Monreal y Januzaj no seguirán en la Real. Poca sorpresa. Los casos de ambos presentaban circunstancias que invitaban a pensar en sendas despedidas. Respecto al navarro, hablamos de una lesión y de una edad. En cuanto al belga, mientras, se trata de una personalidad especial y de un rol poco protagonista. Solo las partes implicadas en las negociaciones saben cuánto de cerca ha estado de renovar el de Bruselas: si en realidad ha faltado tan poco o si las filtraciones interesadas (lo son en el 99% de los casos) han generado en el entorno una falsa sensación de seguridad. Más allá de esto último, y analizando las cosas con cierta perspectiva, no creo que nadie pueda tirarse de los pelos por lo ayer comunicado respecto al propio Janu. Retrocedamos al verano de 2013.

primer contrato

David Moyes aterrizó entonces en el Manchester United, procedente del Everton. Inició la pretemporada. Y vio en la cantera del club a un habilidoso extremo de solo 18 años que le llamó la atención: Adnan Januzaj. El chaval debutó a las primeras de cambio, jugando unos minutos en la Community Shield (supercopa inglesa). Repitió, saliendo desde el banquillo, en las jornadas cuarta y sexta de liga. Y estrenó titularidad en la séptima, en el campo del Sunderland. Los red devils empezaron perdiendo, pero dos goles del belga en los minutos 61 y 62, partidazo incluido, significaron la victoria. Aquello bastó para que un tremendo foco alumbrara a Januzaj a ojos de todo el mundo: a ojos de las selecciones belga e inglesa, que pugnaron por reclutarle en temporada de Mundial; a ojos de clubes importantes en el mercado, que situaron al atacante en su radar; y a ojos del propio Manchester United, que revisó papeles y supo de un dato preocupante. ¡El contrato de su nueva perla Los directivos se apresuraron a acordar en tiempo récord, cuestión de días, una suculenta renovación hasta 2018. ¿Pero a cambio de qué sueldo? No me lo quiero ni imaginar.

segundo contrato

Janu adhirió su futuro al del United por espacio de cinco campañasJanu . Pero no le fue bien, tampoco durante negativas experiencias cedido en Borussia Dortmund y Sunderland. Así, solo terminaría completando cuatro de las temporadas pactadas, porque antes de iniciar la última firmó el segundo contrato profesional de su carrera, este con la Real. ¿A cambio de qué sueldo? Tampoco me lo quiero imaginar, aunque doy por hecho que hablamos de muchísimo dinero. El jugador llegó con galones a Anoeta, y con emolumentos que debían convertirle en discurso txuri-urdin, en el relevo de un tal Carlos Vela, en una referencia sin la que el equipo no pudiera concebirse. Un lustro después, echamos la vista atrás y podemos concluir que el belga, más que discurso, ha sido un recurso. Un recurso brillante y a menudo efectivo. Pero recurso al fin y al cabo. ¿Había que renovarle? Yo entiendo que sí, que tocaba intentarlo. Su continuidad habría sido de mi agrado. Pero siempre a precio de lo que ha significado: repito, un recurso. Deduzco que él ha pretendido seguir con el caché de discurso que traía en 2017, y así no podía ser. Durante cinco largos años, solo lo ha ejercido con regularidad a lo largo de apenas tres breves meses, entre el pasado noviembre y este febrero. Demasiado poco para merecerse un gran esfuerzo.

jugar lesionado

Perdiendo al belga, la Real deja de contar con un futbolista de excelsa calidad y cabeza poco asentada. El balance en cuanto a Monreal, mientras, es de otra naturaleza y nos obliga a centrar la atención en su rodilla. Lunes 1 de marzo de 2021. Nacho juega los 90 minutos en el empate (1-1) que el equipo arranca de Valdebebas ante el Real Madrid, y su articulación dice “basta” a solo cinco semanas de la final de Copa. No compite hasta entonces. A saber qué esfuerzos hace por poder jugar en La Cartuja. Pero lo consigue, renqueante. Llora tras la consecución del título, emocionado, aliviado, recompensado. Y cuatro días después es suplente en el derbi de la Liga, con Aihen rompiéndose en el minuto 30. Quedan nueve jornadas, hay que renovar el pasaporte europeo y la Real solo tiene un lateral izquierdo: él. “Es navarro, cabezón”, insiste Imanol durante las ruedas de prensa, mientras Monreal enlaza partidos sobre el verde con un vendaje que asusta. El 22 de mayo en El Sadar, su Sadar, celebra la clasificación continental con el equipo, un éxito que paga a precio de oro. Pasadas siete semanas, no podrá iniciar la pretemporada. Pasado todo el verano, tendrá que operarse. Pasado un año entero, aún no habrá podido volver a jugar. Puede que no lo haga nunca más.

nadie se borra

Gloria y honor para Monreal, a cuyo elogiable tesón tampoco vamos a dotar de carácter extraordinario en esta plantilla. Porque cuando hablamos de “la rodilla de Nacho” también podríamos hacerlo de “la espalda y el pie de Mikel”, del “pubis y la nariz de Igor” o del “tobillo de Aritz”. Aún hay más: como se encargó de destacar el míster tras el último partido, existen otros muchos casos de futbolistas que han forzado para poder jugar mermados, con molestias de diversa índole, y cuyas situaciones no han trascendido. Bien. Es un síntoma muy positivo que aquí no se quiera borrar nadie, sobre todo esperando lo que espera. A corto plazo, mucho descanso. Y a partir de agosto, meses de locos hasta noviembre, con partidos cada tres días y un único paréntesis internacional antes del Mundial de Catar. Se avecinan curvas. Pero la Real crece y cada vez se maneja mejor en estas reviradas carreteras. Que siga así. Sin dos buenos jugadores que dejan el club. Pero con otros que les relevarán. Ley de vida.