Sucedió el jueves 21 de diciembre a primera hora de la mañana, con muchos realzales trabajando, otros disfrutando de Santo Tomas y la hinchada en general pensando, en clave futbolera, en el partido vespertino contra el Cádiz. En esas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunció respecto al “abuso de posición de dominio” de la UEFA, dando así luz verde a una Superliga tras cuyo nombre se esconde un universo de cambios. No parece que vaya a salir adelante el nuevo proyecto de torneo. Pero la puerta está abierta a nivel jurídico, y esto también afecta a clubes como la Real Sociedad. ¿En qué sentido? NOTICIAS DE GIPUZKOA trata de explicar, respondiendo a diez preguntas, cómo el terremoto que se avecina en el fútbol europeo puede condicionar el futuro txuri-urdin.
1- ¿QUÉ DIJO EXACTAMENTE EL TRIBUNAL? El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó el pasado 21 de diciembre que la UEFA incurre en “abuso de posición de dominio” a la hora de organizar competiciones de fútbol en el continente. Gran parte de las reacciones posteriores al fallo se han centrado en la Superliga y en debatir sobre lo bueno y lo malo del nuevo proyecto de torneo. La sentencia, sin embargo, resulta mucho más amplia que todo eso, y apunta en mayor medida al largo plazo que al corto.
Así, el famoso auto, más que para autorizar a Florentino y a sus socios a promover la Superliga, sirve para dibujar un nuevo telón de fondo que se perpetuará en el tiempo. El tribunal europeo vino a decir, pronunciándose como se pronunció, que la UEFA no tiene licencia para hacer y deshacer a su antojo, y esta es una consideración de muy potente calado. El máximo organismo continental viene organizando sus torneos desde 1954, con exclusividad y de forma unilateral. A partir de ahora, mientras, deberá tener mucho más en cuenta a los grandes protagonistas, los clubes, porque estos tienen licencia legal para abandonar el ecosistema.
2- ¿LLEGARÁ A JUGARSE ESE NUEVO TORNEO? No, no tiene ninguna pinta de que esa Superliga cuyo formato se presentó al calor de la sentencia europea vaya a hacerse realidad. Durante las horas posteriores al dictamen, la catarata de reacciones al proyecto resultó mayoritariamente negativa en toda Europa, con los clubes de la Premier League y de la Bundesliga expresándose de forma especialmente vehemente. También lo hizo la Real, contraria a una iniciativa que no tiene visos de cristalizar y cuya naturaleza, además, no parece descabellado poner en duda.
Y es que cuesta creer que los promotores de la Superliga no estuvieran al tanto de que el mundo del fútbol les iba a dar la espalda de forma tan clara.Esto no fue óbice, sin embargo, para que el proyecto de torneo fuera puesto públicamente sobre la mesa, iniciándose así una especie de partida de póquer. “Tenemos luz verde y esto es a lo que aspiramos”, vinieron a decir los partidarios de un cambio que no se va a dar de forma inmediata, pero al que el fútbol europeo sí va a tender, en mayor o menor medida, durante estas próximas temporadas. ¿Por qué? Lo analizamos en los siguientes puntos.
3- ¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EL DICTAMEN? La sentencia del día 21 modifica una circunstancia clave. A partir de ahora, la UEFA pasa ya a organizar sus competiciones sabiendo que la puerta está abierta, y que los clubes que así lo deseen pueden marcharse. No es poca cosa. De hecho, es mucho. La historia reciente de los torneos europeos ya evidencia una trayectoria clara hacia el fútbol negocio y hacia la voluntad de contentar a los equipos más potentes. Ahora semejante tónica va a ir a más.
Hasta los 90, la antigua Copa de Europa se jugaba íntegramente con eliminatorias. Emergieron después las fases de grupos. A finales de aquella misma década dejaron de competir de forma exclusiva los campeones de las ligas nacionales, haciéndose hueco a otros clubes de los países con mayor nivel. Se eximiría a continuación a estos de disputar las difíciles previas veraniegas. Y así llegamos al punto actual, en una temporada 2023-24 que, en los campeonatos más fuertes, puede repartir hasta cinco billetes de Champions. Si el camino ya venía siendo este, imaginen lo que se cocinará a partir de ahora, existiendo sustento legal para que los clubes gordos presionen en mayor medida.
