Era cuestión de tiempo que lo certificarán y llegó el sábado: Arraun Lagunak revalidó el título de liga. Voy a decir una obviedad, imagino que está usted muy contento.
Estoy muy feliz, tengo una sonrisa permanente. Las remeras se lo merecían porque han hecho un trabajo en invierno exageradamente fuerte, nos hemos exigido mucho y esta recompensa es el premio a todo ese sacrificio. Estoy contento de ver al equipo feliz. Ha merecido la pena todo ese trabajo.
No se puede decir que no sea un título merecido, al final al nivel que están ustedes es muy difícil batirles.
Hemos tenido días complicados en los que otras traineras se nos han acercado, pero los hemos solventado bien. Todas las regatas al final las hemos ganado por un mínimo de seis o siete segundos. Me ha dado mucha seguridad el bote, algunos días hemos tenido más suerte con las calles y otras menos, pero las hemos hecho buenas. El equipo ha sabido hacer la lectura correcta, ha sabido apretar bien y estoy muy contento de este vestuario. Cualquier entrenador soñaría con esto. Nos está saliendo muy bien todo gracias al esfuerzo que están poniendo ellas y a que están sabiendo leer bien las regatas
¿Dónde ha estado la clave de esta temporada? Entiendo que semejante dominio no es una cuestión de suerte.
Mantener el bloque fue muy importante, y también la actitud de las remeras. El año pasado ya ganamos, pero ellas querían más. Ese querer crecer se está viendo ahora. Me han demostrado desde el primer entrenamiento que querían algo más. Tienen mucha confianza en el trabajo que estamos realizando el staff técnico y saben que siempre vamos a intentar mejorar, se lo pedimos y ellas están dispuestas a hacerlo. Además, la solidez que nos da el propio club que se fija ya solo en nosotras, en lo que es el equipo femenino, también nos ayuda. Entre todos hemos sabido dar en la tecla adecuada, pero la unión del vestuario ha sido la mayor fuerza.
¿Esperaban semejante superioridad con respecto al resto de embarcaciones?
Yo no me veo superior a nadie. Veo que podemos tener un poco más, sí, pero no superior. Hay que respetar a todas las traineras. Pero sí lo estamos haciendo bien, esa solidez nos está dando la insistencia en hacer bien las cosas, el tener paciencia, el leer bien la regata, el unirse en momentos duros y el atacar cuando había que atacar. Pero superioridad no he visto. Lo que sí veía es que tenía un equipo muy potente ya en invierno. En los descensos veía que sin apenas apretar llegábamos a los números de las demás embarcaciones y me parecía que estábamos haciendo las cosas muy bien. Eso me daba la tranquilidad de saber que íbamos en el buen camino. En junio igual no pensábamos andar tanto, pero la temporada empezó bien, solventamos el Campeonato de Gipuzkoa y eso fue un salto de confianza. Eso junto al trabajo que estábamos haciendo nos daba para pensar que íbamos a ir a más. Siempre vamos a intentar ir a más en lo que nos queda, tanto en Zarautz como en la Bandera de La Concha. Eso no quiere decir que vayamos a ganar, pero vamos a estar a un nivel muy bueno y la gente está con muchísimas ganas.
¿En qué momento se dieron cuenta de que la liga ya iba a ser para ustedes?
Se veía durante la liga, estábamos haciendo dobletes, sábados y domingos. Cuando vas ganando muchas regatas sí piensas que mucho tiene que cambiar la situación. Además tú vas cogiendo confianza y te vienes arriba por el trabajo que estás haciendo. Sí piensas que puede cambiar en cualquier momento, pero cada día lo veíamos más seguro. Internamente igual sí lo veíamos pero nadie ha expresado que la liga era nuestra en ningún momento hasta el sábado en Hondarribia cuando ya la ganamos. Tampoco lo hemos celebrado exageradamente, más allá de algún cántico en la trainera, pero lo haremos el próximo domingo. Por respeto y por educación hay que hacerlo cuando ya se gana y cuando esté todo acabado. El equipo yo creo que interiormente sí se lo creía. Llegas a la sexta jornada con seis triunfos y la gente sí que comentaba que podía ser un año histórico. Y lo está siendo.
A mitad de temporada entrevisté a su patrona, Andrea Astudillo, y me comentó que la pretemporada de Arraun Lagunak no fue fácil, que incluso su hijo tuvo que echar algún día una mano en los entrenamientos. La trainera va rápido, pero no ha sido un camino de rosas.
No ha sido nada fácil. Hemos entrenado mucho en tierra, mucho trabajo de gimnasio y de ergómetro. Por un motivo o por otro, por temas de estudio o de trabajo, nos ha costado completar la trainera. Muchas veces hemos tenido que salir con doce o, efectivamente, con mi hijo echándonos una mano. Pero si todos queremos trabajar, todos tenemos las cosas claras y vamos con el mismo objetivo puedes trabajarlo muy bien en tierra. Luego nos faltarán kilómetros en el agua, sí, pero gracias a mantener el bloque del año pasado podía tener esa confianza de que ya les conocía y que sabía cómo podían rendir en el agua. El trabajo de tierra por parte de ellas ha sido muy bueno, muchas han tenido que entrenar individualmente, y es muy difícil entrenar así sabiendo que luego tienes que hacer un trabajo colectivo, y lo han hecho muy bien. En ese aspecto tengo que dar a todas un diez. Entrenan muchas horas solas, aunque intento siempre buscar grupos. Pero a las ocho de la mañana en invierno siempre hay cinco o seis remeras entrenando todas las mañanas, que estudian y que prefieren hacerlo así. Hay gente que les ve entrenando y me dicen “tu equipo está loco, a las ocho de la mañana y tirando como están tirando”. Esta es la recompensa. Todas esas horas que hemos sufrido nos han venido bien.
