Fernando Marín es una persona afable, abierta y encantadora. El exjugador del Logroñés, toda una leyenda en la ciudad donde le bautizaron cariñosamente como Zinedine Marín, se muestra orgulloso y feliz por la explosión de su hijo Pablo, además de reconocer que está disfrutando muchísimo con su aparición en el primer equipo txuri-urdin.

Creo que usted es una leyenda en Logroño...

Yo jugué en el Logroñés. Me considero muy querido la verdad. Al final era de casa y me lo han dado todo. Soy el único futbolista que ha jugado en las cuatro categorías con el Logroñés: Primera, Segunda, Segunda B y Tercera. Me tuve que ir a Badajoz. Descendimos con Boronat, que la verdad es que no lo pasó bien y me encantaría poder saludarle alguna vez en el campo. Fue un año complicado para él y luego no nos pagaron y descendimos dos categorías. Ese era el gran Logroñés que tanto se recuerda.

¿Pero coincidió con todos los buenos: Quique Setién, Sarabia...?

Sí, pero yo estaba en el juvenil y en el filial aún. Algún día entrenaba con ellos. No estaba ni a caballo aún. Esa época fue increíble. Con los uruguayos, Rubén Sosa, Cedrún, Abadía... Con Iván Campo coincidí en el filial. Tenía una fuerza brutal.

Se fue a Badajoz y cuando regresó ya era un Logroñés menor...

Ya estaba en Segunda B. Ahí ya nació Pablo, cuando volví de Badajoz, que estuve dos años. Eso no significa que no fuera al fútbol, estaba todo el día en la grada.

¿Cómo era en el campo?

Yo jugaba en banda derecha. Ahora estamos más o menos igual de estatura que Pablo. Yo jugué donde estaba él en juveniles, pero luego te van readaptando. Lotina sí que me puso en banda derecha, porque yo jugué con él en el filial. Y después ya cuando debuté me quedé ahí. No era mediapunta como tal, además el fútbol ha cambiado mucho, la metodología, el césped... Ahora todos los campos están espectaculares, cuando acababa yo empezaban a monitorizar a la gente y ahora en todos los sitios tienen el petito este con el chip... Entonces eso era la leche. Ahora está en todos lados. 

Creo que le llamaban Zinedine Marin.

En los últimos tiempos me quedé un poco sin pelo y la gente me quería mucho y con cariño me lo llamaran, no porque jugara de mediapunta, ya te digo que no. Era más cariñoso que otra cosa.

Y acabó en el Fútbol Sala.

Sí, porque tenía unos amigos y me metí ahí. Pero luego ya las rodillas... El juego es muy distinto, no tienes que parar de correr... Los amigos me calentaron y jugué un año. Era una liga de aquí de Logroño.

Cuando era pequeñito iba a ver los partidos, era muy sociable y se juntaba en todos los partidos con las charangas de Las Gaunas, muy típicas de siempre. Por eso le llamaban El niño del tambor.

Nos centramos en Pablo.

Yo jugué hasta 2007-2008. Hay una foto en la que está Pablo con un tambor y la camiseta del Logroñés. Cuando era pequeñito iba a ver los partidos, era muy sociable y se juntaba en todos los partidos con las charangas de Las Gaunas, muy típicas de siempre. Por eso le llamaban El niño del tambor. Iba a Las Gaunas pero era muy pequeño, tendrá tres o cuatro años, cinco, no más, porque yo ya me retiré. Él empezó a jugar en el cole, en el EDL de Logroño, donde a los niños en las extraescolares empiezas con el fútbol y al final él sigue ahí, empieza a jugar con niños mayores, sin competir, después a fútbol sala, de ahí pasa a infantiles, luego pasó a un centro de tecnificación de la Real que hay aquí con convenios y de vez en cuando iban a torneos como externos a la Ribera navarra, o a Vitoria... La Real va ahí y al final logramos que aquí viniera un taxi todos los viernes a Logroño, lo llevaba allí, dormía en Olarain y su madre y yo íbamos el sábado, lo veíamos jugar y lo traíamos de vuelta. El primer año estuvo aquí: estudiaba aquí y jugaba con su equipo, pero el segundo ya se fue para allá.

Imagino que tuvo que ser duro para sus padres.

Bueno... Le echas de menos, pero sabes que está bien. Había un chico que se llamaba Xabier Abascal. Recuerdo que el primer año, la Real, con Xabi, nos llevó a ver el instituto donde iba a estar. No es que lo llevas allí y lo dejas; te lo tutelan y aunque tú estés lejos, en el momento en que hay un problema está el chico este. Nosotros evidentemente podemos hablar con profesores, pero la tutela la llevaba él.

¿Y Pablo lo pasó mal?

Me acuerdo que nada más llegar el primer año le ponían a estudiar hora y media antes del entrenamiento y me decía que no tenía tiempo para nada. Los tienen organizados y muy tutelados. Ha estado muy bien cuidado. Después ha hecho buenas migas con la gente que ha estado allí y no creo que lo haya pasado mal; nosotros en el primer momento sí, pero como íbamos casi siempre y él venía mucho, siempre jugaba los sábados, íbamos, lo traíamos... No era algo de estar en Sevilla, estaba cerca.

¿Destacaba mucho?

Destacaba, jugaba con gente mayor. En fútbol sala siempre ha tenido fuerza y eso le ha ayudado. Lo que pasa es que nunca sabes. Llegas a la Real y estás en el sitio perfecto y guay, pero al final no piensas ni siquiera eso, ha sido todo muy rápido, pero lo que quieres es que esté bien, que mejore, que progrese y que esté a gusto. Y él estaba a gusto en todos los sentidos. Pero bueno, se da la oportunidad y mira.

