El robo más grande de la era VAR
Imanol, Aritz y Oyarzabal mostraron la indisimulable indignación que se vivió en toda la expedición por el atraco a mano armada perpetrado por el árbitro francés Bastien
Esta vez resulta complicado escribir una resaca del viaje a Manchester. A todos nos gustaría contar el maravilloso ambiente futbolero que vivimos en una ciudad que vive por y para este deporte. Que, aunque no se pueda decir que sea bonita, tiene mucho encanto. Que aunque llueva, haga frío y sea gris, cuenta con un gran ambiente en sus calles, con todos esos nativos que a cinco grados están en bermudas o sus mujeres son capaces de jugarse una neumonía por fumarse un cigarro en la puerta de un pub con un vestido corto más propio de agosto que de marzo. O que Old Trafford es un templo futbolístico maravilloso que, aunque está viejo y sus instalaciones tienen muchos defectos, no puedes dejar de ver las paredes impregnadas de hazañas legendarias de los red devils. Que su afición, a pesar de estar más cerca del descenso que de Europa en la Premier y de caer en su mismo feudo hace poco en octavos de la FA Cup ante el Fulham, generó una atmósfera impresionante, sin el más mínimo reproche en la grada por lo que estaba sucediendo. O incluso centrarnos en lo nuestro y destacar que fue una Real brava y valiente, que era el equipo de las grandes noches, al que le hemos visto convertir lo imposible en alcanzable. Que nos hizo soñar en grande hasta que le cortaron las alas de una forma más cruel de lo que le sucedió a Maléfica, aunque estos jugadores estaban completamente despiertos con la furia en los ojos del que ve al alcance de su mano una gesta histórica cuando recibieron las puñaladas. O destacar la gallardía y el compromiso de Brais, que jugó un cuarto de hora con una nueva rotura por tercera vez del quinto metatarsiano. Así se lo hizo saber a más de un compañero y, pese al dolor que debió sentir, ni se planteó pedir el cambio. Honor y gloria para el gallego más de la casa de nuestra historia.
Hubo muchas cosas buenas en Manchester que merece la pena destacar y ensalzar
No, no todo fue malo. Hubo muchas cosas buenas en Manchester que merece la pena destacar y ensalzar. Esto no tiene nada que ver con un borrón y cuenta nueva, porque cualquiera que estuviese viendo el partido hasta que la estrella local vestida de azul remontó el partido para unos locales que se vieron muy sorprendidos por el nivel de su visitante, tal y como reconocían varios de los periodistas que cubren su actualidad y que, por cierto, no daban crédito a lo que habían vivido. Y mira que habrán presenciado mil y una batallas de todos los colores a lo largo de su historia.
Un atraco propio de otra época
Al grano. El arbitraje de Benoît Bastien fue con diferencia el mayor robo que se ha vivido en la era VAR, donde se escondía cómplice y responsable otro francés como Willy Delajod. Una escena que bien recordaba a la famosa película francesa Los visitantes no nacieron ayer, un atraco propio de hace 20 o 30 años, siempre, cómo no, con un gigante todopoderoso enfrente para que pueda quedar bien el servil y cobarde trencilla de turno. Ahora vamos con todo sus actos delictivos, ¿pero saben lo peor de todo? En el descanso, en los corrillos de los enviados especiales guipuzcoanos ya se barruntaba que el árbitro barría todo para casa y que la cosa iba a acabar mal.
Como reconocieron Aritz Elustondo, casi con lágrimas en los ojos, preso de la impotencia, y un Mikel Oyarzabal mucho más sereno y frío pero igual de afectado, lo peor fue la sensación de que nos pitaba todo en contra. Los capitanes se mostraron muy enfadados porque el galo les especificó antes de empezar que su intención era explicarles todas sus decisiones importantes y, cada vez que se acercaron a él, lo único que hacía era menospreciarles y manifestar lo que había señalado sin ninguna posibilidad de hablarlo o de convencerle para que al menos lo revisara en el VAR.
Oyarzabal, ante el escándalo en Manchester: “Te sale la risa cuando pitan el tercer penalti a favor del United”
Insistimos, la sangría fue escalofriante. Un penalti claro no pitado a favor de la Real que él mismo había finiquitado con falta de Oyarzabal a De Ligt antes de que le corrigiera el VAR y se viese obligado a señalar. Dos que no eran para la remontada del United, uno debatible y otro escandaloso. Una expulsión exagerada, siete amarillas a un equipo que casi no pega una patada en las 13 faltas que le pitó, no que hizo, y, para colmo, una tercera pena máxima intolerable que corrigió sin tener que ir ni a la pantalla a verlo porque un jugador quiso evitar que fuese al VAR y le pudiese mostrar la amarilla por el piscinazo.