4- ¿QUÉ SE ATISBA AHORA EN EL HORIZONTE? Visto el modo en que la gran mayoría de los equipos de Europa se ha alineado con la UEFA, todo apunta a que el trienio 2024-2027 transcurrirá sin novedades. Cabe recordar que el organismo europeo ya tiene cerrado y vendido (en cuanto a patrocinios y derechos de televisión) el formato de los torneos en las siguientes tres temporadas a partir de septiembre. Entrará en liza entonces el denominado sistema suizo de competición, en detrimento de las liguillas de cuatro equipos. Se mantendrá la distinción entre Champions, Europa League y Conference. Y, lo que es más importante, el acceso a cada uno de estos torneos se determinará exclusivamente por lo que suceda en las ligas nacionales durante la campaña previa.
El nuevo sistema de los torneos continentales beneficiará una vez más a los clubes más importantes, dotándoles de una mayor red de seguridad para acceder a las eliminatorias por el título (solo doce equipos de 36 caerán en las primeras fases). Pero sí se mantendrá, al menos, un principio clave contra el que atenta el proyecto de Superliga: todos los contadores de méritos para jugar en Europa se pondrán a cero tras cada temporada.
5- ¿Y PARA DESPUÉS? EL MOMENTO DE NEGOCIAR... He aquí la madre del cordero. Explicábamos en el punto anterior que la comercialización de los torneos europeos ya está cerrada hasta 2027, y que el posicionamiento mayoritario de los clubes en favor de la UEFA viene a garantizar que se cumpla la hoja de ruta hasta entonces. Después del trienio en cuestión, sin embargo, espera la nada, un vacío sobre el que, visto el contexto, a la propia UEFA y a los propios clubes no les quedará otra que negociar. El inicio de las conversaciones estará próximo, porque estas cosas se cocinan con tiempo.
Sí, el ente organizativo y los equipos deben sentarse para comenzar a dilucidar qué será del fútbol europeo a partir de 2027. ¿Cuántas competiciones habrá? ¿Cuál será el sistema para clasificarse? ¿Permanecerán todos los clubes en el ecosistema o se producirán escisiones? Si hablábamos antes del dictamen del tribunal europeo como telón de fondo, estamos aquí ante el verdadero campo de batalla. Posiblemente algunos de los clubes que ahora juran fidelidad a la UEFA estén simplemente esperando a que llegue el momento adecuado para tensar la cuerda. Y ese momento sería el de la negociación a tres años vista...
6- ¿QUÉ FORMATOS PROPONDRÍAN LOS 'GRANDES'? No hace falta tener una bola de cristal para vaticinar hacia dónde irán los tiros. Los clubes gordos de Europa pondrán en marcha sus respectivas maquinarias para tejerse redes de seguridad lo más grandes posibles. Propondrán formatos de competición poco proclives a las sorpresas, tratarán de acaparar un mayor porcentaje en cuanto a cupos de participación y explorarán quizás un terreno prácticamente tabú hasta la fecha, el de los sistemas de acceso mixtos, con algunas plazas otorgadas por el coeficiente de los cinco años previos y no por méritos inmediatos.
Los transatlánticos del continente empujarán hacia un fútbol más elitista, reservado en mayor medida a equipos de las grandes ligas y con gran músculo financiero. Buscarán así , en definitiva, algo en cierto modo parecido a la Superliga, pero bajo el paraguas de la UEFA y rozando ya líneas rojas (las de los citados sistemas de acceso) cuya vulneración levantaría protestas populares en países sensibles como Inglaterra o Alemania. El producto resultante comenzará a funcionar en 2027. Es decir, dentro de nada. Se avecinan cambios en el fútbol europeo...
7- ¿Y LA REAL? ¿EN QUÉ SE VERÁ AFECTADA? La Real mira a semejante panorama asumiendo que, pese a integrar la directiva de la ECA (Asociación de Clubes Europeos), su peso no resultará de gran importancia en las conversaciones entre la UEFA y los equipos de mayor envergadura. A los txuri-urdin, así, solo les cabe dar continuidad a su trayectoria reciente, tanto en los despachos como en el campo, para alcanzar bien situados ese nuevo ciclo que arrancaría en 2027.
