El Comité de Competición ha desestimado el recurso presentado por la Real por la amarilla que vio Diego Rico en la jugada del penalti que decidió el encuentro ante el Levante. En realidad, en el mismo sena del club había pocas esperanzas de que frutificasen las alegaciones sobre todo si se tiene en cuenta los antecedentes y lo corporativistas y protectores que son todos los que constituyen el estamento arbitral. El club txuri-urdin argumentó que "se deje sin efectos disciplinarios la acción del jugador en la existencia de error material manifiesto por cuanto en el acta se realiza una descripción de la acción sucedida que no se corresponde con lo acontecido. A tal fin, ofrece una versión de aquellos hechos distinta , según la cual, el jugador del equipo visitante no golpea al atacante local, sino que es este último quien choca con el brazo extendido del jugador amonestado'. El jugador txuri-urdin en ningún momento pudo ver al jugador rival, puesto que le sorprendió por la espalda, y tampoco hizo gesto alguno que conlleve la acción propia de golpear con su brazo. Su brazo ya estaba extendido antes de que existiese el contacto con el jugador levantinista".

La esperada versión del Comité es que "la descripción de los hechos que el arbitro refleja en el acta no resultan desvirtuados por las imágenes, que resultan compatibles con la versióndescrita en aquella y que determinaron su decisión de amonestar al jugador. No estamos, pues, en presencia de una prueba que acredite que "el relato o la apreciación del árbitro es imposible o claramente errónea" (vid.,entre otras, resolución TAD 39 de 4 de febrero de 2022). En definitiva, del examen de la prueba traída por el interesado al procedimiento se desprende que la acción en que participa el jugador sancionado resulta plenamente compatible con la descripción de los hechos que realiza el colegiado en el acta arbitral que no queda desvirtuada".

Su sentencia es que "por cuanto antecede, el Comité de Competición acuerda desestimar las alegaciones formuladas por la Real".