No se cambiará el horario del Villarreal hasta el sorteo de Copa
La Liga está preparada y ha avisado a varios equipos de que pueden modificar el día y la hora de su encuentro de esta jornada
LaLiga de Fútbol Profesionalha decidido esperar hasta el sorteo de los octavos de final de la Copa, quese celebrará este miércoles, para tomar una decisión sobre el horario del Real-Villarreal fijado para el lunes 13 a las 21.00 horas. En principio, el organismo resolverá en función del emparejamiento tenga en los bombos y después se valorará “si se cambia el de la Real o el de su rival” o, incluso, “si es de esa jornada o la siguiente”. Algo muy improbable, dado que la siguiente semana, después de jugar el domingo 19 en Mestalla, los de Imanol tienen que visitar a la Lazio en Roma, en partido de Europa League, el jueves 23.
Como ya matizó la Liga cuando anunció los horarios de la jornada, algunos de ellos estaban sujetos a cambios. El problema es que el tiempo corre y el día del sorteo ya solo van a quedar tres jornadas antes del sábado, fecha a la que podría moverse el choque. No hay que olvidar que ese día hay un Alavés-Girona en Mendizorrotza, dos equipos que están fuera de la competición y que van a encontrarse con una semana limpia por delante por lo que podrían jugar el lunes sin ningún perjuicio.
En principio la Liga es consciente del lío en el que se ha metido sin ninguna justificación posible ya que sabía de sobra que la Real es un equipo europeo, por lo que en teoría estaba exento de jugar los lunes, y que además cuenta con opciones de hacer algo importante en la Copa. Al parecer, el Villarreal ya podría estar informado de que es muy posible que se cambie el horario, para que no le sorprenda en fuera de juego el adelantar 48 horas su visita a Donostia cuando se lo pueden comunicar solo tres días antes. En la Liga tienen en cuenta también que el cuadro groguet no arrastra a muchos aficionados y la mayoría de los que se desplazan para un encuentro así suelen viajar en el mismo chárter de la plantilla ya que si tratase de otra hinchada más viajera los daños por los billetes comprados y hoteles contratados serían muy reseñables. Lo que generaría, como es lógico también, mucha polémica.
Pero lo grave a día de hoy es que si a la Real le toca el Rayo o el Celta, tendrían tres días menos de descanso antes de la eliminatoria; si le cae el Betis, Leganés o el Valencia (si pasa hoy), dos; y si le emparejan con uno de los de la Supercopa, Getafe, Atlético u Osasuna, uno.
Lo más increíble de todo es que la Liga ha vuelto a tomarse por el pito del sereno las necesidades de la Real. Y no descarten que tenga algo que ver sus protestas elevadas hasta la justicia ordinaria por el horario del Jove Español antes del derbi, para el que solo tuvo un entrenamiento con toda su plantilla al ser semana de parón. De aquellos barros, estos lodos…
El problema es que todos los años le preparan alguna gorda a la Real, como el final del curso pasado, cuando fue de largo el conjunto que menos descanso tuvo mientras se jugaban su pasaporte europeo. Estamos de acuerdo con que todos los clubes han vendido su alma al diablo con los derechos televisivos, pero las injusticias son demasiado evidentes y claman al cielo. La Real no tiene ningún peso en Madrid, por muchos cargos que ocupe su presidente, Jokin Aperribay.