La Liga 2025-26 arrancó este sábado para la Real Sociedad con un positivo empate en el campo del Valencia. Los txuri-urdin fueron ligeramente superiores durante la primera parte, respondieron con rapidez en la segunda al 1-0 local, y pudieron vivir desenlaces de todo tipo durante la media hora final, dentro ya de un contexto de partido mucho más abierto. En cualquier caso, yendo más allá del desarrollo cronológico del encuentro, volver de Mestalla con un punto en el zurrón siempre deparará conclusiones más buenas que malas, sobre todo si nos atenemos a los precedentes más cercanos de igualadas en la primera jornada del campeonato. El conjunto blanquiazul ha iniciado firmando tablas cuatro de los últimos siete torneos ligueros (computando el actual), y los tres precedentes previos apuntan a temporadas que terminaron con el logro de sendos billetes europeos. Que siga la racha.

Oyarzabal sobre la bocina

Esta serie de empates 1-1 para inaugurar el ejercicio comenzó, curiosamente, en Mestalla contra el Valencia, en un duelo que vino a significar también la apertura de un nuevo ciclo en el club. Imanol Alguacil dejaba atrás su primera pretemporada como técnico del primer equipo, y los fichajes de Portu, Isak, Odegaard y Remiro (Nacho Monreal llegaría sólo días después) contribuían asimismo a generar esa sensación de cambio. Lo cierto es que los txuri-urdin no completaron un encuentro excelso en el estadio che, pero lograron un buen punto ante un adversario que se había proclamado tres meses antes campeón de Copa. Marcó Gameiro el 1-0 en el minuto 58, falló luego un penalti para la sentencia en el 95, y Mikel Oyarzabal hizo pagar caro ese error a los locales convirtiendo en el 100 otra pena máxima. Los guipuzcoanos acabarían sextos aquel campeonato.

Fichas técnicas de los tres empates inaugurales de la Real, previos al de este sábado en Mestalla.

Fichas técnicas de los tres empates inaugurales de la Real, previos al de este sábado en Mestalla.

De 'churro' en Zorrilla

La Liga previa, esa que había arrancado en Valencia, concluyó en julio de 2020 por culpa de la pandemia. Y por lo tanto la siguiente, la 2020-21, no empezó hasta septiembre, tras un breve descanso para las plantillas y pretemporadas más cortas de lo habitual. Con los estadios todavía vacíos, sin público, el campeonato tuvo su punto inicial en clave txuri-urdin en el campo del Valladolid, donde la Real consiguió salvar un punto en un gris encuentro. Los pucelanos, que descenderían a Segunda a la conclusión de aquella campaña, se adelantaron en la primera parte por mediación de Míchel. El empate blanquiazul llegaría tras el descanso, gracias a un gigantesco error del meta local Masip. Roberto López botó una falta lateral buscando la cabeza de Mikel Merino, pero el navarro no logró rematar y el propio Masip se encontró de repente con el balón encima. No pudo atajarlo y el esférico se coló en la portería blanquivioleta para deparar el a la postre definitivo 1-1. Fue sólo el inicio de un curso mágico para la Real, saldado con la quinta plaza liguera y con la consecución en La Cartuja de la Copa del Rey. La final contra el Athletic se había aplazado en abril de 2020 por culpa de la mencionada pandemia, y finalmente se jugó justo un año después con victoria txuri-urdin.

MATICES TÁCTICOS DE SERGIO DESDE LA PRIMERA JORNADA

Sergio Francisco vivió en el banquillo de Mestalla su estreno oficial como entrenador del primer equipo de la Real, tras haber preparado previamente “un partido largo”. En su rueda de prensa posterior al choque, explicó que la pretemporada y el calor eran susceptibles de pesar en las piernas de los jugadores, y que por ello planteó el encuentro pensando en alcanzar su recta final con las piezas adecuadas. Durante la segunda mitad relevó a los tarjeteados Turrientes y Aihen, así como a un fatigado Caleta-Car que pidió el cambio. Para los otros dos futbolistas de refresco, escogió la profundidad de Óskarsson y Guedes, decisión que tuvo como consecuencia dejar inédito a Sucic y acabar con Oyarzabal de interior.

Pudo salirle bien de convertir el islandés la asistencia del eibartarra, o de lograr un mayor premio la cabalgada del portugués a pase de Remiro. Sin embargo, el duelo concluyó con empate tras mostrar distintos matices tácticos introducidos por el nuevo técnico. Porque el dibujo de base fue el 4-3-3 habitual con Imanol, pero más allá del esquema se produjeron movimientos interesantes. Resultó notorio, por ejemplo, cómo laterales, interiores y extremos se repartieron los carriles, siempre en armonía: Aihen y Aramburu centrados a menudo, Marín y Brais ofreciéndose cerca de la cal, y Barrene y Kubo metiéndose a los pasillos del 10 y del 8 respectivamente. 

Sin balón, mientras, la Real fue osada con la altura del bloque y la intensidad de su presión, pero casi siempre desde estructuras no tan agresivas como las de antaño, dando ahora prioridad a taparse por dentro y ofreciendo al rival la opción de salir por fuera, sin saltos constantes de Aihen y Aramburu.

Disgusto en Anoeta

El de la campaña 2023-24 es el único precedente analizado con Anoeta como escenario. Corresponde a un Real-Girona saldado con 1-1 y que significó un pequeño disgusto para arrancar aquella Liga, apenas tres meses después de que los txuri-urdin conquistaran en el campeonato anterior un billete de Champions League. Kubo abrió el marcador a los cinco minutos de encuentro al convertir un buen centro de Aihen, pero el ucraniano Dovbyk, saliendo y debutando desde el banquillo, empató tras el descanso al convertir el primero de los 24 goles que le encumbrarían como Pichichi. Fue el arranque de una temporada que los dirigidos por Imanol terminaron sextos, clasificándose para la Europa League.