Tierney corta de raíz el rumor que le sitúa fuera de la Real. No puede estar más contento y feliz en su aventura donostiarra. Educado, encantador y muy sonriente, se despide con un ondo segi.
¿Cómo le llaman?
–KT. Las iniciales de Kieran Tierney. Cuando estaba en el Celtic, con unos 17 o 18 años, mi entrenador Martin Miller me llamó un día así y se me ha quedado. En el Celtic, Arsenal y en la Real me conocen así.
Este domingo puede estrenarse en la Copa contra el Málaga.
–Estuve en el banquillo ante el Andratx, pero no llegué a jugar.
La Copa aquí es diferente.
–Si, es poco locura con tantos equipos (risas)… pero tengo ganas de jugar. Quiero hacer mi contribución en la Copa. Ya he jugado en La Liga, en la Champions y en lo que todavía me falta por contribuir es en este torneo.
¿Usted es un especialista, la ha ganado en los dos equipos anteriores.
–En Escocia tres veces y con el Arsenal una. Eliminamos al Manchester City en la semifinal y en la final derrotamos al Chelsea, 2-1. Quiero triunfar allá donde voy. Esa FA Cup llegó en mi primera temporada con el Arsenal. Fue un gran logro para el equipo.
En Inglaterra no juegan en estos campos de hierba artificial.
–En Inglaterra no, pero en Escocia sí. Incluso en primera división tenemos campos con hierba artificial. Con el Celtic jugaba 3-4 partidos por temporada en hierba artificial, así que para mí tampoco era tan extraño
La Copa tiene un sabor diferente al de la Liga.
–Sí, es una sensación distinta. Sabes que ganando 5-6-7 partidos puedes ganar un trofeo mientras que en La Liga son 30 partidos. Así que sí. La Copa es diferente. Creo que tenemos un muy buen equipo y claro que echaremos de menos a algunos jugadores por la Copa Asia, pero tenemos muchas ganas. Sabemos que será duro porque los dos partidos anteriores solo ganamos 1-0… Va a ser duro. Estamos de nuevo fuera de casa, en Málaga… Nos va a costar.
¿Siente que la Real puede ganar a cualquiera?
–Pienso que hay que creer eso sí. Cuando jugamos bien somos un equipo muy grande. Y tenemos que mantener esa confianza de la Champions, donde hemos jugado muy bien y hemos tenido grandes resultados, así que debemos mantener esa misma confianza de otros partidos.
¿Sus compañeros le han contado la historia de la anterior Copa hace cuatro años? ¿Y que no había nadie en el estadio por el covid?
–¿Odegaard estaba aquí?
Sí Odegaard estaba aquí, jugó toda la copa pero se perdió la final porque tuvo que volver al Madrid.
–¿En serio?
Sí y jugó Silva.
–Ah vale. Sí, recuerdo verlo en vídeos de las celebraciones. Cuando iba a venir a la Real busqué muchos vídeos, los highlights, la entrevista tras el partido… La histórica Copa. Tuvo que ser un momento increíble para el club.
“Tenemos que creer en nosotros mismos porque cuando jugamos muy bien nos convertimos en un equipo muy grande”
¿Cómo está el equipo? Porque ahora hay dos lesionados más, Kubo se tiene que ir, Traoré y Sadiq también. Parece una situación difícil.
–Sí, será más difícil sin estos jugadores, pero al empezar la temporada ya sabíamos que estos jugadores iban a tener que irse ahora así que no es una sorpresa. Pero tenemos que estar preparados. Contamos con un buen equipo, los jugadores son muy buenos y siempre nos sentimos preparados.
Están preparados pero los últimos resultados no son buenos...
–No… Nos hubiera gustado sacar más puntos. Cuando miras el contexto del partido del Alavés, con diez jugadores, siempre es más difícil. Pero aun y todo luchamos para mejorar y creo que eso es lo más importante. A veces los resultados serán buenos, otras veces no. Pero si sigues luchando y dándolo todo los buenos resultados se darán más a menudo. Estamos deseando volver a las victorias y a sacar más puntos.
Repetir la Champions este año parece casi…El Girona ha puesto el listón alto. Igual hay que aceptar que el objetivo en la Liga es ser quintos.
–El Girona lo está haciendo muy, muy bien. Creo que es importante apuntar a algo importante. Y hasta que sea imposible seguiremos intentando estar lo más alto posible y obtener cuantos más puntos y victorias sean posibles. Está claro que ahora mismo parece difícil meterse entre los cuatro primeros, pero tenemos que seguir creyendo y al final de la temporada veremos… El fútbol a veces es una locura así que veremos qué ocurre.