Como padre futbolista, ¿ha sido de los que está muy encima?

A mí me gusta hablar con él, pero el fútbol ha cambiado también. Soy de naturalidad. Si le sale a él hablamos, pero tampoco es estar encima. No le corrijo, quiero dejarle, porque ahí tiene todo para que le corrijan. Igual le mandas un mensaje para motivarle, pero no por qué has hecho esta jugada. A mí me gustaría ver el fútbol con él, pero es que ahora está en el campo. Él también demanda hablar, pero que fluya, no estar encima. Creo que al final ellos ya saben cuándo han estado bien y cuándo no, aunque la gente te diga otra cosa, tienes en el corazón lo que sentías, eras consciente de cómo te ibas de un partido. Eso está dentro del futbolista.

El año pasado ya juega unos minutos con Xabi Alonso en el Sanse.

Jugó solo un partido en el campo del Leganés.

Este curso qué ha pasado, de repente ha nacido una estrella.

Todo junto. Seguramente si no hubiera habido bajas no estaría arriba. Ahora, por supuesto que puede estar en el filial. Ojalá se quede arriba entrenando y entre en dinámica, pero al final lo que ha pasado es estar en el lugar adecuado en el momento justo. Evidentemente está preparado, porque él ha progresado mucho. Logroño es muy distinto a aquello, aquello te hace mejorar sin querer, en el sentido en que me acuerdo de ver entrenamientos aquí y tenías medio campo y el equipo entre que los entrenadores habían salido de trabajar, preparar el entrenamiento, mientras hacían un ejercicio otros se estaban distraídos... Aquí tienen intensidad, forma de trabajar, disciplina, metodología... Con todos mis respetos a la gente de aquí, por supuesto.

Cuando saltó al campo en Valladolid, yo estaba arriba y decía 'es que está en todos lados', tocaba todos los balones. Fueron 15 minutos de decir, 'madre mía, qué intensidad'. Una pena que no marcara un gol, pero me hizo sentir orgulloso y feliz

¿Estuvo en la grada en su debut en Valladolid?

Yo no veo el gesto que habláis de Imanol, pero seguro que lo hace. Estás y puede suceder. El partido se pone para sacar delanteros e Imanol sabría lo que quería, pero... Cuando saltó al campo en Valladolid, yo estaba arriba y comentaba es que está en todos lados, tocaba todos los balones. Fueron 15 minutos de decir, madre mía, qué intensidad. Una pena que no marcara un gol,... Pero bueno. Al final en 15 minutos aportó mucho y eso te hace estar feliz y orgulloso. Después contra el Betis también.

¡Y contra todo un Manchester United!

La verdad es que lo disfrutamos muchísimo.

Esa noche Pablo se vino arriba e incluso alentó a la grada.

Además la gente entregada. Ahora vuelve otra vez para abajo y a mejorar, no le queda otra. Que no se lesione, que esté bien y que vaya aportando cosas y mejorando. Si te lesionas paras y si paras... al final, siempre que estés bien puedes estar. El filial también juega bien ¡eh!

Imanol va a ser clave en su carrera. Imagino que le caerán buenas broncas...

Él siempre habla de lo bueno. Te cuenta detalles suyos y ves alguna foto de los dos y son chulas. Tiene una saliendo del campo que le está abrazando, otra que está con el segundo... Ver eso está genial. Eso no significa que luego no le exija, a todos. Pero esas fotos te dan un plus de confianza.

Es que debuta en una Real europea con un nivel altísimo.

Yo he visto a gente llorar porque le mandaba un mensaje y él respondía. Decirme: es que me ha respondido. ¡Pero cómo no te va a responder! Al final igual tarda dos días, pero a alguno sé que les ha sacado una lágrima. En ese sentido es el de siempre. Pero no deja de estar ahí, ha subido muy rápido y ojalá que con las bajas se quede, aunque es complicado. Ojalá que sí.

¿Se pica con su hijo sobre quién es mejor jugador?

Es mejor que yo y eso es un orgullo total. Tú has podido estar en su lugar en un momento dado y sabes lo que has vivido y al final, es lo mismo, sabes lo que está disfrutando él y estás orgulloso. Ojalá pudiera seguir más tiempo allí, pero de momento, lo que ha vivido orgulloso y feliz con su felicidad. Tú escribiste que está cumpliendo tu sueño, porque es cierto que vives eso y no eres su padre. Imagínate si lo eres. Yo no tengo problemas en hablar, pero el protagonista es él, aunque todavía la Real no le permita hacer declaraciones.

¿Se le ha hecho muy de la Real?

Tiene la sangre como la tiene: blanca y azul. Puede tener cariño al Logroñés, a la gente que ha estado con él, pero al final no deja de vivir allí lo mejor que ha vivido en el fútbol y la Real engancha ¡eh! Anda que no ves autobuses allí saliendo a patadas desde Anoeta. Aquí nunca ha enganchado el Logroñés así, podía tener alguna peña en los pueblos, pero allí ahora mismo hay una identificación brutal con la Real en toda la provincia o incluso más.

Casi le toca en la Copa a los realistas el Arnedo, su pueblo natal.

Hubiese sido la leche en Arnedo. Mis padres son de allí y yo nací allí. Solíamos ir mucho cuando Pablo era pequeño. Una pena, no tocó... Pero la ilusión la teníamos.