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Igor Zubeldia se sube a un 300

El realista no pudo celebrar su aniversario ni puntuando en Madrid ni con una victoria en un regreso al once ante el Celta: “Más que con los números, me quedo con el camino”

Igor Zubeldia se sube a un 300R. S.

Igor Zubeldia ya circula en un 300. El central no pudo celebrar la efeméride con la camiseta txuri-urdin en el duelo ante Atlético, en el que regresaba tras más de un mes de haberse roto, ni frente al Celta, cuando regresó por fin al once. En un vídeo que emitió como homenaje el club, el canterano se mostró orgulloso en su pueblo: “Ha habido de todo en estos 300 partidos. En general ha sido muy bonito, llegar a esta cifra es todo un honor, pero más que con los números me quedo con todo el camino. He tenido mis momentos malos, pero creo que gracias a esos he aprendido y soy quien soy ahora. Pero en general he tenido un recorrido bueno y ojalá sigamos así y sumemos cifras”.

A la hora de escoger sus tres momentos preferidos, lo tiene bastante claro y no duda: “Me quedo con el partido del debut porque es cumplir un sueño que tienes de niño. La final de Copa, aunque tengamos la espina de que no pudimos celebrarlo con nuestra gente pero estoy convencido de que en breve nos juntaremos todos para celebrar. Y el tercero, el primer partido de Champions. Cuando estás en la elite quieres jugar contra los mejores en las mejores competiciones. Por suerte he tenido la oportunidad de jugar en Liga, Copa, Europa League y Champions”.

Zubeldia hace un alegato de su adorada Azkoitia natal. La entrevista está hecha en el frontón donde jugaba de txiki: “Siempre he vivido aquí. He pasado muchas horas en este sitio en el que nos encontramos, porque hasta los 10 años jugué a fútbol y pelota los martes y los jueves. Llegó un día en que tuve que elegir y elegí el fútbol”. Incluso esta temporada ha coincidido con que el marco del póster es su localidad: “Para mí es un honor que en la foto aparezca mi pueblo y va a ser un póster que guardaré bien. Es un pueblo muy bonito, en el que me siento muy cómodo con la gente. Hago muchos planes aquí, con la cuadrilla, tengo una hija y nos movemos a parques y así, pero hago mucha vida aquí. Mantengo mi cuadrilla de siempre y otro grupo de padres con los que hacemos otro tipo de planes. Es lo que nos toca y lo hacemos a gusto además”.

Pelotari

En sus inicios, Zubeldia apuntaba alto como pelotari: “Aquí he jugado muchos partidos y entrenamientos. Lo dejé con pena, pero llegaba el fin de semana y no podía compaginar los dos deportes. Pero he pasado muchas horas aquí. Yo era delantero. Un amigo de la cuadrilla era zaguero, pero ese se pasó al baloncesto. Luego tuve otra pareja, pero siempre delante. Con la derecha le daba mejor. Pero con la izquierda me arreglaba”.

Hasta que llegó el día en el que tuvo que decidir: “Estaba en el Anaitasuna en alevines y un día mis padres recibieron una llamada de Eibar, que tenía que jugar un torneo. En ese equipo estaba Mikel Oyarzabal. Se ve que hice un buen torneo, volvieron a recibir otra llamada de la Real Sociedad. Yo siempre he sido de la Real así que recibir esa llamada me puso muy contento y dejé la chapa”.

“No me da vergüenza mi primera entrevista en castellano, lo que me daría de verdad es ser de aquí y no saber hablar euskera”

En el vestuario txuri-urdin hay bastante afición a la pelota: “De vez en cuando tengo tiempo de ir al frontón, hace mucho que no he ido, pero lo sigo por la tele. Además en el equipo hay varios que les gusta la pelota: Pacheco, Marrero, Elustondo, Oyarzabal… Ahí solemos andar. Me encantaban Aimar, Irujo… A mí me gustaba Aimar. Y ahora Jokin Altuna, que además es muy buen amigo”.

Zubeldia deja claro que no tiene ninguna rivalidad con sus vecinos de Azpeitia: “Siempre hay pique entre Azkoitia y Azpeitia, pero es un pique sano. Yo no tengo nada en contra de nadie”.

Otro momento de los 300 partidos que jamás olvidará fue su primer gol ante el Sevilla que además valió tres puntos: “Cuando jugaba en el Anaitasuna jugaba de delantero y metía bastantes goles. De hecho en el torneo que te he dicho metí algún que otro gol. Pero ya cuando di el paso a la Real los goles se redujeron. Pero he metido goles en casi todas las categorías, en Primera pocos pero seguro que te acuerdas del primero”.

