Gipuzkoa cuenta con numerosos lugares a los que ir de excursión y aprovechar una jornada primaveral.
El territorio cuenta con una infinidad de rincones naturales ideales para disfrutar en familia o en cuadrilla.
Una de las opciones más destacadas del territorio con tiempo primaveral es realizar una excursión que incluya monte, cultura y gastronomía, y Azpeitia aúna estas tres opciones.
Paseo por Xoxote
La sierra de Izarraitz ofrece la opción de subir al monte con niños ya que cuenta con rutas sencillas a la vez que espectaculares.
Esta zona cuenta con un paseo cada vez más demandado por las familias, es el camino más corto y más fácil para llegar a Xoxote.
La ruta es muy sencilla. No tiene perdida, ya que se debe seguir un sendero entre bosque de pino y haya para salir a una pista principal. La subida es muy cómoda y sin ningún tipo de perdida.
La subida a Xoxote comienza en el aparcamiento de Attola, donde se deberán seguir las señales. Al final de la cuesta, al salir entre los árboles, se debe subir por el prado y tomar un camino de tierra. Al fondo, se podrá apreciar la borda y el pozo.
A la derecha quedarán la cruz de Kakute, y junto a Izkitturri habrá que poner rumbo a Zamaleku para entrar en un camino y seguir el cartel que señala a Xoxote, hasta llegar al refugio.
El refugio de Xoxote se encuentra en la cordillera de Izarraitz, al lado del monte Xoxote y muy cerca del monte Erlo.
Hoy en día ofrece numerosos servicios. Este es un lugar ideal para tomar algo o comer un pintxo una vez finalizado el paseo.
Santuario de Loiola
El Santuario de Loiola, ubicado cerca del centro de Azpeitia, es una de las estructuras religiosas más impresionantes y significativas dedicadas a San Ignacio de Loiola, fundador de los Jesuitas.
Miles de visitantes se acercan, cada año, hasta este municipio para visitar este complejo monumental, que no solo es un lugar de gran importancia religiosa, sino también un destino destacado para peregrinos y turistas, dada la espectacular arquitectura del edificio.
La basílica de Loiola, que fue construida en 1738, fue diseñada por el arquitecto Carlo Fontana, discípulo de Bernini, por eso se asemeja al Vaticano.
Numerosas actividades
El Santuario de Loiola no es solo un destino de peregrinación; también ofrece una variedad de actividades espirituales y culturales. Se celebran misas diarias y servicios religiosos especiales en fechas importantes del calendario jesuita.
El entorno del santuario también es muy destacado, rodeado de los verdes paisajes que caracterizan a esta zona, lo que proporciona un ambiente de gran tranquilidad.
Después de visitar este emblemático lugar, es recomendable visitar el centro de Azpeitia para disfrutar de la rica oferta gastronómica que ofrece esta localidad.