La Real Sociedad cayó eliminada este miércoles de la Copa del Rey, tras perder en el Camp Nou contra el Barcelona en los cuartos de final. El cuadro txuri-urdin sufrió durante el primer cuarto de hora ante el juego directo y profundo de una escuadra culé muy consciente de que había espacio a la espalda de la zaga visitante. Imanol Alguacil pudo ajustar a tiempo a los suyos para equilibrar la contienda, pero la expulsión de Brais Méndez terminó condicionando la segunda parte y resultó clave en el resultado final (1-0). Este es el análisis táctico del encuentro.

Punto de partida. Barcelona: 4-4-2 muy líquido y asimétrico, con Balde (lateral) y Dembélé (extremo) ocupando las bandas y Gavi moviéndose constantemente en primera línea de ataque. Real: Imanol mantiene el rombo, con Marín en el vértice izquierdo y Kubo en la mediapunta.

Punto de partida. Barcelona: 4-4-2 muy líquido y asimétrico, con Balde (lateral) y Dembélé (extremo) ocupando las bandas y Gavi moviéndose constantemente en primera línea de ataque. Real: Imanol mantiene el rombo, con Marín en el vértice izquierdo y Kubo en la mediapunta.

Los txuri-urdin, fieles a su idea habitual, quisieron presionar arriba. Condicionados por el peculiar sistema del rival, no pudieron hacerlo mediante la basculación del rombo (como en Vallecas por ejemplo), y apostaron por un entramado de emparejamientos al hombre bastante claros.

Los txuri-urdin, fieles a su idea habitual, quisieron presionar arriba. Condicionados por el peculiar sistema del rival, no pudieron hacerlo mediante la basculación del rombo (como en Vallecas por ejemplo), y apostaron por un entramado de emparejamientos al hombre bastante claros.

Aquí vemos esa pizarra trasladada a imagen real, en una acción en la que De Jong-Christensen habían permutado posición. También se aprecia en la captura, mediante la ubicación intermedia de Sorloth, Marín y Brais, cómo la Real daba prioridad a tapar el juego interior culé.

El Barça demostró tener muy trabajado este panorama, y con un gran Ter Stegen como principal lanzador, generó muchos problemas buscando la profundidad a la espalda de la zaga realista. Con buenos movimientos para vaciar la zona, Lewandowski-Gavi-Pedri-Dembélé alternaron amenaza.

Superada la 'tormenta' inicial con 0-0, la Real agradeció este ajuste. Mantuvo la altura del bloque. Oyarzabal dejó de salir a Christensen (libre) para vigilar a De Jong. Brais pudo así hundirse y emparejarse con Gavi. Zubeldia quedaba libre para controlar mejor los envíos largos.

Esa mejoría txuri-urdin en defensa, sin embargo, no pudo traducirse en un mayor caudal ofensivo, principalmente porque el Barça ejerció una muy buena presión. Para emparejarse con los realistas, Xavi eligió replicar el 4-4-2 en rombo, a la hora de apretar.

Esa mejoría txuri-urdin en defensa, sin embargo, no pudo traducirse en un mayor caudal ofensivo, principalmente porque el Barça ejerció una muy buena presión. Para emparejarse con los realistas, Xavi eligió replicar el 4-4-2 en rombo, a la hora de apretar.

Lo vemos aquí traducido a imagen real. Gavi gana altura para apretar a Zubeldia en posición de punta. Dembélé se mete dentro para emparejarse con Marín y completar el rombo desde su vértice derecho. Los laterales Balde-Koundé, pendientes de posible salto a Aritz-Rico.

La Real buscó explotar la 'vía Sorloth', tratando de aprovechar el espacio que el salto de Koundé dejaba a la espalda de este. Y lo cierto es que encontró al noruego en alguna ocasión, pero las vigilancias de Araujo fueron muy acertadas en líneas generales.

Lástima esa expulsión de Brais cuando parecía haber pasado lo peor, y que llevó a la Real a ordenarse tras el descanso con un peculiar dibujo 5-4, tapando la zona central y llevando al Barça a las bandas...

Y lástima también que, con los ataques posicionales culés bastante bien controlados así, un saque de banda a la altura del área de Ter Stegen, con varios realistas (hasta seis) en posiciones adelantadas, generara el único gol del partido.

El Barcelona estuvo hábil para poner rápido el balón en juego y propiciar en el ataque inmediatamente posterior un contexto del que ya apenas iba a disfrutar. La Real, decidida a no conceder espacio, se vio defendiendo con diez y a campo abierto. Balón profundo a Dembélé y gol.

El trabajo con ese 5-4 estaba siendo muy bueno, pero una jugada aislada respecto al panorama general de la segunda parte decantó una eliminatoria que decidió un Dembélé estelar. ¿Por qué sufrió tanto la Real para contenerle? Comentó Imanol, en referencia a la primera parte, que Diego Rico debía estar "mucho más basculado" hacia la banda. Y en esta imagen se aprecia: sin apenas amenaza en el ala de Balde, Aritz seguía tapando allí y la zaga, creo que condicionada por la posición del beasaindarra, dejaba 'libre' al francés.