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Imano, EzkurdiaEx jugador del Sanse

Imanol Ezkurdia: "Es verdad que fuera de la Real hace mucho frío"

Al lezotarra, que ha militado resta temporada en el Guijuelo y ahora se encuentra sin equipo, le encantaría recibir otra llamada desde Zubieta si suben a Segunda

Imanol Ezkurdia: "Es verdad que fuera de la Real hace mucho frío"N.G.

Este año ha competido en el Guijuelo. Se confirma que hace frío fuera de la Real...

Al final, es diferente, porque te encuentras en el vestuario gente veterana y es otro fútbol. En el Sanse estás rodeado de gente más o menos de tu edad e intentas jugar un poco a lo que juega el primer equipo, hay un modelo a seguir, digamos. Y ahí pues igual hay diferentes entrenadores que juegan al pelotazo, es distinto, solo vale competir y lo que pasa el fin de semana.

¿Y cómo les ha ido?

La verdad es que no hemos estado muy bien, hemos estado en la parte de abajo. Cuando empiezan mal las cosas, pues acaban mal también. Y muchos rollos internos... y se junta todo al final.

No tenía compañeros célebres ni vascos, ¿no?

Solo había uno vasco, un portero, Oleaga, que jugó en el Bilbao Athletic. En invierno vino otro de Leioa, Anton Fruniz. Sí que he echado un poco de menos que no hubiera más. Al final, nosotros los vascos somos también mucho de estar en nuestro entorno, con gente que se parezca a nosotros.

¿Vivía en Guijuelo? Dicen que por la calle huele a jamón…

Efectivamente, efectivamente. Parece que no, pero es verdad. Ha sido un poco duro, porque las condiciones no son fáciles.

Usted después de subir se lesionó y reapareció como cedido en el Real Unión.

Cuando ascendimos, me lesioné en la jornada 11, me tuvieron que operar y estuve seis meses parado. Por tema de fichas, en diciembre me dijeron a ver si cuando me recuperara podía reaparecer en el Unión para ir cogiendo ritmo, porque tampoco sabía cuándo me iba a recuperar. Al final, fui y estuve dos meses. Pero no me encontraba bien, el tobillo tampoco, sufrí mucho. No estaba casi ni al 30%. Pero, bueno, era difícil porque mucha gente se piensa que cuando te operan ya te recuperas, pero no te pones bien del todo. O sea, te cuesta mucho, por una lesión así un año, un año y medio no te lo quita nadie. Es duro, pero son cosas de la vida ¿no? Al final, piensas que con el ascenso se te cambia la vida ¿no? Voy a jugar en Segunda División, pero luego tú sufres una lesión así y qué les vas a hacer... Son cosas de la vida.

Se para muchas veces a pensar qué hubiera sido si…

Tampoco merece la pena hacerlo mucho más porque la vida sigue y son cosas que pasan.

¡Luego volvió al Sanse y casi suben de nuevo con Sergio!

Con Sergio, sí. Y también fue un año chulo porque por primera vez competimos en Primera RFEF y caímos en el play-off contra el Alcorcón. Después de salir me voy a Logroño. La verdad es que estuve bien. Jugábamos en Las Gaunas, que al final es una gozada. Estábamos también cerca de casa. Jugaba con Gexan, otro compañero que estuvo conmigo a las categorías inferiores de la Real Sociedad. Volvíamos cada semana cuando nos daban libre, compartíamos el coche. Una semana lo ponía el, la otra lo ponía yo. También coincidí con Dani Garrido, que estuvo conmigo en el Sanse varios años.

¿Echa de menos a la Real?

Claro que sí, la echas menos. Al final, como tú me has dicho antes, fuera hace mucho frío. Cuando estás ahí no te das cuenta, no lo valoras tanto. En la Real vives muy bien, no te falta de nada, tienes unas instalaciones muy buenas. Pero hay que aceptar que todo tiene un inicio y un final. Y es lo que hay.

No tiene que ser fácil asumir que no puedes cumplir tu sueño.

Al principio sí, pero yo acababa contrato y cuando dejas de ser sub’23 ya sabes lo que hay y hay que dejar el paso a los chavales; y si no das el salto al primer equipo, obviamente no vas a seguir en el filial. Al final, sirve para formar jugadores. Te vas dando cuenta de que comienza otra etapa y también lo agradeces un poco porque quieres buscar cosas nuevas y experiencias nuevas.