Mathew Ryan ha hablado en ‘The Sydney Morning Herald’, un medio australiano, y lo ha hecho alzando la voz, mostrándose un tanto disconforme con la situación que le toca vivir en la Real, donde es suplente de Alex Remiro. Ni la grandiosa actuación realizada frente al Celta le ha servido para desbancar al guardameta de Cascante. "Obviamente, si esto continúa así, supongo que deberé analizar mis opciones en un momento determinado. Pero todavía queda mucho fútbol por jugar", ha confesado el portero australiano de la Real.

“Todo futbolista quiere jugar. Pero la realidad es que no siempre obtienes lo que quieres”, ha señalado Ryan, consciente de cuál es su labor: “Tienes que trabajar duro y ganártelo. Yo estoy tratando de mantenerme resistente, de seguir adelante. Ese es mi lema en la vida: 'Sea lo que sea que la vida te depare, debes seguir trabajando'. Agitar la bandera blanca y rendirse no es una opción ", ensalza el experimentado guardameta blanquiazul, que no huye de la realidad cuando aforma que “me duele no ver mi nombre en el equipo titular”. Eso sí, se lo toma como “una motivación para seguir trabajando". Aunque no siempre ha sido así, como le pasó en el Valencia: “En el pasado, cuando era más joven e inmaduro solía rendirme, pensando '¿para qué entrenar?'. Mirando hacia atrás, no creo que fuera el enfoque correcto".

Asegura Ryan estar “en la mejor forma de mi carrera”, algo que tribuye “a mi enfoque y compromiso con el entrenamiento, y eso me permitió, el día del partido (ante el Celta), sentirme listo y aprovechar al máximo mi oportunidad. Me lo he demostrado a mí mismo, no necesito jugar semana tras semana para mantener un alto nivel de juego". En cualquier caso, deja claro que su deseo pasa por jugar con regularidad: “De ninguna manera estoy contento con jugar un partido al mes. Pero, ¿qué puedo hacer aparte de salir al campo de entrenamiento e intentar influir en el entrenador para que cambie de opinión?", pregunta al periodista.

Ryan, pese a todo, muestra su felicidad por vivir en Donostia y reconoce que desde que llegó está recibiendo más visitas de las esperadas:“He tenido bastantes visitantes que han venido y se han aprovechado. No sé si es mi amistad lo que les gusta o simplemente el lugar donde vivo, que empiezan a venir con más frecuencia”, se resigna entre risas el portero de la Real.