- Sea cual sea la situación del equipo, todos los años surge la misma interrogante, a las puertas de enero y de su mercado invernal de fichajes. ¿Se reforzará la Real para la segunda mitad del curso? Queda mucho aún hasta que se cierre la ventana de traspasos y, como suele comentar Roberto Olabe, estos períodos siempre suponen, de inicio, un melón por abrir. El paso de los días, los acontecimientos que se vayan produciendo y las decisiones del club a este respecto determinarán si el equipo txuri-urdin concluye el presente curso con caras nuevas en su plantel. Pero, de antemano, el desembarco de más futbolistas se antoja complicado, si nos atenemos a los precedentes: el propio Olabe ha gestionado ya seis inviernos como máximo dirigente deportivo de la entidad, y en ellos solo ha fichado a dos jugadores.

Entre 2002 y 2005, durante su primera etapa en el cargo, el gasteiztarra estuvo al frente de las operaciones en los eneros de 2003, 2004 y 2005. En la primera de estas campañas, la del subcampeonato, poco había que mejorar, y no hubo refuerzos. Tampoco se contrató a ningún nuevo jugador un año después, cuando un plantel estelar pero algo descentrado por la disputa de la Champions se salvó del descenso con más pena que gloria. Y en cambio sí se produjeron movimientos en enero de 2005, cuando la salida de Mikel Arteta rumbo al Everton generó una necesidad en la medular. Aranburu y Mikel Alonso se erigieron en el doble pivote titular, pero el club buscó en el mercado un centrocampista de corte defensivo que aportara trabajo sucio en situaciones complicadas. El elegido fue el serbio Dragan Mladenovic (cedido por el Glasgow Rangers), quien solo disputó doce partidos como txuri-urdin antes de regresar a su club de origen. El Rangers le traspasaría directamente al Estrella Roja.

Una salida de carácter casi obligado (Arteta no había cuajado) llevó a Olabe a fichar en invierno de 2005. Y puede decirse que su segundo y último movimiento invernal tuvo, ya el pasado enero de 2021, una naturaleza similar. Tras no tocar la plantilla en 2019 ni en 2020, el director de fútbol gestionó hace apenas once meses la salida de Willian José. El brasileño llevaba un año descontento, tras su marcha fallida al Tottenham, y el club optó por prescindir de él vía cesión al Wolverhampton. Se generó así una vacante ocupada por Carlos Fernández. La Real pagó diez millones de euros por el delantero andaluz al Sevilla, segundo y último fichaje en enero de Roberto Olabe para la Real Sociedad.

Imanol trabaja actualmente con una plantilla de 25 jugadores. Pero la cifra encierra un matiz importante: Pacheco y Robert Navarro cuentan con ficha del Sanse, por lo que en realidad hay dos huecos libres. Los dorsales 17 y 25 están libres, y además el regreso tras lesión de Nacho Monreal y del propio Carlos Fernández no parecen cercanos en el tiempo. Así, si la Real optara por incorporar a algún nuevo futbolista, no encontraría impedimentos legales para hacerlo. No los hay ni en clave del cupo de fichas, ni en materia económica, pues Jokin Aperribay manifestó en verano que el club manejaba entonces "límite salarial de sobra".

En cualquier caso, se dan igualmente otras circunstancias que, sobre el papel, alejarían la llegada de nuevos futbolistas. Por un lado está la respuesta, siempre positiva, que han ofrecido los jugadores del Sanse cuando les ha llegado la oportunidad, compitiendo estos además en una categoría próxima a la élite como la Segunda División. Y por otra parte cabe destacar la positiva evolución en la enfermería txuri-urdin. Tras un otoño complicado en este sentido, con un pico de diez bajas en el partido del 26 de septiembre contra el Elche, solo los citados Nacho Monreal y Carlos Fernández se perdieron el último partido contra el Villarreal, situación que otorga a Imanol herramientas suficientes para encarar la competición.

La Real se abrió al mercado invernal de fichajes en enero de 1996, cuando incorporó al chileno Cheíto Ramírez, procedente del Colo-Colo. El de Ramírez fue el primero de los 30 futbolistas que se han incorporado a la Real mediada la campaña, existiendo casos de todos los colores si atendemos a los rendimientos deportivos de estos refuerzos. En el apartado de los casos negativos, la nómina de fichajes que no cuajaron viene integrada por Igor Cvitanovic, Demetradze, el citado Mladenovic, John Viáfara, Dalibor Stevanovic, Jesuli, Germán Herrera, Fran Mérida o Franck Songo'o.

Sin embargo, el mes de enero también ha aportado a la Real soluciones que han mejorado el equipo en el segundo tramo de las temporadas. En invierno llegaron al club futbolistas como Dimitri Khokhov, Edgaras Jankauskas, Julio César, Westerveld, Kovacevic, Mark González, Savio, Pep Martí o Miguel Ángel Moyá. El último caso, el de Carlos Fernández la pasada temporada, se ha visto marcado por las lesiones: el punta apenas ha podido competir, pero no lo ha hecho nada mal cuando ha intervenido.

JUGADOR (AÑO)PROC. COSTE

Julio César (01)Milan0,5

D. Mladenovic (05)G. Rangers0,25

Mark González (06)Liverpool0

John Viáfara (06)Portsmouth 0

Savio (07)Flamengo0,5

Jesuli (07)Sevilla0

Germán Herrera (07)Gremio PA0,15

Pep Martí (08)Sevilla0,3

Nacho (08)Getafe0

Víctor Casadesús (08)Mallorca0

Fran Mérida (08)Arsenal0

Franck Songo'o (10)Zaragoza0

(*) En negrita los jugadores incorporados por la Real en calidad de cedidos.

65

La Real se ha gastado 65 millones de euros en el mercado invernal, desde que en 1996 Cheíto Ramírez se incorporara a la disciplina txuri-urdin procedente del Colo-Colo chileno.

10

El fichaje invernal más costoso en la historia blanquiazul es el de Carlos Fernández el pasado enero. Llegó a la Real desde el Sevilla, previo pago de diez millones de euros por parte de la entidad guipuzcoana.

17,4

El invierno de mayor gasto, mientras, es el de enero de 2002, con Toshack en el banquillo y el equipo en una situación muy complicada, en la cola de la clasificación. El club invirtió 17,4 millones en Westerveld, Kovacevic y Nihat.