Siempre compiten. No les pierden la cara a los partidos. Y acreditan la camaleónica capacidad de adaptarse a cada contexto sin que los matices les resten un ápice de identidad. A los juveniles de la Real Sociedad, sin embargo, les viene faltado un punto de suerte para obtener mejores resultados en la UEFA Youth League: los famosos detalles. Juegan con un evidente déficit físico respecto a sus rivales, en cuanto a complexión y constitución. Lo nivelan a base de fútbol. Pero luego los puntos llegan a cuentagotas, solo cuatro en cinco jornadas, una cifra que nos les hace justicia. Para muestra, un botón. Para muestra, lo de este miércoles en Zubieta contra el Red Bull Salzburgo, uno de los gallos del campeonato.

El equipo entró bien al partido, mejor que el conjunto austríaco, dentro, eso sí, de un contexto de gran equilibrio. Una vez más, Mikel Llorente mostró como técnico cintura táctica para adaptarse a las circunstancias sin desnaturalizar a su escuadra, cosa que en esta ocasión pasó por hacer mutar el sistema, uno en fase defensiva y otro bien distinto durante la ofensiva. A la hora de ejercer una agresiva presión alta, los txuri-urdin replicaron el 4-4-2 con rombo del Salzburgo lanzando a Mariezkurrena a primera línea y recogiendo dentro a los extremos Ramírez y Otadui. Cuando tocó atacar, mientras, la escuadra blanquiazul dibujó un 4-3-3 largo para estirar al rival, atraerlo en salida de balón y buscar desde los laterales las caídas a banda de Arruti y sobre todo del propio Mariezkurrena, los interiores.

Ocasiones locales

El encuentro resultaba parejo, pero, mientras los locales se las arreglaban para minimizar las ofensivas austríacas, el Salzburgo sí vio a Ramírez y al omnipresente Mariezkurrena acercarse al gol durante el primer cuarto de hora. El canario disparó desviado. El de Astigarraga remató alto. Y la contienda se adentró entonces en una larga fase de agresivas presiones, duelos individuales y escasos hallazgos de superioridades. Nada sucedió hasta el fatídico minuto 39. O casi nada. Porque en realidad sí que ocurrió algo. El árbitro belga, a quien ya le había costado sacar la primera amarilla al pivote visitante, Sulzbacher, perdonó a este la segunda tras una muy fuerte entrada sobre Otadui. Faltaba aún más de una hora de encuentro, pero los austríacos siguieron con once, un privilegio del que ya han privado más de una vez a esta misma Real durante la competición.

Casualidades de la vida, cuando el partido apuntaba ya a marcharse al descanso sin goles, el indultado Sulzbacher remató un córner para marcar el 0-1, justo después de que el meta Folgado salvara con el pie la primera ocasión visitante del encuentro. No quedó ahí la cosa, porque casi con el tiempo cumplido llegó el segundo, en una falta lateral que lanzó Zeteny, se envenenó con el viento a favor y se coló por la escuadra de la portería txuri-urdin. Los 45 minutos iniciales habían resultado igualados, con superioridad local a los puntos. Le habían perdonado la roja a un futbolista visitante, aún con 0-0. Y sin embargo los de Mikel Llorente se marchaban al vestuario con una desventaja de dos dianas...

Tras el descanso

La segunda parte tuvo menos historia. El entrenador del Salzburgo retiró del campo al famoso Sulzbacher. Lógico. Reforzó además la presión en el eje central con un triple cambio, incluido el de su pivote. Y controló relativamente mejor a una Real cuyo técnico comenzó a tocar teclas alternativas. Poco a poco fue dando mayor vuelo a los laterales y centrando a las alas, Ramírez y un ya escorado Mariezkurrena. Con el ingreso de Eceizabarrena trató de dotar a Lebarbier de un socio más asociativo para el inicio de los ataques. Pero las manecillas del reloj avanzaban sin que nada sucediera en el área visitante, En la local, mientras, Reischl tuvo el 0-3 en sus botas, ocasión de la que ahora mismo se acordaría en mayor medida si el arreón final txuri-urdin se hubiese traducido en algo más.

La tuvo Garro con la izquierda. La tuvo Arenzana a la salida de un córner. Y la volvió a tener el punta antes de mostrarse quizás demasiado generoso y pasar a Mariezkurrena, encontrándose solo ante el portero Hamzic. No pudo ser, pero Zubieta despidió a los suyos con merecidos aplausos. Enfrente estaba uno de los grandes favoritos para ganar un torneo del que, además, la Real no queda eliminada, gracias al posterior 1-1 registrado en Portugal entre Benfica e Inter. Para avanzar a las eliminatorias, los txuri-urdin deberán ahora ganar en la última jornada en Milán y esperar a que el propio Benfica pierda en Salzburgo, una carambola nada descabellada. Un empate entre austríacos y encarnados también podría servir, pero obligaría ya a los de Mikel Llorente a vencer por improbable goleada en tierras transalpinas.

REAL SOCIEDAD Folgado; Amenabar (Garro, m. 49), Beitia, Astigarraga, Olarra; Lebarbier (Beobide, m. 90), Arruti (Astiazaran, m. 75), Mariezkurrena; Ramírez, Arenzana, Otadui (Eceizabarrena, m. 49).

RED BULL SALZBURGO Hamzic; Gevorgyan (Atiabou, m. 65), Leitner, Zikovic, Pejazic; Sulzbacher (Paumgartner, m. 45), Neumann (Neto, m. 81), Zeteny; Sadeqi (Trummer, m. 45); Reischl, Daghim (Verhounig, m. 45).

GOLES 0-1, m. 39: Sulzbacher. 0-2, m. 45: Zeteny.

ÁRBITRO D’hondt (Bélgica). Amonestó al local Astigarraga y Eceizabarrena; y a los visitantes Sulzbacher, Leitner, Verhounig y Zeteny.

ESTADIO Partido disputado en el campo Z7 de las instalaciones de Zubieta, con buena afluencia de público y un fuerte viento.