Casi 24 horas después del amistoso de la Real ante el Tokyo Verdy en el Estadio Nacional de Japón, es hora de hacer balance. Lo harán en la planta noble de Anoeta sobre los objetivos comerciales del viaje, los principales; y lo hace también la prensa japonesa, que se muestra contenta de haber tenido en la capital del Imperio del Sol Naciente a un equipo como la Real, aunque el partido tuvo puntos mejorables. Sobre todos ellos, una pregunta flota en el ambiente: ¿por qué había una charanga en uno de los fondos?

La prensa japonesa concede valor a que más de 40.000 espectadores —más de 50.000 según las informaciones iniciales— se dieran cita un miércoles por la noche para un partido amistoso (más cuando aún la competición oficial japonesa está sin concluir), pero queda el regusto de que pudo ser mejor. Los fondos y parte del tercer anillo del Estadio Nacional de Japón no se ocuparon. ¿Por qué?

Tokyo Verdy: problemas con la grada de animación

Como en Europa, los fondos son territorio de los sectores más animosos de los clubes, en este caso, del Tokyo Verdy. La grada de animación de los tokiotas decidió no asistir al amistoso. En primer lugar, porque los asientos del fondo habían quedado reservados. En esas condiciones, era difícil generar ningún ambiente, prosigue el cronista local.

Después los organizadores decidieron dar marcha atrás, pero los peñistas no cambiaron su parecer: no irían, algo que uno de ellos califica de “buena decisión”, más habida cuenta de los retos que le quedan al Tokyo Verdy.

El portal Tokyo Sports también se hizo hueco de las quejas por los asientos vacíos: “En internet hemos podido leer lamentos por la inesperada situación: ‘Los asientos vacíos se notan demasiado en el Estadio Nacional’''.

Y pese a juntar más de 40.000 espectadores, parece que es un fenómeno que se repite en un país en el que el deporte rey es el béisbol a tenor de las webs deportivas: “En los últimos años, ha habido muchos partidos en los que ha habido asientos vacíos cuando han venido grandes clubes del extranjero, y esta vez parece haber puesto de relieve una vez más la dificultad de realizar una gira por Japón”.

Alabanzas deportivas... pero falta gol

En lo deportivo, las crónicas resaltan cómo la Real Sociedad de Take Kubo “emocionó a la nación con su hábil juego de pies” en un partido en el que todos los focos estaban puestos en el astro oriental: “Cada vez que sostenía el balón, el local estallaba y él hacía gala de su toque característico con el balón, esquivando a uno o dos jugadores con facilidad”.

Álvaro Odriozola y Brais Méndez han sido otros dos de los destacados de prensa local, que con 45 minutos vio rápido uno de los problemas de la Real esta temporada: “A pesar de crear ocasiones, no pudieron marcar y el punto muerto se rompió en el minuto 45 de la primera parte, con el gol de Urko González de Zárate”

Tokyo Verdy se estiró un poco más en la segunda parte, pero “el 2-0 del marcador demuestra la capacidad de la Real para clasificarse entre los 16 primeros de la Liga de Campeones de Europa”. Lo deportivo, por lo tanto, no tenía mayor historia entre un equipo en reserva con la temporada recién terminada y el otro aún con competición oficial por disputar. Pero, volvamos al misterio inicial, ¿qué pasaba en las gradas?

Coros y bandas en el fondo

En ese hueco de detrás de las porterías, Yasuda Group, que fue el organizador del partido, decidió contratar a una charanga. Nikkan Sports cita las declaraciones de “un portavoz de la Real Sociedad” para justificar esta decisión: “La actuación de la banda de música se realizó a petición del Grupo Yasuda, que está a cargo de la producción del partido”.

La responsable de amenizar el evento fue la banda de la escuela secundaria y la universidad Senzoku Gakuen, junto al coro de la escuela secundaria, que cantó el himno japonés antes del partido. Una conocida cantante japonesa interpretó de memoria el Txuri-urdin, una acción de mérito notable.

Durante el partido sonaron, recogen las crónicas locales, Don't Lose de ZARD; Paprika de Foorin y Bling-Bang-Bang-Born, de Creepy Nuts, creando una atmósfera que “recordaba más a un torneo de béisbol de la Escuela Secundaria” que a un partido de fútbol. Seguro que Yasuda ha tomado buena cuenta de estas reacciones.