En estos momentos todo el mundo ya está esperando a la Champions. ¿Qué pensó cuando sacaron la bola del PSG?
–Estoy ansioso y muy ilusionado. Ya he jugado contra el PSG antes, con el Celtic y sé que tienen un equipo increíble, con jugadores impresionantes.
¿Cómo le fue con Mbappé?
–Es un muy buen jugador. Muy rápido… Todo el mundo sabe esto. Pero creo que estamos aquí porque nos lo merecemos. Tenemos que creer en nosotros mismos. Disfrutar y hacer todo lo que podamos, trabajar duro tal y como hicimos en la fase previa. Hacer exactamente lo mismo y creer.
¿El equipo también cree? ¿Confía en que puede ganar al PSG?
–Sí, creo que todo el mundo está ansioso por jugar. Nadie está pensando en negativo sino todo en positivo. Es un gran viaje el de la Champions. Y en en esta competición vas a jugar contra los mejores, asi que hay que disfrutar el desafío.
¿Y el PSG es igual de bueno ahora que cuando jugaba en el Celtic?
–Siempre es muy difícil jugar contra ellos. Cuentan con jugadores que en un chasquido te pueden meter un gol. Tienen jugadores de talla mundial así que no hay más remedio que ofrecer nuestra mejor versión. Pero lo estamos deseando.
El nivel del equipo ha sido increíble en esta Champions. Ha sorprendido hasta a su propia gente...
–No estoy sorprendido porque cuando entreno aquí veo que hay muchos jugadores de mucha calidad y nivel, el equipo es muy bueno, contamos con un gran entrenador y es probablemente uno de los grupos más trabajadores que yo haya visto. Con todos estos entrenamientos a diario y el nivel de exigencia en los mismos los buenos resultados acaban llegando. Y cuando lo veo desde dentro, no me sorprende porque veo todo ese trabajo que estamos haciendo.
Imanol siempre dice que se juega como se entrena.
–Sí, y es muy cierto. Cuando llegué aquí, no es que estuviera en shock o sorprendido pero me alegré de que la intensidad de los entrenamientos fuera tan alta. Soy un jugador al que le gusta la intensidad, así que me gustan este tipo de sesiones. Entrenar a esa intensidad es duro, pero es por ello que no estoy sorprendido de que todo el mundo se encuentre tan en forma y listo para competir al máximo.
¿Cómo es su relación con Imanol?
–Muy buena.
Será gracioso supongo. Sé que el nivel de inglés de Imanol no es muy bueno… Un inglés de Orio.
–Bueno ni mi castellano es tan bueno todavía tampoco (risas).
¿Y cómo se entera de todo lo que dice?
–Si hay algo muy importante le pedimos a Merino o a alguien que hable ingles que traduzca. Pero si no, podemos mantener una conversación en castellano o incluso con un poquito de euskera. Ondo (risas).
¿El inglés de Newcastle de Merino se parece al escocés o qué? Su acento ya no es tan escocés, parece más refinado, casi londinense...
–Ni hablar (risas). Me piden que hable despacio porque si hablo normal no me entienden nada. Tengo mucho acento escocés.
Regreso a la competición. Por una cosa o por otra, en la Liga les está costando más. Les conocen...
–Sí, creo que no vamos a contar con partidos fáciles, pero todavía estamos a mitad de temporada, quedan muchos partidos… Tenemos jugadores importantes lesionados. Y todavía es pronto para saber si deberíamos de estar más arriba en la tabla y si deberíamos de estar haciéndolo mejor. Creo que nos encontramos en una buena posición pero sabemos que en algunos encuentros lo podríamos haber hecho bastante mejor.
¿Cuándo llegó le sorprendió el nivel de los más jóvenes de Zubieta?
–Sí, cuando llegué me dijeron que teníamos como 15 jugadores de la casa, de Zubieta, y eso si me sorprendió mucho porque no es algo que se vea mucho. Viendo lo bien que lo hemos hecho en la Champions el mundo se está dando cuenta de qué es la Real Sociedad. Piensan en ¿cómo pueden ser tan buenos cuando suben tantos jugadores de la academia? Y para mí es una historia increíble. Mis amigos me preguntan a ver cuantos jugadores son vascos y les digo que igual hay 15 o 16… Muchos y no me creen (risas). Así que creo que es una historia increíble.
Tampoco conocería el nombre de Aihen Muñoz y es una importante competencia para su puesto...
