La talló el río Urrobi y su fondo ha desaparecido bajo las aguas del embalse de Itoiz. No obstante, sigue mostrando toda su belleza rocosa en los cincuenta metros de altura de sus cantiles hacia los que las rapaces muestran su querencia. Como un ave buscamos una atalaya para observarla en plenitud desde el pueblo abandonado de Osa. Desde esta península sobre las aguas, nos asomamos a la foz o Potxe de Txintxurrenea, que uniera a lo largo de 1.300 metros las localidades de Nagore y Orbaiz, esta última desaparecida bajo las aguas.
Realizaremos un largo sendero, pero sin dificultad, salvo el tiempo necesario para recorrerlo, que además tiene una excepcional recompensa como son las vistas del Potxe de Txintxurrenea, una reserva natural cuyo roquedo está envuelto de un denso carrascal salpicado de arces y quejigos y tupidos arbustos de boj, madroño y espino albar entre otros y se refugia el gato montés y el pito negro, ave forestal que tiene en estos territorios sus últimos bastiones meridionales navarros.
Frente a Nagore, pueblo situado a orillas del embalse, se halla la ermita de Santa María de Arce. Un bello templo rural, declarado un Bien de Interés Cultural, que bien merece una mirada por su originaria hechura románica y los bellos detalles tallados en los capiteles de su portada de medio punto, rematada con ajedrezado de estilo jaqués, ventanas y canecillos. Pertenecía al palacio que fuera sede del señorío que dio nombre al valle. Construido en el siglo XI y asociado a la rica vega llegó a disponer de campos de labranza, bosques y viñedos. Su ubicación, un poco más abajo de la ermita, junto a un cruce de caminos todavía muestra restos de sus ventanas medievales. Se ubica sobre un asentamiento romano, ya que está al pie de la calzada romana que existió para la explotación de las numerosas minas existentes en los márgenes de los ríos Urrobi e Irati, y estuvo habitado hasta 1960.
Comienza el itinerario siguiendo las indicaciones del sendero PR-NA 26 hacia el mirador de las foces. Se acerca a la regata de Itzaga y después asciende con la referencia de una pista que se puede seguir indistintamente en algunos tramos, hasta la divisoria de aguas de la loma entre pinos royo o silvestre y las señales del sendero de corto recorrido.
Rodeados de buenos ejemplares de pinos, con variado sotobosque de espinos, boj y enebros, seguimos la pista en lo más alto de la península, divisoria de las dos lenguas septentrionales del agua que rellena el embalse de Irati. Al paso surgirán los primeros palomares o puestos elevados utilizados para cazar a la paloma bravía. Pasamos por un cruce al mirador del Potxe pero será una recompensa que dejaremos para el tramo de regreso pues el recorrido sigue el mismo trayecto de ida y vuelta.
En el cielo divisamos buitres leonados, alimoches y al halcón peregrino; con un poco de suerte, la elegancia inconfundible del águila real. El sonido de las ruidosas chovas piquirrojas nos resitúa para, siguiendo hacia el sur, acabar desembocando en la pista que lleva hasta el abandonado pueblo de Osa. Los campos de cultivo, hoy tapizados de avena salvaje y salpicados de encinas solitarias, nos anuncian su proximidad.
Serán los restos de su iglesia de San Román lo que primero surja a la vista. Muros derruidos con una saetera y ventana, y los restos de una notable casona palacio son el aspecto visible y nostálgico de este pueblo a 755 metros de altitud que es un excepcional mirador. Antaño se asomaba sobre los valles de Artzibar y Longida, y en la actualidad ofrece un panorama excepcional sobre el embalse. Deja el Potxe de Txinturrenea a la derecha, abriéndose agreste con sus roquedos llenos de cavidades y repisas que tanto gustan a las rapaces que lo habitan. Ahora se entiende su denominación de potxe o fortín natural.
Desde el pueblo deshabitado y siguiendo hacia el potxevemos los restos de una antigua carretera que en breve se hace pista entre antiguos campos de labor. Las vistas de la zona más elevada de la foz así como la cabecera del barranco de Txinturrenea acompañan este tramo circular, que recorre la punta de la península y forma parte del retorno antes reencontrar el alto de la loma y el sendero traído.
Ahora sí, al llegar a la desviación del mirador de la foz, caminamos entre los pinos, por una pista de saca de madera, para obtener otro panorama más septentrional del potxe y, a la vez, del pueblo de Nagore. El sendero es el realizado por el camino de las palomeras, y en el alto de Muniain tomamos la pista a la izquierda que desciende hacia Artzi [Arce].
Ficha práctica
- Tipo de recorrido. Ida y vuelta de dificultad media.
- Punto de partida. Iglesia de Santa María de Artzi junto a carretera NA-2040.
- Distancia. 12 km.
- Tiempo. 4 h.
No te puedes perder. Nos acercaremos a Aoiz, a su puente, de factura medieval, con sus cuatro arcos de diferente tamaño que lo hacen de perfil esbelto, en sus diez metros de altura, y de aspecto enorme sobre el río Irati. Sus tajamares están situados de manera que, a contracorriente, detuvieran la fuerza del río y con ello permitiera la llegada de los troncos provenientes de la explotación maderera río arriba. Sus sesenta y cuatro metros son a la vez paso obligado de la Cañada Real Milagro-Aezkoa recorrida por los pastores aezkoanos camino del valle del Ebro.
En el casco urbano se conservan imponentes casonas de sillar con blasones, portadas apuntadas y ventanas barrocas. Destaca la casa renacentista de los Argamasilla de la Cerda, frente a la iglesia parroquial de San Miguel que alberga dos imágenes, la Virgen con el niño y el Crucificado, de Juan de Anchieta,notable escultor renacentista cuyas obras pueden ser admiradas también en las catedrales de Jaca e Iruñea.
RUTAS POR EUSKAL HERRIA
NAVARRA Potxe de Txintxurrenea
Del libro Rutas a foces, gargantas y desfiladeros de Juan Carlos Muñoz y Mar Ramírez
Editorial: Sua Edizioak