Donostia. Hoy no habrá ni bandera, ni premios, ni una única trainera ganadora, sino siete. Sin embargo, la clasificatoria de la Bandera de La Concha (18.00 horas; ETB-1, 17.30 horas) es la regata más importante del verano. Da igual ocupar la primera plaza, que la séptima. Pero no más allá. De la séptima a la octava se abre un abismo por el que se precipitan ilusiones, planificaciones, sueños y objetivos. El reto es atravesar una de las siete puertas tras las que espera la Donostiarra. Pero cinco lucen un candado que no se abrirá salvo que reviente.Si no hay sorpresas se deberían clasificar las siete primeras de la Liga San Miguel. Para la cátedra, la tanda de honor de la ACT Kaiku, Urdaibai, Hondarribia y San Juan más Tirán enorme en agosto, salvarán la criba de hoy. Las dudas emergen con las dos embarcaciones cántabras, Pedreña y Astillero, que tratarán de no emular a Castro, que en 2010 firmó uno de los últimos grandes varapalos. Y a partir de ahí, es cuestión de cerrar los ojos y dejarse llevar con las opciones de Castro, de Orio, de Camargo, de Zumaia, de Portugalete, de Amegrove o de, sobre todo, San Pedro, la más firme candidata a saltar la banca.
Olas de medio metro La mar será casi un plato. No uno llano, pero no pasará de uno hondo. Las olas de medio metro no brindarán el espectáculo de la pasada edición, con varias guiñadas tremendas, como la que eliminó a la Libia a la altura de la isla. El viento tampoco será determinante, aunque alguna racha podría superar los 15 km/h. En cualquier caso, tendrán más incidencia los vatios que muevan cada tripulación, que la escasa mar prevista. Para el domingo sí se anuncian olas de más de metro y medio. Otra cosa.
Y si de calidad se trata, Kaiku es la clara favorita. Salvo un quinto, un sexto y un séptimo puestos, siempre ha estado entre las cuatro primeras plazas en la liga ocho victorias y en los campeonatos. Urdaibai pinchó en Portugalete excluidos y el pasado sábado en Orio octavos. Solo las irregulares rías de Camargo y Portugalete bajaron a San Juan por debajo del séptimo puesto, al igual que sucedió con Hondarribia en Moaña, donde un día después ganó tras protagonizar una sorpresa que con el tiempo dejó de serlo.
Los dos lunares de Pedreña y Tirán datan también de julio. La Ruly cotiza al alza y, aunque sin exquisiteces, la Marina de Cudeyo ha logrado la regularidad que no siempre ha podido. Es lo que le ha faltado a Astillero en agosto, tras un julio que lució como aspirante a todo. Aunque las cargas de trabajo de la San José XIV estaban enfocadas a llegar en plenitud hoy, no antes, sus novenos puestos en dos de las tres últimas regatas son los clavos a los que se agarran embarcaciones menos potentes.
Como San Pedro, que saca pecho en contrarrelojes como la de hoy fue quinta en Bilbao y Pasaia. Si suelta su regata, como ha hecho cada vez que no ha tenido un rival al lado, la Libia no estará lejos. Incluso, dentro.
El pase de alguno de los otros botes ACT Castro, Zumaia, Camargo y Orio, sería un sorpresón, aunque ¿quién descarta a Orio tras veinte clasificaciones seguidas y su meritoria regata en Castro? Quizá parezca lo contrario, pero a los aguiluchos se les ha disparado la moral y, sobre todo, la fe para resarcir su orgullo herido. Si han dado con la tecla, ojo.
Al resto no se les espera dentro. Portugalete ha dominado la ARC-1, recordando a Kaiku en 2008 y Astillero en 2009, que no asomaron luego en La Concha. Amegrove arrasó en la Liga Galega y en el estatal mostró un buen nivel, pero tienen que fallar tantas y hay siete tan favoritas... Pero hay que remar.