La regata de Ondarroa de 2022 quedará marcada en la historia de la Antiguako Ama, en la memoria de aquellos remeros que formaron parte de la tripulación y de todos aquellos aficionados ondarrutarras que llenaron la localidad y sus aguas para apoyar a su trainera y verla triunfar de manera totalmente inesperada. El objetivo era vencer a sus rivales directos y dar otro paso más en su pugna por evitar el play-off. Los ondarrutarras celebraron con rabia el triunfo conseguido y se marcharon con la sensación de la tarea bien realizada. Pero entonces el viento empezó a soplar con más fuerza y la corriente cada vez empezó a tener más efecto debido a esa ría tan bien conocida por los ondarrutarras. Se podía pescar algo más que una victoria en la tanda, comenzaba la tensa espera.

“Estaba mirando a la mar, viendo que las corrientes cada vez eran más fuertes y el viento parecía que no bajaba. Al primero de la segunda tanda le metimos más de 20 segundos y la corriente cada vez tenía más fuerza. Ahí ya pensaba que podíamos llevarnos la bandera”, cuenta el entrenador Iñaki Errasti, que reconoce que fue difícil permanecer tranquilo en el último largo de Urdaibai, segundo clasificado: “No nos recortaban y en los últimos metros la influencia de la ría es mayor. Ahí se veía que la distancia iba a más y pensé que ya no se nos podía escapar. Pero hasta que se cumpliera nuestro tiempo había que mantener la calma y cuando vimos que era nuestra fue una explosión de alegría enorme”, apostilla el guipuzcoano, de Aginaga.

La victoria cumplió con todos los ingredientes para ser perfecta. “La bandera del pueblo, en fiestas, tanta gente viendo la regata en embarcaciones y en tierra… fue una pasada”, apunta Errasti. Ondarroa consiguió ganar en la regata de casa de una manera completamente inesperada y la emoción fue evidente en todos los remeros. Aunque la fiesta no estuvo solo en el agua. La llegada a tierra, con la bandera en su poder, fue un momento mágico para todos los presentes. “Cuando recogimos la bandera había mucha gente en el puerto, en piragua, en paddle surf… teníamos un montón de embarcaciones alrededor. Luego, entrando por la ría al club, entre el puente Calatrava y el que acaban de renovar estaba todo lleno de gente. Fue un momento que no se nos va a olvidar”, afirma el de Aginaga.

La victoria también tuvo otro premio, uno no tan simbólico, pero igual más importante de cara al futuro del club. Un buen puñado de puntos que dejó a Ondarroa fuera del play-off de descenso. “Se ve que el equipo está mejorando y es lo que más tranquilidad me da. La trainera cada vez va a mejor y llegamos a la parte más importante de la temporada en una línea ascendente”, analiza el entrenador guipuzcoano. – N.G.