Los que le conocen dicen que siempre solía manifestarse así en privado, pero que nunca lo hacía en público. Algo ha debido agotar el vaso de su paciencia para que Patxi Puñal, director técnico de Tajonar, denunciara la situación que está viviendo en su cantera en unas declaraciones a Radio Marca Donostia que no tardaron en viralizarse. En realidad, insistimos, no contó nada nuevo ni que no se supiera, pero ya que muchos no lo hacen, está bien que quede claro para que algunos fuera de Euskadi desmitifiquen filosofías: “Las relaciones de Osasuna con Athletic y Real no tienen nada que ver. Con la Real el respeto es máximo y el Athletic entra como un elefante en una cacharrería, lo que puede se lo lleva y no mira atrás”.
Es más, en las horas previas del duelo de Copa, con toda la tensión lógica existente por el hecho de jugarse un pase para unas semifinales, con la ilusión que eso conlleva (o al menos debería conllevar) para sus aficionados, quiso destacar la buena convivencia entre Real y Osasuna, lo cual no quita que los dos puedan hacer incursiones en territorio rival porque en cuestión de cantera y de fichajes, cada uno con sus limitaciones, el que esté libre de culpa que eche la primera piedra: “La Real y Osasuna nos respetamos totalmente, la relación es fluida e impecable en cuanto a cantera se refiere. Hay formas y maneras de trabajar, aunque luego de cara a fuera vendamos la filosofía y demás. Vendemos los chicos que llegan, pero no los muchos que salen de sus casas y se quedan por ahí”.
Touché. Aunque todavía no lo saben o no quieren saberlo, a algunos ya les han quitado la careta. Porque, entre otras cosas, antes solo hacíamos chistes sobre su filosofía los que la sufríamos, pero ahora ya cada vez hay más humoristas y exjugadores que bromean con que intentaron que sus hijos nacieran en Euskadi para que pudieran jugar en ese equipo. Está pasando…
Esto no quita para que hayan sido, sean y serán un referente en la forma de trabajar la cantera. Y, hay que decirlo, sea por necesidad o por convicción, apuestan como ninguno por darles la alternativa y continuidad a sus jugadores en todos los pisos de su vivero. Incluido en el primer equipo.
El Espanyol, a la sombra del Barcelona
Siempre a la sombra de un coloso con una voracidad insaciable en la captación, pocas veces se destaca el mérito que tiene el Espanyol. Cuando yo comencé a hacer las categorías inferiores de la selección, allá por el año 2000, me llamaba poderosamente la atención que en muchas convocatorias era el equipo que más jugadores llevaba superando incluso a los gigantes. Y eso que, en muchas ocasiones, uno o más de los azulgrana concentrados se había formado en el vivero perico.
Lo hablaba con un técnico de la Damm cuando se enfrentó en Puio a un heroico Vasconia que se quedó a pocos minutos de tener el honor de visitar al Barcelona en su campo en la siguiente ronda de la Copa del Rey juvenil: “Para nuestro equipo es muy difícil, ya que cada vez que un jugador nuestro destaca viene el Barcelona y se lo lleva. Nosotros no podemos hacer nada. Esto ha terminado provocando que tengamos que movernos mucho más y traer a jugadores de otros lugares para intentar mantener el nivel”. Es lo que suele pasar cuando cuentas con un poderoso vecino que esquilma sin compasión tu cantera. Recuerdo a un equipo que se vio obligado a abrir sus fronteras a foráneos porque le quitaron a su delantero centro y, en una mala cosecha, se quedó sin gol para poder sobrevivir en la elite…
Fue precisamente en una Meridian Cup a principios de siglo cuando conocí al gran Jarque, del que, como su afición en cada minuto 21, siempre me acuerdo cuando el Espanyol se enfrenta a la Real y cuya muerte me impresionó muchísimo. Sin olvidarme del añorado Silvestre, una de las historias más tristes relacionadas con la Real que me ha contado mi aita y una persona que hizo tanto por el club que todavía me duele el poco cariño con el que gestionó su muerte.
