Kieran Tierney no ha podido aterrizar con mejor pie en Donostia. El pasado 30 de agosto era presentado oficialmente como nuevo jugador txuri-urdin y, una semana más tarde, debutaba en Anoeta, en el once que arrancó contra el Granada. “Sentí que lo hice bien, pero tengo mucho más por enseñar. Jugué con una sonrisa en la cara y lo he estado haciendo también en los entrenamientos”, ha declarado el jugador en The Scottish Sun, donde ha destacado la excelente acogida que ha tenido por parte de sus nuevos compañeros y cuerpo técnico: “El entrenador y los compañeros no han podido hacer más por mí antes del sábado. No es fácil ir a un país nuevo y tener solo unos días antes de debutar, sobre todo si llevas tanto tiempo sin jugar. Gran parte del mérito es de la gente del club”
Tierney fue sustituido mediada la segunda mitad del encuentro, con el marcador ya muy favorable a la Real, y recibió la primera gran ovación de su nueva hinchada: “Estoy emocionado por haber jugado mi primer partido en La Liga. Quería jugar más tiempo, pero es comprensible que me quitaran, más cuando llevo cuatro meses que no soy titular”.
El escocés, cedido por el Arsenal, se muestra encantado con su decisión de haber recalado en la Real. Confiesa que, desde el momento en que conoció el interés del club donostiarra, se puso a investigar “en Google” tanto sobre el equipo como sobre la ciudad. “La Real se convirtió rápidamente en mi primera opción. Mi capitán en el Arsenal, Martin Odegaard, me contó todo sobre el club y la ciudad y me dijo que era un gran paso para mí. Él ha sido de gran ayuda”.
Con toda la información a su alcance, a Tierney no le costó tomar una decisión: “Tenía diferentes opciones, pero le dije a mi agente que mi corazón estaba puesto en la Real. Todos me hicieron sentir querido y en el Arsenal me hicieron ver que iba a estar encantado en la Real. Sentí que era el momento de ir”.
El escocés no solo se muestra encantado, sino también maravillado con la filosofía del club y la ciudad que le ha acogido: “Siempre quise jugar en el extranjero y la Real es un club en el que la gente se siente muy orgullosa de pertenecer a él. No suelen fichar muchos extranjeros, ya que históricamente la plantilla está formada por gente del lugar. Hay alrededor de 15 jugadores que han pasado por la cantera”.
Por ello, considera que la apuesta por hacerse con sus servicios es para sentirse “orgulloso”. “Es una increíble muestra de fe y es un honor y un orgullo para mí jugar en la Real. Lo único que quiero recompensar la confianza que me han dado todos en el club, porque la acogida ha sido espectacular y es el mejor vestuario que podría haber deseado”.
Además, confiesa ser un loco de la Liga: “Cuando era niño veía cualquier fútbol que echaban por la tele, incluida la Liga. Es una competición increíble con clubes increíbles y estoy emocionado. Estaba nervioso antes del partido porque es un nuevo país, un nuevo idioma, un nuevo club, nuevos compañeros y una nueva liga”.