Han ganado todas y cada una de las regatas que han disputado. ¿Qué le dice eso?
Siempre le digo al equipo que no lo valoramos, porque en seis días hay otra regata y no te da tiempo para pensar. Entre nosotras, cuando nos sentamos y empiezo la charla, siempre les digo lo mismo: “no sabéis lo que estáis haciendo”. Yo mismo he sido remero, he tenido muy buenas temporadas y jamás he conseguido esto. Estamos hablando de catorce regatas de liga, pero también hay tres campeonatos previos. Y en el Campeonato de Gipuzkoa, por ejemplo, estás con las líderes, con las que te has pegado toda la temporada. Ganar esas diecisiete regatas seguidas es una burrada, es una pasada. ¿Hemos tenido algún día de flaqueza? Sí, pero lo hemos solventado. ¿Hemos tenido mala calle? También, pero lo hemos solventado. En el remo quitas la liga, que ya la tenemos, quitas Zarautz y quitas la Bandera de La Concha y algo te va a faltar, el postre igual no es tan dulce. Pero pase lo que pase es un temporadón extraordinario e histórico. ¿Que nos falta la guinda? Pues igual nos puede faltar, pero tenemos plena confianza en que vamos a hacerlo muy bien.
Para lograr ese pleno en liga les quedan solo dos regatas, las dos de Zarautz. No sería mal lugar para lograr ese hito de conseguir todas las victorias del curso.
Pero no tenemos ningún tipo de presión. Vamos bandera a bandera, queremos ganar en Zarautz porque es una bandera importante. No me importaría perder una jornada y ganar la bandera, no creo que manche la temporada. O no ganar ninguna jornada de la Bandera de La Concha y ganar la bandera. La temporada está suficientemente marcada en oro, pero la queremos cerrar bien, darle ese brillo. Pero creo que al equipo no se le puede sacar más. Pueden pasar mil cosas: lesiones, enfermedades… dependes también un poco de esa suerte, no solo de nosotras.
Tengo la duda de si su trainera, que desde fuera parece perfecta, se ha equivocado en algo durante alguna regata o si algún día vio peligrar la victoria
Por supuesto que he visto peligrar la victoria. Los tres primeros minutos de regata de Orio no me gustaron, precedidos también por otros motivos. Esa es la regata en la que más he visto peligrar la victoria. Peligro hay en todas, pero esa me llamó la atención porque no cogimos remada y en esa regata sí me quedé con esa mala leche que tienes como entrenador de que tu equipo no está dando el 100%.
Supongo que empieza a mirar a la Bandera de La Concha y que sabe que parten como favoritas y que es algo que tienen asumido.
El equipo lo tiene asumido, no nos tiene que temblar el pulso. El año pasado también éramos uno de los favoritos y los últimos cuatro años estamos siempre en la pelea, Arraun Lagunak ha dado un salto impresionante en el remo femenino y todos los años estamos ahí. No le tiene que pillar de sorpresa ni a mí ni a nadie que alguien diga que Arraun Lagunak es la favorita para ganar la Bandera de La Concha. No creo que haya ningún tipo de duda. Nosotras queremos dar nuestro 100%, y si lo damos y nos ganan pues hay que felicitar y reconocer que hay alguien mejor, pero que nosotras lo demos todo.
Ya van seis ligas para usted como entrenador, y, en caso de ganar y sabiendo que es muy difícil, sería también su sexta Bandera de La Concha. Se dice pronto…
Es un placer estar en los equipos en los que he estado. Disfruto del remo, y si encima tienes resultados pues disfrutas más. Este año sería idóneo para decir que hasta aquí he llegado y que se acabó el remo para mí, pero es que lo estoy disfrutando un montón, estoy gozándolo y ahí queda el palmarés. Pero yo siempre miro hacia adelante y ya estoy pensando en cosas para la siguiente temporada. Esto no para, aquí no hay desconexión nunca, los entrenadores menos aún. Yo solo intento tranquilizar al equipo, el palmarés ahí estará y no le doy mayor importancia, el día que me retire disfrutaré de todo lo que he logrado pero más aún de los vestuarios que he tenido. Cuando me retire, lo que me quedará será acordarme de vestuarios como el que tengo ahora porque estoy muy ilusionado de ir a entrenar y juntarme con las remeras porque disfruto todos los días. Noto que el equipo confía en mí, ellas están enchufadas y como entrenador lo estoy gozando en plenitud. No solo por los tiempos y los resultados, sino por la forma de trabajar del equipo y la unión que hay entre todo el equipo.