Debe ser difícil ser perico en la vida. O en la rutina. Que te pisoteen o que te ninguneen en los medios como si no existieras casi a diario. Si nosotros nos quejamos de la parcialidad de algunos medios públicos, imagínense lo que debe ser convivir con un club estado como el Barcelona. Y a pesar de todo y pese a que la Real y su gente se sienten tan grandes como cualquiera, todavía no le ha superado en la clasificación histórica de la Liga. El sorpasso se encuentra a diez puntos y se confirmará probablemente si el equipo regresa a Europa. Siempre que ha bajado, ha subido al año siguiente… Su capitán Puado, que estuvo en La Masía en sus inicios, respira espanyolismo por los cuatro costados e incluso dijo no a una oferta del Madrid antes de debutar. Y su plantilla está plagada de canteranos, con un entrenador de la casa. Lo dicho, mucho mérito…
Di Stéfano en el Espanyol
Muchos no lo recuerdan, pero cuando Di Stéfano dejó el Madrid recaló en el Espanyol y en su primer año le entrenó Kubala, leyenda azulgrana. El caprichoso destino quiso que debutara de blanquiazul contra el equipo blanco en un Sarriá abarrotado. Los locales fueron ganando 1-0 e incluso La Saeta Rubia estuvo cerca de lograr el segundo en un libre directo. Finalmente tuvo que aparecer otro crack húngaro, Puskas, para darle la vuelta al marcador en el segundo tiempo. El argentino defendió la camiseta perica dos temporadas en las que no llegó a jugar en el Bernabéu y recibir el juicio de la grada por dos inoportunas lesiones. No es fácil ser profeta en tu tierra o donde te han adorado…
Conociendo su carácter ganador, me cuesta creer que se borrara, pero esto ha pasado toda la vida. Con el tiempo, el tema parece pareció haberse refinado y hasta legislado. Se llamaba la cláusula del miedo y se solía incluir en los contratos de cesiones. Como siempre sucede en la Liga, el tema se endureció después de lo mucho que nos divertimos con Munitis y Morientes destrozando al equipo merengue con el que tenían contrato cuando actuaban a préstamo en el Racing y en el Mónaco, respectivamente.
La cláusula del miedo
Qué quieren que les diga, a mí no me gusta. Si no has confiado en el jugador y aunque tenga contrato en vigor contigo y hasta pagues parte de su ficha, si le sacas a préstamo estableces una relación de conveniencia, ya que en realidad estás buscando que se revalorice o que recupere o mejore nivel con la intención de que rinda con tu camiseta en el futuro. Puedo llegar a entender que la Real se protegiera con Sadiq, porque era un caso muy especial sobre todo por su alarmante rendimiento en los últimos tiempos en los que saltaba a la vista que necesitaba resetear y empezar de cero en un nuevo destino. Las cosas como son, su estreno en Liga iba a ser en Mestalla contra los nuestros y ni cotizaba en las casas de apuestas que hubiese marcado un hat-trick con goles de todos los colores.
Pero en el caso de Urko… Un mediocentro que apenas ha tenido oportunidades ni cuando ha completado un buen encuentro como ante el Dinamo de Kiev, no me parece ni justo ni normal (300.000 euros costaba que jugara). Si brilla demostrará que algo has hecho mal para no darle minutos y pondrá la primera piedra para volver en verano y hacerse un hueco en el equipo. Y a los puristas y desconfiados que creen que al enemigo ni agua, recordarles que estas cláusulas ya se encuentran en desuso por vergüenza torera. Y en la semana que se han cumplido seis años de la gesta del inmortal 3-4, ¿se acuerdan de quién anotó el primer gol, que por supuesto no celebró, y de quién marcó el ritmo del partido desde la mediapunta? Un tal Odegaard, cedido por el Real Madrid. ¿Se imaginan que no hubiese podido jugar? Menudo enfado nos habríamos pillado… A ver si dejamos de ser más papistas que el Papa y respetamos y cuidamos más a nuestros propios jugadores, que nunca está de más ver cómo se desenvuelven bajo la presión de tener que demostrar ante su afición lo que no le han permitido dar con la camiseta que sienten y sueñan. Eso no tiene nada que ver con que nos tomen por tontos y sí por ser un club señor como me gusta a mí que consideren a nuestra Real, y por ser consecuente con tus decisiones. Lo dicho, ¡queremos ser los mejores séptimos de la historia cuanto antes! ¡A por ellos!