- Año y medio después, ha vuelto a ver a su familia en Australia. ¿Cómo ha vivido ese reencuentro?

-Con mucha ilusión. He visto a mi madre, a mi hermana, a mis abuelos, a mis primos, a mis amigos. Estoy muy contento por haberles visto. Ha sido mucho tiempo.

¿Ha sido complicado, personalmente hablando?

-Claro. Es la cosa más difícil de vivir esta vida, estar fuera de Australia y vivir tan lejos. Es el sacrificio que tengo que hacer, pero soy un afortunado por la vida que estoy viviendo. Yo no cambiaría ninguna de las decisiones que he tomado para mudarme a Europa. Cuando estaba jugando a fútbol allí, no pensaba en lo que el futuro me tenía preparado. Tenía ganas de hacerlo lo mejor que podía y ver dónde me llevaba el camino. En mi primer año como profesional allí, con 18 años, ya empecé a pensar en tener una carrera profesional en Europa. Todo el mundo sabe que las mejores ligas están en Europa y tenía claro que si seguía ese camino, algún día podía llegar. Me propuse darlo todo en el trabajo para lograr ese objetivo.

¿Por qué un australiano que viene de un país en el que el deporte rey es el rugby quiso jugar al soccer?

-Cuando era un niño yo jugaba a todos los deportes, pero siempre el fútbol ha sido el principal. Quizá porque mi madre pensaba que era un deporte menos peligroso que el rugby. Mis mejores amigos también jugaban a fútbol. Cuando tenía diez años jugaba al tenis y al fútbol, pero llegó un momento en el que tuve que elegir. Había fines de semana en los que tenía partidos de tenis y de fútbol y no podía estar en dos sitios a la vez. No me lo tomo bien cuando pierdo y menos cuando era más joven. Me costaba unos cuantos problemas con mi madre. En la pista, cuando perdía puntos, rompía las raquetas y tampoco teníamos mucho dinero. Mi madre estaba divorciada de mi padre y tenía tres trabajos para intentar apoyarnos a mi hermana y a mí. Al romper las raquetas, que eran bastante caras, me castigaban y esa era una dinámica mala. Tenía más amigos en el fútbol y eso fue lo que me influyó para elegir el fútbol al final.

¿Y por qué portero?

-Mi vecino era mi mejor amigo y su padre tenía experiencia en equipos de fútbol. Mi mejor amigo, que tenía cuatro hermanos, se fue a jugar a un equipo más grande. Los recogía su padre y se los llevaba a jugar. Todos eran delanteros y necesitaban un portero. Yo iba con ellos y me metía en la portería para ayudarles en los entrenamientos. He tenido la suerte de que los deportes que practicaba se me daban bien, era algo innato. Me puse de portero, lo hice bien y me gustó. En esa temporada, el portero que tenían se mudó con su familia. Faltaba uno y me preguntaron si me interesaba jugar. Tomé la decisión de probar. En el primer entrenamiento, el entrenador me preguntó que dónde estaban mis guantes. Pensé que no era la mejor contestación decirle que mi madre me iba a comprar guantes solo si me escogía para el equipo. Al final de ese entrenamiento me dijo que el puesto era mío y así se inició mi carrera como portero.

¿Ha tenido algún ídolo en el que se ha fijado?

-Sí. Iker Casillas. Sus características eran muy parecidas a las mías. En mi época, que yo era un niño, él era de los mejores del mundo, jugando para uno de los mejores equipos del mundo. Muchos entrenadores me dijeron que no servía porque era bajito y ver a alguien haciendo eso, con su altura, me daba esperanzas. Le veía logrando sus objetivos y jugando a ese nivel tan alto y yo quería hacer eso. Si él podía hacerlo, ¿por qué yo no?

¿Cómo lleva ser un ídolo en Australia?

-En Australia hay mucha pasión por el deporte. Depende de lo que esté de moda en ese momento. Si hay un Mundial de rugby o de fútbol o de criquet, la gente está apoyando. El fútbol también es popular allí. En Sídney creo que es el deporte más popular entre los niños que cualquier otro deporte, quizá porque no es tan agresivo como el rugby y los padres están más tranquilos por eso. Hay otros ídolos que son futbolistas como Mark Viduka, Tim Cahill, o Harry Kewell. Son muy conocidos y cuando hay una Copa del Mundo, toda Australia nos apoya. Llevo bastantes años jugando en Europa, representando a mi país y la gente por eso me conoce un poco más.

Hablando de la selección ¿cómo ve la clasificación para el Mundial?

