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Orio y Zierbena se citan en la batalla final por la Bandera de la Concha

Ambas embarcaciones llegan a la segunda jornada de La Concha separados por diez centésimas, y con Urdaibai a seis segundos

Orio y Zierbena se citan en la batalla final por la Bandera de la ConchaJavi Colmenero

Si uno piensa qué se puede hacer en diez centésimas, sin darle vueltas a la cabeza, apenas se le ocurren cosas. Un parpadeo rondará ese tiempo, poco más. Pero al fin y al cabo es tiempo, una fracción de tiempo diminuta que puede marcar la línea entre la alegría y la tristeza, entre conseguir la gloria y no hacerlo. Nunca jamás se había visto en la Bandera de la Concha, desde 1896 que se disputa a dos jornadas, una diferencia tan escasa entre el primer domingo y el segunda, y será difícil que se vuelva a ver. Desde 1974 no se veía una renta tan mínima, y fue de dos décimas, el doble que en esta edición. Diferencias tan escasas en una prueba en la que entran en juego infinidad de factores son como ver una estrella fugaz, solo que el deseo ya se ha cumplido: la emoción va a estar hasta las topes en la segunda jornada del título más preciado de un Cantábrico que busca rey en la bahía de Donostia. Hoy el muelle va a vestir sus mejores galas, una amalgama de colores mezclados que dejarán la batalla en el agua, y llevarán un ambiente festivo, con más felicidad para alguna afición, a todos los rincones aledaños al puerto de la capital guipuzcoana. Cita ineludible.

Desventaja mínima para la San Nikolas

Zierbena llega a la cita con esa ínfima ventaja de una décima sobre Orio, que sigue siendo la gran favorita. Le avala todo el curso, y también la regata del pasado domingo, que ganó por casi tres segundos, pero una sanción que nada tuvo que ver con lo más puramente deportivo hace que los galipos partan con esa escasa renta a su favor. Los galipos están acabando el curso a un nivel alto, y sin cupos como era de esperar han elevado sus prestaciones. Los de Iker Zabala han mostrado su poderío durante todo el año, pero La Concha es endiablada y tiene vida propia. Tanto que incluso Bermeo, con la misma casuística de Zierbena, está a seis segundos. No parece que vaya a ser una pelea a tres bandas, los aguiluchos y los de Dani Pérez durante todo el año han estado un peldaño por encima. ¿Pero y si acaba siéndolo?

Lo normal, porque si no la bahía puede implosionar, es que el que gane la regata se lleve la bandera. Si la San Nikolas se lleva la regata pero por menos de una décima se puede ir bajando la persiana porque ya lo habríamos visto todo. O casi todo, el remo sigue vivo y afortunadamente sigue sorprendiendo. Por decirlo todo, y desfibrilador mediante, a Zierbena le valdría. La Bou Bizkaia no va a ceder y va a salir en busca de revalidar el título. Junto a ellas estará Donostiarra, la embarcación anfitriona, que no tuvo suerte con la tanda la semana pasada y está fuera de la pelea por el título. Querrá acabar con buen sabor de boca en sus aguas

Getaria y Hondarribia favoritas en la primera tanda

La sesión en la primera tanda la abrirán Getaria, Hondarribia, San Juan e Isuntza. Hay que repetirlo, La Concha tiene sus peculiaridades y puede pasar cualquier cosa, pero el principal aliciente es ver quién logra llevarse la quinta posición en la clasificación final, y esa pelea en un principio está entre la Esperantza y los de Mikel Orbañanos, separados por un solo segundo en la primera jornada, partiendo en tandas diferentes. La Erreka acabó a 14 segundos y durante el año ha sacado a relucir su potencial en varias ocasiones, especialmente en popare. Esto no quita que la diferencia sea grande, más aún viendo durante la temporada que Getaria y Hondarribia se han mostrado como las principales dominadoras de la segunda tanda en liga.

Todo millenial aficionado al automovilismo seguramente tenga grabado a fuego aquello de “si parpadean se lo van a perder” que tantas veces se escuchó en los 2000, en otro deporte que tanta importancia le da al cronómetro como la Formula 1. Ese parpadeo son diez centésimas, a las 12:00 queda terminantemente prohibido mover un solo músculo. Como detalle, de ganar Orio sería su victoria número 33. No hay mayor ansia que conseguir que se repita ese “numerín”.