- Todo son elogios para Guinea Ecuatorial. ¿Cómo están?

-Muy bien, la verdad. Esto está siendo una sorpresa para todos, porque no nos lo esperábamos, pero llevamos años trabajando muy bien. Estamos muy contentos y muy ilusionados. Todo están siendo elogios. Somos una selección muy pequeña, un país muy pequeño. Nunca habíamos estado en octavos fuera de Guinea Ecuatorial y todo el mundo está muy feliz.

¿Cuál es la clave del éxito?

-La unidad. Siempre lo digo, no tenemos ningún crack, no tenemos a ningún jugador que marque la diferencia como lo pueden hacer los grandes, somos un grupo muy familiar. Llevamos muchos años juntos, incluso fuera del fútbol tenemos hermandad, nos llevamos muy bien y esa es la clave, la hermandad y la familia que tenemos.

El siguiente escollo es Mali, ¿cómo lo ve?

-Va a ser un partido muy difícil, porque Mali lo está haciendo muy bien. Todavía no ha perdido un partido y compiten muy bien. Tiene a gente física muy fuerte, pero vamos a seguir fieles a nuestro estilo, a tener el balón. Aquí nos llaman La rojita, en comparación con la selección de España, nos gusta tener el balón, hacerlo lo mejor posible, con la máxima ilusión. Lo vamos a dar todo y a intentar, una vez más, dar una alegría a Guinea Ecuatorial, a nuestro país y seguir hacia adelante haciendo historia.

Argelia llevaba 35 partidos sin perder...

-Hicimos historia. Fuimos capaces de ganarles, rompiendo ese récord. Fue un partido en el que merecimos ganar. Estamos muy felices por todo lo que estamos consiguiendo. Ya hemos conseguido el objetivo. Nosotros ya hemos logrado todo lo que teníamos que hacer y ahora nos toca soñar, darlo todo y ver hasta dónde podemos llegar.

¿Y hasta dónde puede llegar Guinea Ecuatorial?

-Nosotros, el único objetivo que teníamos era competir, dar una buena imagen y eso lo hemos conseguido. Además, nos hemos clasificado para octavos dentro de un grupo dificilísimo con Costa de Marfil, Argelia y Sierra Leona. Nuestro objetivo era ir paso a paso, partido a partido y, sobre todo, lo que te digo, ilusión, soñar y darlo todo. Ya veremos dónde nos lleva eso.

"Somos la reivindicación del talento africano". Son palabras de Juan Micha, seleccionador de Guinea Ecuatorial. ¿Está de acuerdo?

-Sí. Nadie esperaba que Guinea Ecuatorial hiciese lo que estamos haciendo, ni el fútbol que estamos jugando, bastante bueno, muy del estilo de España. Aquí todos los equipos africanos son muy físicos, todo es poderío físico, gente muy veloz. Nosotros estamos marcando la diferencia con el balón. Por eso el míster ha comentado esa cuestión.

¿Cómo está el fútbol en Guinea Ecuatorial?

-El fútbol cada vez está mejor, hay una Liga que cada vez es más competitiva. Está claro que hay que mejorar cosas y entre todos estamos aportando nuestro granito de arena para que se mejoren cosas y en eso estamos. Es una Liga que todavía no es profesional, pero está mejorando y creo que muy pronto se conseguirá ese profesionalismo deseado.

¿Hay opciones reales de eliminar a Mali?

-Claro que hay opciones. Hemos derrotado a Argelia. Tenemos opciones de derrotar a cualquier selección que esté en África. Es a un partido y pueden pasar muchas cosas. Nosotros lo vamos a dar todo. Claro que tenemos opciones. Casi derrotamos a Costa de Marfil. Mali es un equipo a respetar, un buen equipo, pero no creemos que sea mejor que nosotros.

Personalmente hablando, ¿cómo le va la vida a Emilio Nsue?

-Estuve en el Apoel de Chipre hasta junio, pero sufrí un problema familiar grave y decidí entrenarme en solitario y quedarme con la familia en Mallorca. He estado seis meses trabajando yo solo. No tengo el ritmo de partidos de mis compañeros, pero, dentro de lo malo, intento aportar mi granito de arena. Cada vez me siento mejor. Ahora seguramente firmaré por algún equipo; lo echo de menos. La última experiencia en Chipre fue muy positiva. Estaba en el mejor equipo de allí, en el Apoel. Gané dos ligas, pude jugar en Europa y la experiencia fue muy positiva para mi carrera.

A pesar de estar sin equipo, le han convocado para jugar una nueva edición de la Copa África. Eso significa que está muy bien considerado...

-Sí, a pesar de estar sin equipo, participé en los partidos de la selección antes de que comenzara la Copa África. Jugué seis partidos. Está claro, como he dicho antes, que no tengo el ritmo de partidos de mis compañeros. Me encuentro, dentro de lo que cabe, bien, pero está claro que no puedo estar como mis compañeros. Tengo muchísima ilusión, intento dar mi mejor versión. Creo que lo que he jugado, quitando dos ocasiones de gol que he fallado, más o menos he competido. Ahora estoy concentrado en hacerlo bien. Si me toca jugar, dar lo máximo que tenga, y si no, a animar a mis compañeros para que lo hagan y poder seguir haciendo historia.

¿Cómo está la afición?

