Martín Zubimendi cumplirá cien partidos con la Real si juega en Cádiz. El centrocampista reconoce que todo ha pasado muy rápido: “Son dos temporadas y poco lo que llevo en el primer equipo. Muy contento por la confianza que me ha dado Imanol, por los partidos que me ha tocado jugar y es de darle valor porque la Real con lo exigente que está siendo estas temporadas y la posición que está obteniendo al final de ellas es de valorar los 100 partidos”.

El centrocampista reconoce que está viviendo un sueño: “Es verdad que ahora que estoy en la primera plantilla, ahora que he llegado, todo está siendo bonito. Desde que entré en la Real siendo pequeño no ha sido todo tan atractivo y por eso creo que hay que darle importancia. Hemos conseguido los objetivos los tres años que hemos estado, sobre todo el de entrar en Europa y de ahí queremos ir a más. Es verdad que la exigencia es máxima, sobre todo en la Liga, así que lucharemos por ello”.

La máxima que más vende Zubieta es el ser los mejores de lunes a viernes: “Creo que una de las claves de Imanol, de Zubieta y de la Real es el día a día. La exigencia día a día es máxima, mantiene a toda la plantilla enchufada y a la hora de hacer rotaciones y de que falte gente es clave para que salga el que salga pueda dar ese rendimiento que todos queremos”.

Creo que una de las claves de Imanol, de Zubieta y de la Real es el día a día: mantiene a toda la plantilla enchufada y a la hora de hacer rotaciones y de que falte gente es clave para que salga el que salga rinda”.

A la hora de escoger su momento preferido, se queda con Sevilla: “Estas temporadas ha habido momentos muy bonitos pero el que más destaca puede ser la final de la Copa del Rey, Es verdad que faltó lo de poder celebrarlo con nuestra gente por el Covid pero creo que igualmente fue muy especial. Es verdad que luego las tres temporadas nos hemos clasificado para ir a Europa pero me quedaría con este último que también pude meter gol, que no lo hago muchas veces, y pudimos celebrar la clasificación”.

Para un canterano, no hay nada cómo poder triunfar con el equipo que lleva en el corazón: “Es un orgullo. Al final siendo de aquí he vivido la Real desde siempre. Tuve la suerte de entrar joven, el objetivo era llegar a la primera plantilla. Cierto que es difícil pero según van pasando los años lo ves más cerca y ahora mismo estar día a día en Zubieta vistiendo estos colores es lo máximo que me podía pasar”.

La Real comienza la Liga con el objetivo de regresar a Europa por cuarto año consecutivo: “Creo que la exigencia es máxima en casa, los demás se han reforzado bien e intentaremos empezar con buen pie desde este fin de semana. Pediría regularidad que quizá en otros momentos nos ha faltado pero hemos sabido darle la vuelta y conseguir el objetivo final de Europa”.