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Los vikingos asaltan a los piratas

Hondarribia sorprende en Moaña con diez segundos sobre astillero, líder de la ligaLos hondarribiarras dominaron la tanda inicial y San Juan, la segunda; Urdaibai y Kaiku lamentaron el viento

moaña. Los piratas campaban a sus anchas por los mares y rías de la Liga San Miguel. Allá donde iban, arrasaban con todo. El saqueo de victorias no parecía tener fin ante el poderío que mostraban los galeones de Urdaibai, Kaiku y Astillero, las tres naves con la carabela y las dos tibias por bandera. Los de Bermeo lo hicieron en Camargo y en Moaña, los de Sestao, en Bilbao; y todo hacía apuntar a que los de El Astillero se llevarían ayer el otro botín moañés. Sin embargo, desde las aguas más orientales, una nao vikinga emergió por sorpresa para desvalijar a los bucaneros, que no tuvieron capacidad de respuesta. Es cierto que se levantó algo más de viento en la tanda de honor, pero nada de lo que pasó en el agua habría sido posible si Hondarribia no lo borda en su manga, en la que distanció en 19 segundos a Pedreña y en 26 a Orio. Así llegó el botín de la Bandera Opirata.com para la Ama Guadalupekoa.

Los hondarribiarras demostraron por qué se les conoce como vikingos. Atacaron en el amanecer de la regata, en la tanda inicial. La de los últimos clasificados el sábado, que no los débiles, pues Orio, que había sido penúltima, quedó a solo 23 segundos de Urdaibai. Un pañuelo. La consigna del capitán Mikel Orbañanos, que siguió la batalla de los suyos desde la distancia, fue clara: "Remar bien y hacer nuestra regata". Si lo lograban, el zarpazo era factible. Ante la ausencia de viento, apenas una brisa que volvió a proceder del sur, la Ama Guadalupekoa plegó velas y se limitó a remar y remar por la calle uno.

A 35-36 paladas por minuto, los verdes abrieron brecha a mitad del primer largo, y metro a metro fueron poniendo agua de por medio sobre Orio y Pedreña, que libraron un gran duelo hasta el tercer largo, en el que la Mirotza, al igual que pasaría luego a Zumaia, se vino abajo por la calle tres. En el último, Camargo igualó su proa con la de los aguiluchos, que reaccionaron a tiempo con la marea a su favor para completar un gran largo, a solo dos segundos de Hondarribia. Con toda la regata por delante y el undécimo puesto en la general, la tercera plaza en su tanda agobiaba a los de Orio, que al final tomaron algo de aire al concluir octavos, a un segundo de Kaiku y a casi 26 de Hondarribia.

San Juan, firme Los verdes marcaron un tiempazo (19:21.90) y empezaron a soñar con algo grande cuando vieron que San Juan no se le acercaba en la segunda tanda, que contó con un viento de salida de 3,4 km/h, por 3 de la primera serie. Por la calle dos, los de Igor Makazaga sacaron pronto una trainera a Tirán, que iba por la uno. Pero, como en Bilbao y el sábado, los gallegos no cedieron más. El GPS no se movió de los tres segundos en toda la regata, lo que siempre incomoda al que va por delante. Además, San Pedro mantuvo el tipo a 4-6 segundos de la Ruly.

A mitad de regata, San Juan cedía 8 segundos a Hondarribia, que con un viento de 3,7 pasaron a ser 16 en el tercer largo, en el que Zumaia se diluyó. Para dentro, Tirán puso en pie a su bulliciosa afición, pero San Juan no flaqueó y calcó el parcial de Hondarribia. Los bidasotarras se aprestaban para el abordaje.

Castro, irregular Cuando los piratas asomaron en el campo, el viento se elevó a 5 km/h. Más de un corazón se aceleró antes de la salida, demorada por dos barcos que atravesaron el campo de regateo, lo que fue una constante durante el fin de semana. Por la calle uno, la más protegida, Urdaibai salió en busca del doblete, pero Astillero y Kaiku respondieron. Finiquitaron el largo a 4 segundos de Hondarribia, mientras Castro, que brilló la víspera, caía a un agujero al que no le halló fondo para ser última por segunda vez en cuatro citas.

En el segundo largo, en el que cayó el viento y apenas movía la corriente pues la marea ya había alcanzado su plenitud, solo la San José XIV veía a Hondarribia a menos de 10 segundos (8); Urdaibai -con dos remeros y el patrón como cambios- y Kaiku -cinco variantes- perdían fuelle.

Jon Salsamendi hizo cinco cambios y solo mantuvo a cuatro remeros en su tosta. Pero Astillero no menguó y acabó fuerte, crecida por su renta sobre Urdaibai y Kaiku, a las que se les colaron San Juan, Tirán y Pedreña, lo que endulzó la derrota astillerense con el azucarillo del liderato.

El tesoro de Moaña fue para Hondarribia, que, de popa a proa, formó con: Julen Castrillón, Osertz Aldai, Asier Puertas, Iñigo Vertiz, Manex Aldai, Jon Larrañaga, Ander Zelaia, Gari Uranga, Ekaitz Aznar, Gorka Puertas, Aner Etxart, Agoitz Irazoki, Txalo Carrión y Ioseba Amunarriz de patrón. Respecto al sábado, Puertas, Aznar y Larrañaga relevaron a Iker Marizkurrena, Ugutz Bilbao e Iker Amador. De la cuadrilla que en 2010 ganó en Zarautz, repitieron siete: Zelaia, Etxart, Vertiz, Aznar, Aldai, Puertas y Carrión. Ese día, también bogó Imanol Altuna, ayer en las galeras de Astillero. "Me he tenido que marchar para que ganéis una bandera", gritó el vizcaino mientras abrazaba a sus excompañeros. "Aprendí mucho con ellos", agradeció el santurtziarra, que ayer fue pirata y no vikingo.