Una Real Sociedad con mandíbula de cristal y una agónica sequía goleadora
El equipo realista es el segundo menos realizador de la Liga y no remonta un partido desde hace un año
Uno de los argumentos que más utilizan para defender la temporada de la Real es que es el único equipo que se mantiene vivo en las tres competiciones junto a los gigantes de la competición. El problema es que las posibilidades se pueden evaporar de un plumazo en unas pocas semanas. A nadie se le escapa que los de Imanol lo van a tener muy complicado en los partidos de vuelta en Madrid, donde se presentarán con un gol de desventaja, y en Manchester, donde estarán obligados a ganar después del empate 1-1, y en la Liga la cosa se está complicando, ya que de los últimos ocho partidos solo han ganado dos y han perdido seis.
Una cosa es estar vivos en las tres competiciones y otra, muy distinta, agarrarse a un clavo ardiendo sin opciones de lograr un título ni una final y sin entrar en Europa. Y eso que, no vamos a ser agoreros, la Real ha demostrado que es capaz de lo mejor y de lo peor y, aunque sea complicado confiar y creer en ella, porque no es convincente ni regular, por lo que puede alcanzar la final de la Copa y los cuartos de final en Europa, además de volver a sellar el pasaporte europeo por sexto año consecutivo, puesto que el octavo es muy probable que sea plaza continental y se encuentra a solo dos puntos.
Maratón de partidos
Desde que ha comenzado el maratón de partidos en el mes de enero, la Real solo conseguido sacar adelante tres partidos en casa ante Villarreal, Espanyol y Leganés.
Tres triunfos en nueve partidos no es una media de puntos que te acerque a volver a viajar fuera de nuestras fronteras el curso que viene.
Dos de los grandes males que persiguen a la Real son que tiene una mandíbula de cristal que provoca que al primer golpe caiga KO en la lona y una angustiosa y reincidente sequía goleadora.
El dato que demuestra la candidez y la falta de carácter del plantel es que el domingo, día en el que la Real tampoco supo reaccionar tras recibir el gol del Sevilla, se cumplía un año desde la última vez que remontó un gol en contra y fue en Granada donde acabaron imponiéndose por 2-3. Los realistas no consiguieron ni celebrar la lamentable efeméride rompiendo un registro que perdura demasiado en el tiempo y, lo que es peor, que no tiene visos de encontrar una pronta recuperación.
Los números no engañan y en este curso los de Imanol han perdido once partidos de Liga que han empezado por debajo en el marcador y solo han salvado un empate ante el Atlético con aquel golazo de Sucic. En Europa, solo ha logrado salvar otra igualada contra el Manchester el jueves, cuando estuvieron incluso cerca del 2-1 en una ocasión clarísima fallada por Óskarsson al final. Contra Anderlecht (1-2), Viktoria Pilsen (2-1) y Lazio (3-1) volvió a salir cruz. Y el curso pasado, después de la victoria en Granada, también sucumbió en tres encuentros en los que empezó perdiendo y logró sumar un punto ante el Almería, al que llegó a darle la vuelta. Algo falla y, aunque el entrenador siempre será el máximo responsable, en este caso, cuando se repite algo de forma sistemática, el foco debe centrarse la fragilidad mental de los jugadores.
Poco gol
Y en el tema de los goles, una enfermedad que se arrastraba desde la temporada anterior y que en el club nadie ha parecido tomarse muy en serio. El resultado es que en marzo la Real es el segundo equipo menos realizador del campeonato con 23 goles. Únicamente el Valladolid ha anotado menos y solo en dos campañas ha anotado menos, que fueron los 20 goles de la 1970-71 y los 19 de la 2006-07 del descenso. A falta de dos meses para el final, la Real lleva catorce encuentros sin marcar, lo que iguala el peor registro con Imanol. Trece de ellos en la Liga, lo que supone casi la mitad de las 27 jornadas... Y el club ni se planteó fichar en enero.