Por cierto, los realistas quisieron dejar claro que está muy bien lo que hizo en ese momento Dorgu y parece honrarle, pero no engaña a nadie porque para ese momento el duelo estaba ya sentenciado. El danés fue el mismo que provocó de forma descarada la segunda pena máxima, con el partido abierto once contra once y, además, viendo la reacción de los realistas y según reconocieron los capitanes, “se estuvo riendo de nosotros a la cara”.
El tema fue tan vergonzoso y la sensación de tropelía tan angustiosa que los jugadores de la Real se plantearon por momentos sentarse en el suelo y no jugar más o incluso amenazar con marcharse del campo, algo que no hicieron por el respeto a sus aficionados y a su escudo. Si llegan a hacer una encuesta por la grada donde estaban los 1.500 blanquiazules, la abrumadora mayoría hubiese votado por coger las maletas y adelantar el viaje a casa. Incluso en el palco de prensa, que no puede ser más estrecho, los medios locales estaban boquiabiertos ante las reacciones indignadas de los medios guipuzcoanos desplazados hasta el punto de que por momentos les entraba la risa por la reacción furibunda de alguno de ellos.
"Es autoritario"
Al final del encuentro la situación era muy tensa en el mismo terreno de juego. Varios de los blanquiazules se acercaron a recriminar su actuación e incluso alguno le dio la enhorabuena por su hat-trick. Menos mal que controlaron sus nervios porque si de algo tiene fama es de ser muy chulo. “Llegó muy joven y tiene fama de ser muy frío en sus decisiones, de los que controlan sus emociones. Es autoritario. Aquí en Francia el comentario es que hizo un partido horroroso, una boulette, que significa una cagada. Es uno de los más famosos, pero lejos de Turpin”, comentó a este periódico el afamado periodista Frederic Hermel. “A mí me parece un árbitro muy malo, pero Turpin tampoco me gusta. Bastien es un chulo. Se ha cargado varios partidos importantes con expulsiones más que evitables”, contó Andrés Onrubia, corresponsal en el país vecino del diario As. En resumen, un saboteador de partidos.
A lo que íbamos. Los jugadores con los ojos llorosos o bañados en sangre por la rabia y la impotencia se acercaron hasta la grada y, a pesar de que les impedían subirse, no tardaron en acercarse aún más y estrechar la mano de los seguidores y entregarles sus camisetas. Fue el momento más bonito y emocionante de todo lo que llevamos de temporada. Todos unidos sufriendo una injusticia que perdurará por el resto de los tiempos. Imanol también estuvo presente y recibió cánticos de ánimo y peticiones de que siguiera.
Jokin Aperribay, que tenía muy mala cara y una pinta de estar más quemado que el cenicero de un bingo, estuvo tratando de consolar y tranquilizar a un Mikel Oyarzabal al que era imposible controlar en ese momento por el monumental enfado que tenía. La delegación realista incluso aceptó que Amorim pasara primero por la sala de prensa, algo que no suele ser muy habitual ya que siempre el local suele tener la deferencia de dejarle pasar antes al visitante.
No fue fácil vivir la rueda de prensa del portugués, todo entre risitas cómplices con los periodistas como si no hubiera sucedido nada extraño en el partido o como si su mejor jugador no hubiera sido el árbitro. Lo típico de clubes grandes que minimizan los efectos de un atraco cuando les beneficia y que, de forma increíble, se centran en felicitarse por la gran exhibición en superioridad de los suyos.
Rajadas monumentales
En esta ocasión los que sentimos más impotencia fuimos los enviados especiales. Imanol compareció una hora después de haber acabado el partido con un gesto muy serio y un enfado imposible de disimular. En su segunda respuesta, dos periodistas que estaban en la segunda fila empezaron a reírse porque estaban viendo un vídeo en su teléfono. Eso resume a la perfección el ambiente, y la sensación de que a la Real y a su gente le estaban mirando por encima del hombro. Imanol llegó tan tarde que Aritz y Oyarzabal ya se encontraban preparados para dar las pertinentes explicaciones a lo sucedido. Y las rajadas fueron sencillamente monumentales.