-Maravillada y muy agradecida. Es la primera vez que fuera de Guinea, jugamos unos octavos y más con el grupo que teníamos, con potentes selecciones como Argelia o Costa de Marfil. La afición está más feliz que nunca, nos está apoyando muchísimo. Todos vamos de la mano, todos estamos haciendo historia y hay que seguir así, unidos y a ver hasta dónde podemos llegar.

Usted marcó el gol definitivo para que Guinea Ecuatorial se clasificara para la presente edición de la Copa África, ¿no?

-Sí, lo marqué en el minuto 91. Fui muy feliz, pero sobre todo por mis compañeros y por el país porque era la primera vez que, por méritos propios, nos clasificábamos para una Copa de África. Y, personalmente, porque el día de mañana siempre se recordará ese gol que metió a Guinea Ecuatorial en la Copa África. Me doy cuenta que la afición me tiene mucho cariño. Llevo once años jugando para ellos, intentando hacerlo lo mejor posible. Sí me tienen mucho cariño, pero no solo a mí, a todos mis compañeros también.

¿Sigue teniendo ilusión por seguir jugando a fútbol?

-Sí, la ilusión sigue siendo grande, aunque ya no es la misma de cuando tenía 19 años y estaba en la Real. Sigo teniendo ilusión, pero sí que es verdad que tengo pensado que mi carrera terminará en dos, tres años porque el cuerpo ya no rinde igual, mentalmente tienes otros problemas. Sigues ilusionado, pero no creo que alargue muchísimo más mi carrera.

Hablando de la Real Sociedad, ¿qué recuerdos tiene?

-De los mejores de mi carrera. Siempre lo digo. Allí pasé los mejores momentos en mi carrera futbolística. Quedamos campeones de Segunda, subimos a Primera, mantengo contacto de vez en cuando con algunos de mis compañeros. Fueron los mejores años por todo lo que viví, por la experiencia, por la afición, por la gente. Hoy es el día en el que los aficionados de la Real me siguen mandando mensajes. Tengo un gran recuerdo de la Real y ellos también lo tienen de mí. Es una aventura que siempre tendré en mi corazón y que nunca olvidaré. Pase lo que pase, eso no se va a olvidar. Ahora la Real está en un momento muy bueno, con jugadores importantes, pero en ese momento nosotros estábamos en Segunda y devolvimos a la Real a Primera División.

¿Sigue a la Real desde la distancia?

-Claro, la sigo por redes sociales. El año pasado ya hicieron un temporadón y este año van camino de repetir. La Real compite muy bien, juega muy bien, ficha muy buenos jugadores y tiene una gran afición, que anima mucho. Al final, eso tiene su recompensa y me alegro. Los apoyo muchísimo desde la distancia.

¿Le gustaría jugar en este Anoeta sin pistas?

-(Risas) Es un espectáculo, pero tengo que decir que nosotros también teníamos ambiente pese a las pistas de atletismo.

¿Qué recuerdos no olvidará de aquella época?

-Los momentos vividos con mis compañeros, que éramos una familia. Siempre quedábamos por la tarde, comíamos, merendábamos y cenábamos juntos. Y recuerdo cuando conseguimos el ascenso. Vaya fiesta. Viví momentos tan especiales que no los podría describir con una palabra. Fueron momentos muy felices.

Y mire dónde ha llegado su buen amigo Antoine Griezmann, al que usted acogió en su casa aquel año...

-Es un crack de talla mundial. Me alegro mucho. He hablado con él alguna vez. Estoy muy contento porque es un niño que se lo merece, ha trabajado muy duro.

¿Cuál es su idea una vez que decida colgar las botas?

-Mi familia está en Mallorca, pero no cierro las puertas a nada. Estaré vinculado al mundo del fútbol, a sacar jóvenes talentos, a ayudar a deportistas que lo necesiten. Me estaré moviendo, pero no tengo decidido dónde estaré y qué hacer. Entrenar, por ejemplo, me motiva muchísimo. Todo lo que sea ayudar a deportistas, a gente joven, aportar mi granito de arena, mi experiencia para que lo hagan lo mejor posible, para que hagan la vida del deportista y no se desvíen... Eso me hace muchísima ilusión. Creo que puedo ser un buen modelo a seguir para la gente joven de Guinea. Intentar dar los valores que a uno le han dado de joven, para que puedan llegar a ser deportista y si no, que estudien, que es lo más importante para un joven.

¿Echa la vista atrás y está contento con la carrera que ha desarrollado?

-Sí, estoy contento. He conseguido todos mis sueños en equipos bastante importantes. He estado en Segunda en España, he sido campeón, he estado en clubes como la Real, el Castellón, luego cinco años en Primera con el Mallorca. He jugado en Inglaterra, tanto en segunda como en la Premier, he estado en una Liga como la de Chipre, donde también salí campeón. Estuve en las categorías inferiores de España hasta la sub-21, luego en la selección de Guinea Ecuatorial once años. Estoy muy contento porque, en general, he tocado un poco de todo. Se podía haber hecho mejor, pero es lo que se ha dado y yo estoy muy contento.

¿Por qué ese salto de pasar de las categorías inferiores de España a decidir jugar con Guinea Ecuatorial?

-Porque en Guinea tengo familia por parte de mi padre. Son mis raíces y siempre mi padre me hablaba de la selección de Guinea y me entró la curiosidad.