La Real Sociedad quiere aprovechar su primer intento de los tres que se ha ganado después de su triunfo en Barcelona para sellar su pasaporte para la Champions. Las cuentas están claras y no podrá contar con una celebración definitiva esta noche porque, aunque ganen los realistas al Almería, todavía tendrán que esperar a que el Villarreal no lo haga mañana ante el Cádiz en su estadio. De todas formas, si, como tanto le gusta a Imanol, se centran en lo suyo, la gloria del cuarto puesto se encuentra a cinco puntos con nueve por disputar.
El conjunto txuri-urdin ha llegado en plena forma al final de la temporada. Su entrenador lo ha reconocido sacando pecho al recordar que llegan en plenitud gracias a los momentos en los que, desgraciadamente, tensó mucho la planificación y provocó que el equipo se viera muy mermado con una plaga de lesiones. Desde la siempre dolorosa derrota en Bilbao el 15 de abril, los donostiarras han disputado seis partidos con cuatro victorias y dos empates. Es decir, sin derrota. Ahí está la última clave para alcanzar un objetivo tan importante como es la Champions. “El objetivo que me queda”, tal y como lo ha calificado el propio Imanol.
Después del empate en Girona en Anoeta, que pareció enfriar sus aspiraciones, la Real cosechó un triunfo histórico en Barcelona 32 años después, lo que supone un golpe casi definitivo para el Villarreal, su gran perseguidor, que se las prometía muy felices tras su victoria in extremis en Girona. A los vascos les queda el Almería hoy en casa, visitar el Wanda y el Sevilla en Anoeta, mientras que los amarillos reciben al Cádiz, van a Vallecas y cierran el curso contra el Atlético en su estadio.
Dos bajas importantes
Imanol va a contar con dos bajas importantes por acumulación de amonestaciones: Zubeldia e Illarramendi. Aunque no lo reconocerá nunca, el técnico está encantado porque le ha salido de maravilla la mitad de su plan semanal, lo que le va a permitir cambiar a medio equipo. En defensa puede haber hasta tres cambios, con Gorosabel y Aihen en las bandas y Pacheco en lugar de Zubeldia. En el centro del campo, lo más probable es que se arriesgue con Silva junto a Merino y Zubimendi. Y arriba, entrarán Kubo y Oyarzabal y habrá que ver si aguanta el gran Sorloth.
Según sus propias cuentas, el Almería se encuentra a un solo triunfo de los 42 que le darían la permanencia. Su triunfo ante el Mallorca le ha dejado en una situación más tranquilizadora, aunque se tenga que mantener en alerta, pero su gran final es ante el Valladolid este domingo, por lo que Rubi piensa hacer bastantes rotaciones esta tarde en Anoeta.