Parece que fue ayer y, sin embargo, ya han transcurrido 16 días. El pasado domingo 28 de mayo, la Real certificó su billete para disputar la próxima Champions League, un éxito cercano aún en el tiempo y que la plantilla txuri-urdin todavía saborea: hay jugadores que ni se han marchado de vacaciones, otros acaban de llegar a sus respectivos destinos y existe también un grupo, el de los internacionales, cuyos integrantes ni siquiera pueden dar por finalizada la temporada 2022-23. ¡Como para pensar en la siguiente! El caso es que los señores de la UEFA no se están quietos y, tras organizar el sábado la final de Estambul entre Manchester City e Inter de Milán, dan este martes el banderazo de salida a una nueva edición de la Liga de Campeones, la que jugará la propia Real. Se trata de celebrar el primer acto del nuevo torneo, un sorteo que para el aficionado de a pie suena friki a más no poder.
CUATRO CLUBES. El Tre Penne entra en el bombo en calidad de campeón de San Marino, tras conquistar su quinto entorchado nacional: no deja de resultar curioso que hasta quince clubes disputen la liga de un país cuya superficie es de únicamente 61 kilómetros cuadrados. El Atlètic Escaldes participa en las previas porque ha demostrado ser el mejor equipo adscrito a la Federación de Andorra, lo cual no significa que hablemos del mejor equipo del Principado: lo es el Andorra de Piqué, que juega en Segunda División y está adscrito a la Federación Española. Con el Buducnost de Montenegro se da un caso curioso, pues pertenece a un país con cierto nivel futbolístico pero cuyos equipos no rinden en Europa, lo que explica la presencia del cuadro balcánico en esta ronda preliminar. Y completa la lista de sorteados el anfitrión Breidablik, actual tercer clasificado de la liga islandesa y ganador el pasado octubre de la anterior edición: allí el campeonato se disputa en años naturales.
POCO QUE RASCAR. Cuando el 1 de junio de 2024 Wembley albergue la final de la próxima Champions, nadie se acordará de estos cuatro modestos clubes, a quienes corresponderá pelear a finales del presente mes por una sola plaza en la primera eliminatoria previa. Se medirán los días 27 y 30 en formato final four. Y el vencedor continuará vivo con el principal objetivo de caer lo más tarde posible a cuadros modestos, cosa que sucederá de inmediato con los tres perdedores. Tre Penne, Atlètic Escaldes, Buducnost o Breidablik se darían con un canto en los dientes si terminaran disputando la fase de grupos de la Conference. El pasado verano, no lo consiguió ninguno de los participantes en esta fase preliminar, ni siquiera el que la ganó, el Vikingur de Reikiavik, adversario de la Real en la Copa de Europa 1982-83.
¿POR QUÉ ELLOS? Cuando terminó la temporada 2021-22, las federaciones de Andorra, San Marino, Montenegro e Islandia eran las que peor coeficiente presentaban, de ahí que sus campeones tengan que iniciar ahora la Champions desde las catacumbas del fútbol europeo. El final de la actual campaña, mientras, implica de cara a 2024 la salvación de los nórdicos en detrimento de Macedonia del Norte, una mera anécdota para los equipos españoles. Estos, en cualquier caso, deberían preocuparse de mejorar en lo global sus prestaciones continentales para evitar que les vuelen billetes. Los clubes de la Liga solo han firmado este pasado curso el cuarto mejor papel internacional, superados (en este orden) por los representantes de Premier League, Serie A y Bundesliga. ¿Consecuencias? Que, en la próxima temporada, Inglaterra e Italia repartirán cinco pases para la Champions y no únicamente cuatro, pena para una Real a la que le interesaría una barbaridad ese cupo extra.