-En este último parón los resultados han sido malos. En el fútbol no hay partidos fáciles y los otros países también luchan por clasificarse. Tenemos que hacer mejor las cosas durante los partidos para sacarlos adelante y ayudarnos a lograr el objetivo para clasificarnos para el Mundial. Todavía quedan cuatro partidos. Todo está en nuestras manos. Tenemos que aprender de este parón para en el siguiente hacer mejor las cosas. Tengo mucha confianza en nuestra plantilla que lo vamos a conseguir.

¿Se ve en Catar 2002?

-Sí, claro. Si no se cree, no lo vas a lograr. Tengo mucha confianza en el equipo. Hace poco hemos conseguido un récord histórico de victorias con Australia y hemos conseguido mucho como grupo. Hay momentos duros, rivales difíciles y esos son desafíos que tenemos que enfrentar.

¿Por qué habla tan bien castellano?

-Antes de llegar a Valencia tenía muchas ganas de aprender. En mi época en Bélgica mi mejor amigo del equipo era Víctor Vázquez, exjugador del Barcelona, pero tuvo una lesión grave en su rodilla y tuvo que retirarse. Forjamos una buena amistad. Tenía envidia cuando hablaba de sus experiencias en Barcelona y yo no le entendía. Cuando me firmó el Valencia, estaba convencido desde el principio que era el momento para aprender castellano y me apunté a clases. Iba dos veces por semana. Tenía pasión por aprender y lo conseguí. Di lo mejor de mí para conseguirlo lo más rápido posible. Es muy importante para poder comunicarte con tus compañeros. Soy un portero que me gustaría evitar ocasiones de gol si me puedo comunicar con mis compañeros.

Este domingo Real-Valencia, ¿Se trata de un partido especial para Ryan?

-Sí. Siempre se siente algo especial por los clubs en los que has estado. Estuve año y medio allí, aprendí mucho en esa época, una época dura, inestable. Creo que tuve cinco entrenadores incluyendo a Voro, pero es la vida. Lo que te da la vida, tienes que intentar superarlo. No es una opción rendirte. Tienes que superar los obstáculos que te pone la vida. Los momentos duros y difíciles es lo que te hace aprender, crecer y madurar en la vida. Es lo que quería hacer. Seguir aprendiendo e intentar mejorar todos los días. Para mí las ligas de Inglaterra, de Alemania y de España son las mejores del mundo, y yo tuve la oportunidad de jugar para un gran club como el Valencia, que tiene mucha historia. Estaba muy contento de tener esta oportunidad. Di todo de mí y la gente allí lo sabe.

¿Tiene buenos recuerdos de su pasado por Valencia? ¿Esperaba jugar más?

-Claro, todos los jugadores quieren jugar. Ahora soy más maduro que en mi época en el Valencia. Estaba más frustrado por no jugar y concentrado en cosas que no me ayudaban. Me preguntaba: ¿Por qué estoy aquí entrenando si no me sirve para nada si no estoy jugando? Pensaba que si no jugaba, no valía la pena estar ahí. Era mucha la frustración que sentía. Era una mala manera de enfrentarme a las cosas. No me ayudaba nada. Mi nivel en los partidos que jugué no fue malo. Soy mejor portero ahora que en Valencia porque he tenido más experiencias jugando en Inglaterra. Estoy con más confianza en mí mismo. En uno de mis primeros partidos allí, contra el Mónaco, en un partido de Champions, tiró Bernardo Silva e hice una gran parada. Fue mi mejor momento en el equipo.

¿Ese cambio de mentalidad le ha venido bien para afrontar la situación de ahora, en la que tampoco está jugando mucho?

-En el Brighton fui titular tres años y medio y me fui de allí al Arsenal, y llevo diez meses sin jugar sin frecuencia. Creo que mi manera de afrontar esta situación y mi actitud están sido buenas. Estoy intentando dar lo mejor de mí mismo en los entrenamientos, más que antes. Esto me ha ayudado para ofrecer el rendimiento que he tenido en los partidos que he jugado. Aunque no estoy jugando con mucha frecuencia, mi nivel es el mejor de mi carrera hasta ahora. El mérito está en cómo afronto los entrenamientos. Como he dicho antes, todos los jugadores quieren jugar todos los partidos. Pero en mi posición de portero es más difícil. Si me estoy quejando, no gano nada ni para mí mismo, y lo más importante, ni para el equipo. Solo voy a ser una mala influencia. El equipo está por encima de lo individual. Yo siempre pongo al equipo primero. Luego es un premio si yo puedo jugar también. Me hace daño todos los días cuando se ve la alineación y no veo mi nombre. Eso es un golpe que sufro todos los días, pero ese es el motivo por el que vengo a entrenar e intentar cambiar la mentalidad de Imanol. Es lo que estoy intentando hacer. Tengo que seguir entrenando y apoyando a Alex y Gaizka, con los que tengo una buena amistad. No vamos a ganar nada si estamos peleados. Me han apoyado a mí cuando he jugado y yo intento hacer lo mismo cuando juega él. Queda mucho este año todavía. Hay muchos partidos, muchas competiciones en las que estamos metidos. Nuestra mentalidad es pensar día a día. Queremos entrenar con una mentalidad muy buena, muy metidos, y a ver dónde nos lleva esto. No estamos pensando en nada más, solo en cada día.