–Sí, es un gran jugador, muy profesional. Trabaja durísimo todos los días y nos apoyamos mutuamente. Si juega él yo le apoyo al 100% y si juego yo él me apoya a mí. Es perfecto. Cuando militas en un club que juega la Champions y en la Liga necesitas a toda la plantilla unida. Y creo que este es el mejor club para apoyar a todo el mundo. Aihen siempre está con una sonrisa en la boca.
“Aihen es un gran jugador, muy profesional, que trabaja muchísimo: cuando juega él, yo le apoyo, y al revés lo mismo. El equipo está unido”
Y el nivel del club y sus instalaciones. ¡Zubieta ya parece la NASA!
–Cuando llegué el primer día fui al gimnasio y me pareció todo perfecto. Tenemos todo lo que necesitamos, todo el mundo es encantador y cercano, nos ayudan mucho. Todo es genial.
¿Imanol es muy diferente a Arteta, su entrenador en el Arsenal, o no tanto?
–No lo creo, no. Apuestan por el mismo estilo de futbol. Los dos quieren jugar, presionar fuerte arriba y finalizar. Estas tres cosas son las más importantes como resumen de su idea. Luego cada entrenador obviamente tiene sus diferencias, pero los principios de ambos son muy parecidos.
¿Mantiene una buena relación con Arteta?
–La verdad es que sí. Todo está bien con él. El año pasado no jugué y me pasé mucho tiempo en el banquillo. Pero esto es fútbol, no tengo ningún problema con él. No tuve casi lesiones, jugué unos 30 partidos, muchos saliendo desde el banquillo, pero me encontraba bien.
¿Recuerda el primer contacto que mantuvo con la Real?
–Mi agente me dijo, unas dos semanas antes de venir, ¿qué te parece la Real? y le dije que sí al 100%. Tenía ganas de probar en España o Italia, lejos de Inglaterra, y cuando me dijo lo de la Real le dije que teníamos que hacerlo. Me comentó que tal vez llevaría un par de semanas...
¿Y qué conocía de la Real antes de esa llamada y de preguntarle a Odegaard o al mismo Arteta?
–Recuerdo que cuando tenía 17 años, el Celtic jugó contra la Real un amistoso. Creo que David Moyes era el entrenador. Yo estaba en el Celtic, en el banquillo, y me acuerdo que los seguidores del Celtic sacaron la bandera vasca, y que los seguidores de la Real también tenían esas banderas. Y antes de eso, cuando era pequeño, con unos 8 años pregunté un día a mi padre por esa bandera y me contó que era la bandera vasca. Él sabía mucho acerca del tema, me contó todo y luego ya me informé yo. También cuando firmé por el Arsenal y Nacho Monreal vino aquí, le seguí de cerca porque era muy buena persona.
¿Y recuerda algún jugador de la Real que disputó aquel amistoso?
–No, yo estuve en el banquillo así que no recuerdo quien jugó exactamente, pero no recuerdo si alguno de los de ahora jugó o no. Tendré que comprobarlo.
¿Cómo es su vida en Donostia?
–Vivo con mi novia, que también es escocesa, y nuestro perro y vivo no muy alejado del centro, a unos 20 minutos andando. No quiero vivir en las afueras.
¿Qué le parece la ciudad?
–Es preciosa. No había estado nunca y no sabía demasiado de la ciudad. El otro día subimos el monte Urgull y las vistas desde arriba (Sagrado Corazón) eran impresionantes (me muestra un vídeo). Pero esto no se puede contar, hay que venir y verlo. Te deja sin palabras.
¿Le visitan mucho?
–Si, han venido amigos y mi familia.
El tiempo no le será muy desconocido…
–No (risas). A veces es muy escocés, sobre todo cuando llueve mucho.
¿Y la comida?
–Simplemente la mejor que he conocido. Mi plato preferido es la chuleta.
Me ha contado que incluso no echa de menos Escocia.
–Bueno, echo de menos a mi gente. Estas navidades he vuelto a Escocia y he sido feliz y he disfrutado mucho. Cuando me retire sin duda viviré allí, pero, en estos momentos, todos los días estoy encantado de estar aquí. No estoy pensando en la vida que llevaba en Londres o Escocia.
¿Y cómo va su castellano?
–Poco (en castellano, y se ríe). Al entrenador le entiendo todo. A los jugadores depende de a quién (risas). A algunos sí. Mi profesora ha estado enferma dos o tres semanas. Doy dos clases a la semana. Mi novia también, y luego estudiamos los dos juntos.