Primer gol

Su primera entrevista en castellano tras marcar su primer gol el día de la despedida de Carlos Vela no pasó inadvertida por su dificultad para expresarse, le recuerda vacilándole . Entre risas, Zubeldia se muestra orrgulloso: “Esa entrevista seguirá dando vueltas todavía, pero también te digo que no me da ninguna vergüenza. Me siento orgulloso. Lo que daría vergüenza es ser de aquí y no saber euskera”.

Siempre ha sido muy deportista: “Después de la ikastola siempre hacía deporte: fútbol, baloncesto, pelota… Cada amigo escogió su deporte. Ahora me gusta el paddle, ir al monte, pero lo que más me gusta es el fútbol y la pelota”.

El central reconoce que el perro le ayuda a desconectar: “Si estás todo el día pensando en fútbol la cabeza te estalla. Yo vengo a mi sitio favorito del pueblo a desconectar, paseando con la niña o con el perro”.

Ingresó en la Real muy pronto y el camino no fue sencillo: “Tengo que decir que los primeros meses se me hacía muy duro. Tenía 11 años y tenía que dejar los amigos de aquí, mi equipo, todo era gente desconocida y me costó adaptarme. Los viajes tampoco eran fáciles. Salíamos de la ikastola y teníamos que coger taxis. Si salía a las 17.00 horas a las 17.10 o 17.15 tenía el taxi y hacíamos Azkoitia, Azpeitia, Zestoa, Zarautz, Orio, Usurbil… El viaje que ahora hago en 35 minutos nos costaba hora y diez. Tuve suerte a veces porque el aita estaba libre y aprovechaba el viaje para hacer los deberes. Esos viajes que hacía con mi aita para mí eran importantes porque si no era mucho tiempo, llegaba tarde a casa, y solía tener suerte porque el aita estaba libre. Pero eran viajes entretenidos, hacías muchos amigos”.

“Me gustaba mucho jugar a pelota, pero yo siempre he sido de la Real y cuando me llamaron, me puse muy contento y dejé el frontón”

A Zubeldia le dan la sorpresa de traerle a Bixen Calzón, el que fuera su primer entrenador: “Tú me enseñaste a dar mis primeros pases y mira dónde he llegado. Solo puedo darte las gracias. Lo mejor es que he llegado hasta aquí y que estoy disfrutando mucho del camino”.

El técnico destacaba lo tímido y reservado que era Igor de txiki: “Era un crío muy callado, trabajador y miraba todo, era muy atento, analizaba todo. Pero era callado, humilde y muy tranquilo. Para mí todo era diferente, gente nueva, me costó adaptarme y cuesta coger confianza. Pero estoy muy agradecido de aquella experiencia y de todo lo que me enseñaron".

Zubeldia ya no añora el jugar en el centro del campo: “Ahora no echo de menos jugar en el centro. Cambié en el 21 y ya me he acostumbrado a jugar en la defensa. De hecho ahora tendría que volver a entrenar para jugar en el centro. Pero en el cambio en mi cabeza sí hubo vueltas de si iba a funcionar o no. Pero ahora me siento muy cómodo y he visto que también valgo para esto".

Imanol y Sergio Francisco 

Para cerrar el reportaje, el canterano no escatima elogios y agradecimientos hacia Imanol y muestra su confianza en que Sergio lo pueda hacer tan bien como su predecesor: “Para mí Imanol ha sido todo porque han sido muchos años con él. Estuve con él en el Sanse, ahora seis años y medio y soy lo que soy al 100% por él y su staff. Su decisión me dio mucha pena en lo personal porque quería que siguiera en la Real. Faltan partidos pero saber que la próxima campaña no va a estar me hace sentir un vacío, pero solo tengo palabras de agradecimiento. Él no va a estar, pero va a estar Sergio, otro hombre de la casa. Nunca he coincidido con él pero Imanol empezó así, sin ser conocido y mira qué recorrido ha hecho. Esperemos que Sergio también lo haga y nosotros le ayudaremos en todo”.

Por último, Igor se considera un privilegiado por la vida que lleva y por el entorno del que disfruta a diario: “Siempre digo que para mí es una suerte jugar en el primer equipo, pero lo más el tener mi grupo de amigos. Sé lo que me aprecian. Y aparte de los amigos la gente de casa, mi mujer, mi hija, mis padres, mi hermano y mi hermana”.