“Si la situación continúa así, habrá que tomar una decisión”. Son declaraciones suyas en una entrevista concedida en ‘The Sydney Morning Herald’. ¿Está buscando una salida de la Real?

-Es pronto todavía. No lo sé. Tengo ganas de jugar. Tengo que pensar en la selección. Tendré más oportunidades si estoy jugando con frecuencia, pero si estás haciendo el trabajo en el campo lo demás no influye tanto. Me explico. De momento, mi nivel cuando me ha tocado jugar, ha sido bueno y sigo jugando partidos con la selección. No estoy contento con lo que he jugado hasta ahora. Pero eso no significa que vaya a causar problemas, pero al final de año ya veremos. Queda mucho y voy a seguir con la misma mentalidad. Voy a ayudar al equipo, voy a mantener la cabeza alta, y voy a demostrar lo que soy en el campo, compitiendo con mis compañeros. No estoy pensando en salir, queda mucho tiempo. La vida del futbolista puede cambiar muy rápido. Estoy entrenando a tope a un nivel muy bueno y me está ayudando para cuando salgan las oportunidades, estar preparado. Lo he demostrado. Pero eso es pasado. Si este domingo sale una oportunidad nueva yo tengo que estar preparado de nuevo.

¿Le haría especial ilusión jugar contra el Valencia?

-Sí, supongo que sí. Yo miro todos los partidos que juego como momentos especiales. Un poco quizá sí, porque es contra mi antiguo equipo, el Valencia, pero ahora soy de la Real. No siento nada más. Ahora estoy centrado en la Real, en sus objetivos.

Cuando decidió fichar por la Real, ¿esperaba que jugadas las primeras catorce jornadas de Liga estuvieran liderando la clasificación?

-Sí. Solo tienes que ver lo que ha hecho el club en los últimos años para ver que el proyecto es muy bueno. Además solo hace falta echar un vistazo a la plantilla para ver la calidad que tenemos. No me sorprende que vayamos así. Pero esto puede cambiar rápido y no estamos concentrados en eso. No vale nada estar nada en estas plazas en noviembre. Significa mucho más si estamos en mayo. Queda muchísimo. Queremos disfrutar de este proceso, ser profesionales en los entrenamientos, que sigamos sacrificándonos para intentar lograr nuestros objetivos este año y nada más.

¿Quién es el jugador que más le ha sorprendido?

-Es difícil elegir uno. Podría decir uno, pero lo más importante es la dinámica del equipo. Desde el primer día he sentido que esto es una familia pequeña, auténtica. Todos son muy humildes, se caen muy bien entre ellos y para mí, cuando un equipo tiene esa identidad, eso es lo más importante. No tiene ninguna duda de que tus compañeros cuando salen al terreno de juego van a dar la cara por ti. Son guerreros. Y para tener éxito, eso es lo más importante. El cuerpo técnico hace muy bien el gestionar este aspecto de equipo. Es el ingrediente más importante el equipo. ¿Futbolistas? Isak, Januzaj, Oyarzabal, Merino, Zubimendi, Elustondo, Le Normand... Son todos muy humildes, que lo dan todo todos los días y es por eso que tenemos una plantilla muy buena, con mucha calidad. Alguien les ha enseñado esta manera de ser y ellos lo han absorbido.

¿Ha tenido algún entrenador a lo largo de su carrera con el temperamento de Imanol Alguacil?

