"Otra vez en Europa van a ver a la Real" resuena cada vez que el conjunto de Imanol comparece en Anoeta. Y vaya si Europa está viendo a la Real. Lisboa cambió ayer el rojo del Benfica por el txuri-urdin del cuadro visitante. Arengados por su patrón, Imanol Alguacil, que la víspera aseguró que los suyos llegan al Estádio Da Luz "a ganar", los 3.500 aficionados realistas se han echado este martes a las empinadas y adoquinadas calles lisboetas para disfrutar de una nueva jomada de Champions.

La capital portuguesa es hoy más txuri-urdin que nunca. Llegados de todos los puntos de Gipuzkoa, los realzales disfrutan de las horas previas al encuentro en un ambiente extraordinario que ha tomado color en las últimas horas. Si en las jornadas previas los guipuzcoanos pasaban por simples turistas, hoy es el fútbol el gran protagonista. Lo único que de momento está desluciendo la jornada es el tiempo. Ni siquiera la lluvia ha querido perderse la fiesta de Champions, y aunque la temperatura es agradable, los chaparrones que están cayendo sobre Lisboa están, a ratos, silenciando la animación.

Se nota que desde primera hora de la mañana están llegando a la ciudad los autobuses organizados que han partido de Gipuzkoa. También los vuelos de quienes han esperado hasta el último momento para viajar. A ellos se han sumado, a lo largo de la mañana, decenas de realistas que anoche tomaron la noche lisboeta en una de esas juergas épicas que invitan este tipo de desplazamientos masivos. Dicen los testigos que los alrededores de la plaza Luis Camoes parecía la Fermín Calbetón cualquier sábado por la noche. Alguno incluso se ha visto sorprendido por el amanecer en plena juerga y busca ahora recuperar fuerzas para llegar en plena forma al encuentro de esta noche.

En un ambiente mucho más tranquilo, unos pocos aficionados tuvieron incluso la oportunidad de disfrutar de una animada charla con Imanol y otros miembros del cuerpo técnico, a quienes se encontraron en el mirador Postas do Sol. No han sido los únicos miembros del equipo que han aprovechado para disfrutar de los encantos de Lisboa: varios fisios y preparadores han aprovechado la mañana para pasear por la ciudad.

La afición está confiada, aunque también es consciente del nivel del rival. La victoria del pasado sábado ante el Mallorca en Anoeta, sumado a que los realistas son lideres de su grupo en la Champions, permiten soñar con grandes gestas. La Real ha dado sendos recitales de fútbol en los dos encuentros anteriores ante el lnter de Milán y el RB Salzburg, por lo que la victoria se antoja fundamental para dar un paso de gigante de cara a la clasificación para los octavos y apear, de manera casi definitiva al cuadro lisboeta, uno de los grandes del grupo. No obstante, los más cautelosos no dudan en dar por bueno el empate. Pero también los hay optimistas. Un aficionado se ha paseado con una orejona de gomaespuma con cintas blanquiazules. Por qué no soñar.

Se acerca la hora de la verdad. Los realistas están llamados a reunirse a las 14.00 horas en la Plaza del Comercio y aunque los grupos, muchos de ellos familias con niños (quizás animados por la huelga en educación), se están acercando con bastante antelación al lugar, lo cierto es que los intensos chaparrones están desluciendo la gran quedada. Los aficionados tratan de guarecerse como pueden en los pórticos de la céntrica plaza y las camisetas txuri-urdin van tapándose por abrigos y chubasqueros. Pero los cánticos no dejan lugar a dudas: hoy Lisboa, y Europa, van a ver a la Real.