Donostia – ¿Cómo sienta ser campeonas?

–Todavía lo estoy asimilando. Como no ha terminado aún la liga aún me cuesta creérmelo. Sé que matemáticamente hemos ganado pero es que queda aún una regata tan importante como la de Zarautz. Todavía estamos con ganas de dar más guerra y de seguir trabajando como hasta ahora porque sabemos que las rivales están a muy buen nivel y aunque hayamos ganado no podemos relajarnos nada.

¿Qué tal fue el recibimiento del domingo en Orio? Tienen al pueblo volcado con la ‘Txiki’.

–Los recibimientos siempre son especiales. Sentir el apoyo del pueblo y de los que sienten el color amarillo para nosotras es impresionante. Es que no sé ni cómo describirlo. Sentir que tienes ese apoyo y que siempre están contigo aunque pierdas las regatas es importante. Esos ánimos nos dan fuerzas para seguir trabajando como lo estamos haciendo y poder ofrecerles la bandera es agradecimiento por ese apoyo.

¿Dónde ha estado el secreto para lograr el título de una manera tan holgada?

–Nosotras lo que hacemos es trabajar y además tenemos muy buena relación entre las compañeras, entrenadores, preparadores, fisioterapeutas y médicos. Tenemos muy buen ambiente y trabajar así todo el año, que en invierno siempre es duro, te ayuda a seguir. Si en los momentos difíciles tienes el apoyo de tu gente es impresionante. Trabajar con un equipo tan profesional te hace más fácil el camino.

¿Esperaban semejante dominio? Apenas han cedido en dos regatas, los números son impresionantes.

–Nosotras no miramos tanto los números, vamos regata a regata porque sabemos que el nivel que hay es muy exigente. No miramos hacia atrás y no nos conformamos con lo que hemos conseguido, un deportista siempre quiere más. Vamos regata a regata y entrenamiento a entrenamiento intentando sacar el mejor rendimiento a todo lo que hacemos y si eso nos ha dado resultado pues evidentemente estamos contentas, pero aún faltan las de Zarautz y no nos conformamos con lo conseguido hasta ahora.

Para usted es el tercer título. ¿Es algo especial o lo toma con naturalidad?

–Siempre es especial. El domingo me decían que por qué lloraba. ¡Pues porque hemos ganado la liga! Cada regata, cada liga y cada momento que pasas con el equipo es especial. Si nos veis llorar en una regata no es simplemente porque hayamos ganado, que también, pero es también porque te acuerdas de los momentos más difíciles, de compañeras que han estado aquí y que han quedado fuera, de la familia... te acuerdas de todo en ese momento y te derrumbas de felicidad. El domingo justo lo estuvimos comentando, nos echamos una llorera de campeonato pero era por un cúmulo de cosas. Yo me acordaba de todo, del invierno, de todos los momentos duros que hemos pasado, de años anteriores o de compañeras que ya no están en el equipo. No deja de ser algo muy especial por ser la tercera liga.

¿Cómo vivieron ese final de regata y esos instantes en los que estaban esperando la ‘foto-finish’?

–Nosotras estábamos muertas después de dar el 100%. Estábamos esperando a ver que nos decía Nadeth (Agirre) que es la que tiene el contacto con la directiva, los jueces y el entrenador. Estás muerta y estás esperando el resultado, ¡pero es que no te puedes poner ni tan siquiera nerviosa porque estás muerta, nos costaba hasta celebrarlo! Estuvimos a la espera, si ganaba Arraun Lagunak significaba que habían hecho un regatón, igual que nosotras, y hubiera sido una victoria justa para ambas traineras. En este nivel te esperas cualquier cosa.

Ocho victorias consecutivas, diez en total. Lo que no se puede decir es que haya habido un momento de relajación.

–Es un número que impone bastante y dices “ostras, mira lo que hemos conseguido”, pero no hay momento para relajarse y siempre quieres dar lo mejor de ti. Te cuidas mucho, miras mucho la alimentación, intentas como sea no enfermarte… pones todos tus esfuerzos para intentar alargar lo máximo posible los momentos buenos de los entrenamientos y las regatas, y la mejor manera es ayudándonos tanto en el agua como fuera alargando los mejores momentos. También tenemos momentos malos, entonces no hay momento de relajación y tienes que dar lo máximo hasta la última regata.

¿Cuánto ha tenido que ver la llegada de Patxi Francés para la consecución del título?

–Hemos estado seis años muy importantes con Xanti (Zabaleta), para nosotras ha sido un gran referente y nos ha llevado al nivel en el que estamos. Un cambio de entrenador o un cambio del equipo es un cambio de ciclo y te puede traer frescura. Al final una transición suele traer partes positivas y negativas y Patxi es un entrenador muy exigente, igual que lo era Xanti, los dos han sacado lo mejor de nosotras y nos exigen un montón, pero también son muy humanos y tienen un corazón enorme. Siempre han estado y están para lo que necesitemos tanto para la parte deportiva como para la personal, siempre intentan estar para dar lo mejor de ellos y seguir con la era marcada antes no era fácil. Tener a dos entrenadores de tan buen nivel es un honor para nosotras y los resultados hablan por sí solos.

¿Están ya mirando a los dos primeros fines de semana de septiembre? Es verdad que queda una regata histórica como Zarautz pero imagino que con la liga ganada es difícil no mirar aunque sea de reojo a la Bandera de La Concha.

–¡Siempre miras de reojo a la Concha! Cuando empiezas a entrenar siempre la tienes como objetivo. Quieras que no aunque vayas regata a regata durante toda la temporada el premio más importante para un remero es La Concha. Siempre tienes esa bandera en la cabeza.

Si la ganaran Orio conseguiría su tercer doblete, y en los tres ha estado usted. Desde fuera al menos suena increíble.

–Desde fuera y desde dentro. Han sido años duros de trabajo. Ahora se ven los resultados pero hemos luchado mucho para estar adelante y ahora a veces no nos damos cuenta de lo difícil que ha sido estar aquí. Sabemos que los rivales estarán a tope, que no nos podemos relajar y conseguir ese doblete sería increíble. Para mí como remera sería un sueño, más aún haciéndolo con mi equipo y mis colores. lN