Take Kubo y sus compañeros de la selección japonesa se medirán este lunes (16.00 horas) a Croacia en los octavos de final del Mundial de Catar. El equipo nipón se ha alzado con la primera plaza de un grupo muy complicado, dándose la paradoja, en lo que se refiere al futbolista de la Real Sociedad, de su curiosa participación: ha sido titular en dos de los tres partidos de la liguilla, pero solo ha acumulado durante la misma 90 minutos. Cuando ha jugado de inicio, le han relevado en el descanso. Y además quedó inédito en la derrota ante Costa Rica.

Mirando al asunto desde una óptica meramente txuri-urdin, la gestión que el técnico Hajime Moriyasu está completando con Kubo puede parecer extraña. Pero conviene subrayar, desde una perspectiva más general, que todas las decisiones que está tomando el seleccionador nipón destacan por su singularidad. El jueves ante España, sin ir más lejos, apostó por un esquema de tres centrales con Itakura (Monchengladbach), Yoshida (Schalke 04) y Taniguchi (Kawasaki) como titulares en el eje de la zaga, dejando en el banquillo a un defensa del líder de la Premier: Takehiro Tomiyasu (Arsenal).

Además, en la zona en la que se mueve el propio Kubo (extremo) están siendo suplentes dos jugadores que rinden a un gran nivel en la élite europea: Kaoru Mitoma (Brighton) y Ritsu Doan (Friburgo). Sobre el papel, visto lo visto durante el torneo hasta la fecha, el delantero de la Real no figuraría entre los favoritos en las quinielas para la alineación de este lunes, pero nunca se sabe estando Moriyasu de por medio.