La continuidad de Rafinha en la Real no está fácil

Para que el brasileño vuelva a vestir la txuri-urdin las tres partes tendrán que hacer un gran esfuerzo. Esta es la única fórmula que garantiza que regrese a Anoeta. El jugador ha estado encantado en Donostia, como ha manifestado en todas las entrevistas que ha hecho desde que llegó, y ha calado hondo en el vestuario, donde se ha sentido como uno más desde su primer día. Su deseo es continuar, ya que también ha encajado con rapidez en los planes de Imanol y le gusta el estilo txuri-urdin. Pero su ficha es muy alta, no hay que olvidar que ha jugado en el Barcelona, Inter de Milán y PSG y, como es lógico está dispuesto a rebajarse sus emolumentos, pero no a cualquier precio. El club parisino, que ha estado en boca de todos por lograr la renovación de Mbappé en unas cantidades estratosféricas, necesita recaudar dinero con varias ventas. Como es lógico, por mucho que a Rafinha le gustaría aclarar cuanto antes su futuro, su operación se encuentra en el vagón de cola de la rampa de salida. Tampoco se puede olvidar que acaba de cambiar de director deportivo y que todavía no tiene entrenador. Este periódico pudo confirmar ayer que, en principio, el PSG es consciente de que lo va a tener complicado para recaudar más de diez millones por la mayoría de los jugadores que se van a marchar como Rafinha, Draxler, Kurzawa... Para que recale en Anoeta no podrán descolgarse con un precio que, sumado al de la ficha, se convertiría casi en prohibitivo para la Real.

El club txuri-urdin ha manifestado con claridad que su intención desde el primer día que le presentó era convencerle para que siguiese más años. Y se puede decir que el primer paso lo ha conseguido. Ahora le toca el más complicado, lograr cerrar la incorporación de un futbolista con caché de Champions al que no le van a faltar ofertas...