En muchas ocasiones incluso contando con la complicidad y la comprensión de los periodistas, ya que el tema era tan indignante y estaban todos tan fuera de sí, que en algunos momentos hubo hasta ataques de risa colectivos. Lo peor fue cuando horas después, Bruno aparece con una foto del balón firmado por sus compañeros por el hat-trick y uno de ellos le ha escrito: “¿Cuánto has pagado al árbitro?”. Ese es todo el respeto por la Real que mostró el vestuario plagado de millonarios prematuros de los red devils. ¿Qué pensará sir Alex Ferguson de todo esto?
Escándalo en Manchester: “¿Cuánto le pagaste al árbitro?”
Preguntados por si alguna vez habían vivido algo parecido, Oyarzabal no tenía muchas ganas de recordar, pero sí que aclaró que “con VAR desde luego que no” y Aritz sí que recordó aquel robo a mano armada de González González en el Bernabéu, el día de las lesiones de Agirretxe y de Canales, los dos penaltis que no eran pitados en contra y los otros dos que sí eran no señalados. La tarde en la que Aperribay perdió los nervios por última vez. Desde entonces presidirá y participará en muchos organismos futbolísticos, pero a su equipo los árbitros le siguen robando en todas las competiciones sin ningún disimulo.
Como ya explicó el club, la Real vuela directa a Madrid donde entrenará este viernes a las 19:00 horas en Valdebebas y este sábado para preparar la visita al Rayo con las heridas sin cicatrizar. Y el segundo chárter, el de directivos, novias, familiares y periodistas, al que se le une esta vez Brais que vuelve a casa, partía al mediodía para tener previsto aterrizar dos horas después en Hondarribia. También viajan en el vuelo Aperribay, que en la ida fue por su cuenta a Inglaterra, Luken Beitia (que se suma a la disciplina del Sanse) y Álex Remiro, por un asunto de índole personal.
'Caso Zakharyan'
Por cierto, Arsen Zakharyan se unirá a la expedición en Madrid. En un incidente que ha pasado bastante inadvertido, Imanol no pudo contar con uno de los fichajes estrella de la temporada pasada por un increíble error en la gestión del visado. Algo impropio de un club con la estructura para muchos sobredimensionada de la Real. No en vano, con la baja de Sucic y la de Brais, que se va a perder lo que resta de temporada, el ruso contará con un papel protagonista si lo quiere asumir. Dependerá de él y de que se lo permitan las lesiones.
Incredulidad de la afición de la Real con Zakharyan: “¿Cómo es posible?”
A Oyarzabal le preguntaron si era el momento de emitir un comunicado oficial: “No tengo ni idea, que haga lo que quiera. No voy a ser yo quien decida, así que haga lo que considere”, contestó con cara de a mí qué me cuentas. Ya que está tan de moda y viendo los arbitrajes que sigue sufriendo la Real tanto en Liga, Copa y Europa, lo que podríamos plantearnos es cambiar de continente para jugar en otro campeonato y, en caso de clasificarnos, participar sin que nos cosan a puñaladas en la Libertadores. No creo que muchos se diesen cuenta de que nos hemos ido.
Ya que no tenemos televisión para denunciar lo sufrido con vídeos y a que no podemos impugnar lo que fue un atraco admitido por todos los presentes, no sería un mal momento para mandar a paseo a este fútbol tan podrido y aspirar a un mañana más justo y mejor. Son delirios y bromas fruto de la impotencia. Como les pasaba a Oyarzabal y a Aritz, que podían pasar casi de la lágrima a la risa en cuestión de segundos, la noche del jueves entendimos la acepción mala del llamado Teatro de los Sueños con una tragicomedia francesa que acaba en una dramática tragedia con el papel protagonista para un actor francés al que pronto verán triunfar en las galas de los Cesar y de los Oscar.
Al llegar a Manchester, de camino del aeropuerto al hotel, se deja a un lado de la carretera un cementerio interminable con las tumbas muy juntas, sin apenas separación. La Real europea ya descansa en paz con una lápida en la que se puede leer: “Ni olvidamos ni perdonamos”.
Desde entonces presidirá y participará en muchos organismos futbolísticos, pero a su equipo los árbitros le siguen robando en todas las competiciones sin ningún disimulo. La Real se ha quejado por los cauces habituales, sin confirmar ni desmentir si Bastien será castigado por la UEFA, al no tener conocimiento al respecto por ahora.