Cinco días han bastado para que el clima de negatividad en el que la Real Sociedad vivió envuelta el pasado parón internacional haya derivado en crecientes dosis de experiencia. Sumar cuatro puntos de seis posibles, por mucho que en Vigo se jugaron 50 minutos contra diez, siempre revitaliza la situación de un equipo en dificultades. Y la escuadra txuri-urdin, en su versión 2025-26, no ha significado una excepción a este respecto. Gracias al triunfo cosechado el viernes contra el Sevilla en Anoeta, sus cifras y las del entrenador ya se acercan e incluso mejoran las de otros inicios dubitativos que tuvieron luego final feliz.

Esta es una circunstancia que se dio, principalmente, con otro técnico que aterrizó con mal pie en el banquillo blanquiazul, Philippe Montanier. Las primeras diez jornadas con el francés al frente se saldaron con la suma de sólo ocho puntos, por los nueve actuales de Sergio Francisco. Tras un verano de cambios y a los mandos de un plantel joven, el cargo del galo corrió serio peligro antes de que la Liga realista enderezara el rumbo hacia una permanencia holgada. Pero es que, continuando con el propio Montanier, cabe tomar igualmente en consideración su segundo curso en Donostia, el que a la postre se saldó con cuarta plaza y acceso a la Champions. En aquel campeonato 2012-13, la Real sólo había sumado diez puntos de 30 posibles a estas alturas del curso, únicamente uno más que en la actualidad.

A tiempo de todo

Las comparaciones siempre resultan odiosas, sobre todo si aluden a períodos tan lejanos entre sí en el tiempo. La de hace trece años era una plantilla distinta, con sus circunstancias, distintas a las presentes. Pero la referencia sí puede servir para resaltar que la Real se encuentra aún a tiempo de todo, transcurrido poco más de un cuarto de competición. Por segundo año consecutivo, Montanier se encontraba más que discutido después precisamente de la décima jornada, una derrota en Anoeta frente al Espanyol (0-1). Pero salvó su puesto una semana después ganando 1-2 al Málaga en La Rosaleda, punto de inflexión para que los Illarra, Xabi Prieto, Vela, Griezmann, Agirretxe y compañía pusieran la directa hacia Europa.

Los datos de Montanier.

Los datos de Montanier.

De momento, la última victoria de la actual Real sitúa a los de Sergio por encima de varios arranques pobres de tiempos recientes: con sus nueve puntos, superan los del año del descenso (3), los del mencionado curso 2011-12 con Montanier (8) y los del comienzo que en la Liga 2013-14 costó el cargo de entrenador a Jagoba Arrasate (6).

Otra referencia

En honor a la verdad, no todo tienen por qué ser referencias positivas y optimistas... Y es que la historia reciente de la Real presenta también casos de inicios similares al actual que se saldaron luego de forma negativa. Es el caso de David Moyes y el arranque de la Liga 2015-16 con el escocés a los mandos. Después de diez jornadas, su equipo presentaba un balance idéntico la actual: nueve puntos merced a dos victorias, tres empates y cinco derrotas. En el undécimo encuentro, la escuadra txuri-urdin perdió en Las Palmas (2-0) ofreciendo una paupérrima imagen y el club optó por el relevo en el banquillo.

Moyes saluda a la mascota de Las Palmas antes de iniciar su último partido como entrenador de la Real.

Realizada la comparación estadística, conviene también añadir que las sensaciones que emite la presente Real son mucho mejores que las ofrecidas hace justo diez años por un equipo blanquiazul que no transmitía nada, carente de juego y de ideas, y que no sabía aún lo que era ganar en Anoeta. Sus dos únicas victorias se habían dado a domicilio, en Granada (0-3) y en Valencia frente al Levante (0-4), resultado muy pobre el balance casero. En Donostia se empató sin goles ante el recién ascendido Sporting y contra el Athletic, y se perdió contra Espanyol (2-3), Atlético (1-2) Celta (de nuevo 2-3).