Hace ya cinco años, en diciembre de 2018, Jokin Aperribay expresó que “si se termina creando una Superliga, también la habrá en una segunda categoría”, recalcando a continuación su voluntad de construir una Real “preparada” para acceder a esa hipotética división de plata... Pues bien, las últimas cuatro clasificaciones del cuadro blanquiazul para competir en Europa sitúan a este en la senda correcta, más aún a raíz de la brillante actuación en la Champions que los de Imanol desarrollan actualmente. Se trata de atender a este contexto de cambios desde la humildad de saber que la Real no integraría una selección de élite, pero también desde la ambición de aspirar a ocupar un buen lugar en el nuevo escenario.
8- ¿DÓNDE ESTÁN LOS DE IMANOL EN EL RANKING? Lo que se decida para 2027 tendrá todos los visos de suponer un punto de partida clave que los grandes clubes querrían cuidar y asegurar. ¿Cómo? Para ellos significaría un riesgo excesivo fiarlo todo a los resultados deportivos de la campaña previa, la 2026-27, y quizás propongan potenciar los famosos coeficientes continentales, guarismo que todos los equipos se van autogenerando con sus resultados internacionales de las cinco temporadas anteriores.
En este último sentido, para la Real resulta gratificante verse ahora mismo en la 38ª plaza de la UEFA, gracias a sus cuatro participaciones consecutivas en Europa. Los txuri-urdin pisan ya un terreno desde el que, de establecerse (por ejemplo) tres divisiones continentales en función del ranking, accederían de inicio al reparto de plazas europeas. Y esta es una gran noticia. Parafraseando a su presidente, la Real parece “preparada” en lo deportivo para encarar futuros cambios, circunstancia que se da también en lo económico (cuentas saneadas) y en lo institucional (el club integra la directiva de un órgano de peso en este sentido como la propia ECA).
9- ¿POR QUÉ ES CLAVE LA EUROPA "RECURRENTE"? Las ligas nacionales resultan sagradas para la UEFA: determinan anualmente quién juega las siguientes Champions, Europa League y Conference. Pero este es un caballo de batalla clave que figura en el trasfondo de todo, y que habrá que ver si cambia a futuro dentro de este nuevo contexto legal, con los grandes apretando. Si en 2027 tal concepto es vulnerado, aunque sea en parte, y toca tirar de coeficientes para influir en el reparto de plazas europeas, la Real tiene ya asegurados 34.000 puntos (16.000 del pasado curso y los 18.000 del actual), un guarismo muy positivo. A la hora de lograr una cifra superior de aquí a entonces, el gran objetivo txuri-urdin en clave de futuro debe apuntar a sumar en la Liga nuevas clasificaciones continentales, independientemente de para qué torneo.
Toca subrayar que, aunque existen fijos de puntos que incentivan acceder a la mejor competición europea posible, alimentar el ranking propio puede ser incluso más sencillo en Europa League y Conference que en la Champions, ya que la teórica menor exigencia de los rivales compensaría ahí los pluses que el máximo torneo te pueda reportar.
10- ¿NOS LLEGA ESTE LÍO EN UN BUEN MOMENTO? Tomando ya algo de distancia y mirando desde una óptica meramente txuri-urdin a los últimos acontecimientos, hay que felicitarse de que estos tengan lugar ahora y no en épocas durante las que la Real vivía una situación mucho peor. Que el fútbol europeo haya recibido un espaldarazo jurídico importante para convertirse en cada vez más elitista no significa una buena noticia para el conjunto blanquiazul. Sin embargo, el sabor de boca en los despachos de Anoeta debe ser agridulce, dado el mencionado buen posicionamiento del club de cara a futuros cambios.
Pese a los apoyos expresados hacia la UEFA estos últimos días, es de prever que muchos clubes grandes del continente aprieten durante los próximos meses-años para abrir mayores distancias respecto a los equipos situados uno o dos escalones por debajo. Puestos a asumir esta inercia difícilmente evitable, siempre resultará recomendable afrontar tal contexto lo más cerca posible de la élite, y no descolgados como corren el riesgo de quedar otros. El fútbol europeo presenta muchos casos de clubes históricos en apuros y a quienes el gran cambio cogerá a contrapié...