzu

El sendero lineal del Cañón del Río Irantzu es otra magnífica actividad para disfrutar en familia. Este encantador recorrido atraviesa paisajes de praderas, bosques de robles y hayas, serpenteando junto a las esculturas naturales esculpidas por el río, donde se forman sus pozas y aguas cristalinas.

El punto de partida es el Monasterio de Santa María de Irantzu, una abadía cisterciense construida entre los siglos XII y XIV, que destaca por su belleza arquitectónica y su entorno natural. Desde este enclave, el camino sigue una ruta sencilla que asciende entre las imponentes peñas que enmarcan el cañón del río Irantzu, donde convergen varias corrientes de agua. 

Este paseo permite contemplar los efectos de la erosión fluvial en las rocas de las laderas, una muestra del antiguo curso que tomó el agua hace milenios. A lo largo del tramo, se observa un paisaje de hayedos y la presencia de un magnífico roble centenario, finalizando en el paraje conocido como Esquina de Elke.

Iglesia de San Pedro de la Rúa en Estella-Lizarra. Iñaki Tejerina / Turismo de Navarra

La ciudad del Ega

Recorrer los diferentes senderos que transcurren por Tierra Estella tiene que incluir una parada obligatoria en la Ciudad del Ega. Estella-Lizarra te transportará a la Edad Media con su hermoso casco histórico y rico patrimonio cultural, además de su legado en torno al Camino de Santiago.

Este aire jacobeo impregna cada rincón, desde los pasos de los caminantes hasta los símbolos grabados en puentes, iglesias y palacios que decoran su paisaje urbano. No es de extrañar que se la conozca como La Toledo del Norte, en honor a su riqueza arquitectónica y espiritual.

También, la herencia judía de Estella-Lizarra es otro tesoro que embellece su historia, que llegó a ser una de las más importantes, después de Tudela y Pamplona.

Entre las joyas arquitectónicas que adornan esta urbe destacan el Palacio de los Reyes de Navarra, testigo de siglos de historia y poderío real; el sereno claustro de San Pedro de la Rúa, donde el silencio invita a la contemplación; y la majestuosa portada de San Miguel, una obra maestra que cautiva con su belleza y detalle arquitectónico. Todas ellas de estilo románico. Recorrer sus calles es adentrarse en un viaje en el tiempo, donde cada piedra cuenta una historia y cada rincón guarda un secreto por descubrir.

Sabor de la tierra

En Tierra Estella, la riqueza gastronómica se despliega en una variedad de sabores y productos que reflejan la tradición culinaria de la región. Las verduras de temporada, cultivadas con esmero en los fértiles campos de la comarca, protagonizan muchos de los platos locales.

Entre las especialidades de la zona se encuentran los espárragos, los pimientos o la trufa, así como el cordero al chilindrón o el gorrín asado. En cuanto a dulces, desde las alpargatas, un pastel de hojaldre relleno de crema, hasta las rocas del Puy, unos deliciosos bombones de chocolate y avellanas. 

La tarta de Santiago, con su sabor intenso a almendra, y los sanchicos, bombones rellenos de diferentes sabores, son otras opciones que no defraudan.

Parque Natural de Urbasa y Andía Amaya Alcelay / Turismo de Navarra

Actividades de verano

Durante los meses de junio, julio y agosto, la asociación turística Tierras de Irantzu ofrece una amplia variedad de actividades ideales para disfrutar en familia. En junio, podrás explorar la región con una visita a Baku Barrikupel, donde podrás degustar un delicioso almuerzo artesano y sumergirte en la tradición local. Además, tendrás la oportunidad de descubrir los secretos de la apicultura en la Mielería Gorena, donde grandes y pequeños podrán disfrutar de una experiencia única.

En julio, las opciones de diversión en familia son numerosas. Desde visitas a bodegas locales como Bodegas Lezaun, hasta actividades al aire libre como piragüismo en el embalse de Alloz o emocionantes vuelos en parapente con cata de sales. También podrás conocer la vida rural y descubrir la historia en la Casa Museo Henri Lenaerts en Irurre.

En agosto, continúa la aventura con actividades que encantarán a toda la familia. Desde explorar el mundo de la apicultura en la mielería Eztitsu, hasta descubrir la historia de las salineras ecológicas de Salinas de Oro. Las opciones incluyen también piragüismo, vuelos en parapente y visitas a bodegas locales como las Bodegas Pacharán Azanza. Además, podrás disfrutar de la tranquilidad del Monasterio de Irantzu antes de regresar a casa con recuerdos inolvidables de tu viaje en familia a Tierras de Irantzu. Para conocer todas las actividades programadas para el verano, visita la sección de planes y agenda en www.visitnavarra.es.

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