-Todos los entrenadores tienen algo diferente. Es uno de los entrenadores que presta más atención en los pequeños detalles que he tenido en mi carrera. Hay una frase: Siempre los detalles hacen la diferencia. Estoy muy de acuerdo con esta afirmación. Yo no tengo que decir lo que está haciendo. Lo que ha logrado con el club dice todo de Imanol. El éxito lo dice todo y ha tenido bastante como entrenador. Estoy muy a gusto. Tenemos mucho en común como personas. Ha sido muy fácil para mí entrar en el equipo porque ya tenía muchas características en común con el equipo y con lo que el club busca en un jugador. Estoy aquí pasándolo bastante bien, sin jugar todos los minutos que quiero, pero estoy bien.

¿Nota la confianza de Imanol a pesar de que no está jugando con regularidad?

-Era una duda que tenía. Me lo he preguntado varias veces. Pero si él hubiera tenido dudas sobre mí, no me hubiera puesto en los dos partidos que he jugado en Liga. No eran amistosos, no eran partidos menores, pero en lo que he visto, él no tiene ninguna duda sobre nadie. Está convencido, cuando hace una alineación, que los que salen están preparados para hacer el trabajo que él quiere. Un ejemplo. Cuando Oyarzabal se lesiono en el Z2, estaba gritando del isquio, diciendo palabrotas, Imanol seguía haciendo el entrenamiento, sin prestar atención que Mikel estaba lesionado. Obviamente, lo ha visto, pero esa es su forma de ser. Seguro que le sentó fatal lo de Mikel, pero las lesiones pasan en todos los equipos, él estaba pensando en la solución de Mikel. Dentro, estaba cuidándole y dándole ánimos, pero en el campo seguía trabajando. Eso da mucha confianza a los jugadores. Iba a perder tiempo si paraba el entrenamiento. Estaba muy metido. Es un ejemplo de cómo es como entrenador. Todo en esta vida es un desafío que tenemos que superar. Él gestiona las cosas de esa manera, pensando en nosotros. Nos trata como a la gente más importante del club. Está teniendo resultados su manera de funcionar.

¿Ha visto las paradas del partido ante el Celta? ¿Qué pensaba?

-Sí las he visto. Estaba viendo el resumen y pensaba ¿pero qué he hecho?

¿Alguna vez había hecho algo parecido?

-Se lo estaba comentando a un par de amigos. En mi primera temporada en Inglaterra hice en dos partidos una doble parada, pero contra el Celta fueron dos veces en un mismo partido. Fue una locura. Partidos así, noches así, no pasan siempre. Todo sale perfecto. Cuando pasa, lo tienes que disfrutar porque son cosas que no pasan mucho. Estaba contento, pero más por lo que te he contado antes. No estoy jugando con frecuencia, pero el mérito es cómo afronto todos los días los entrenamientos en Zubieta. Es lo que me ha ayudado para estar ahí en esos momentos para el equipo. Y, claro, muy contento por poder ayudar al equipo a sacar puntos. Los dos partidos que he jugado hemos ganado los dos y estoy muy contento por eso.

Habla mucho y muy bien de usted como persona la iniciativa de donar 500 euros por parada realizada para ayudar en los incendios en Australia...

-En esta época, el país estaba sufriendo y al ser alguien conocido, o al menos eso es lo que la gente dice, porque yo me considero una persona normal, si podía ayudar a nuestro país, yo quería hacer algo. Me encantan los animales y los koalas lo estaban pasando mal. Quería apoyar a mi país y quería donar dinero con mis paradas. Quise tener ese gesto con mi país. Yo jugaba con el Brighton y en un partido en casa, había dos niños que me dieron 20 libras cada uno para donarlo en Australia. Fue muy bonito.

¿Puede ganar la Real la Liga?

-En la vida todo el posible. Mira lo que hizo el Leicester. Pero no estamos pensando en esto, estamos pensando en el día a día y ver dónde nos lleva el camino. El tiempo decidirá.

¿Quién es su mejor amigo dentro del equipo?

-No tengo uno. Todos nos llevamos muy bien. Normalmente, en las cenas nos sentamos Janu, Sorloth, Isak y yo, la gente que habla en inglés. Todos, salvo Sorloth, hablamos castellano. Pero voy a decir a Zaldua, porque es mi compañero de golf. Él es socio de Basozabal y cuando la agenda nos deja, vamos hasta allí a jugar unos hoyos y lo pasamos bien.

“No estoy contento con lo que he jugado. Eso no significa que vaya a causar problemas, pero al final de año veremos”

“Voy a ayudar al equipo y voy a demostrar lo que soy en el campo. No estoy pensando en salir”

“Si Imanol hubiera tenido dudas sobre mí, no me hubiera puesto en los dos partidos que he jugado”

“Solo hace falta echar un vistazo a la plantilla para ver la calidad que tiene. No me sorprende que vayamos así”