Lesiones propias. Lesiones ajenas, del primer equipo, que le han afectado de forma directa. Convocatorias internacionales. Y problemas con el césped de Anoeta que han obligado a emigrar a Eibar. ¿Le podían suceder más cosas al recién ascendido Sanse en su vuelta a la Segunda División? Sí, y los 972 espectadores que se dieron cita este domingo en Ipurua pudieron comprobarlo de primera mano. En el segundo minuto de juego, el meta Zubiaurre llegó tarde a un balón dividido fuera del área y cometió falta sobre el jugador de la Ponferradina Agus Medina. El control, el pase o el disparo de este, fuera lo que fuera aquello, se había ido largo a más no poder. Pero el árbitro consideró la acción oportunidad manifiesta de gol y expulsó al portero.

Si tenemos en cuenta que el filial realista encaraba un partido completo en inferioridad y que enfrente estaba un equipo aspirante al liderato en caso de triunfo, deberíamos sorprendernos por el resultado final del encuentro: 1-1. Pero solo en teoría, claro, porque quienes conocen a este Sanse saben ya de qué pasta están hechos los potrillos, siempre incansables y competitivos. En ausencia del internacional sub-21 Ayesa, Alonso dio entrada a Marrero, portero del C. Sentó a Karrikaburu. Y convirtió el 3-5-2 que apuntó a dibujar de inicio en un ordenado 5-3-1 con el que los suyos lograron controlar al rival.

Los minutos pasaron sin sobresaltos en las áreas. Y cuando por fin se produjo uno, llegó en forma de agresión. Se le cruzó el cable al visitante Espiau, quien esperando un centro lateral propinó un puñetazo a Ezkurdia. Le dolió al lezoarra, pero bendita la inconsciencia del delantero rival, que introdujo el partido en una nueva dimensión en ese minuto 28. Diez contra diez, el Sanse pudo dedicarse también a atacar, y lo hizo con eficiencia y variedad. Salía por fuera a través de Aldasoro y Cristo cuando forzaba el salto a por Ezkurdia del extremo derecho de la Ponferradina (estructurada en un 4-2-3). Conectaba también por dentro aprovechando la superioridad numérica en la medular gracias a Magunazelaia. Y hacía daño con envíos largos y cruzados para los carrileros, Alkain y el propio Cristo Romero.

El partido estaba siendo controlado por los txuri-urdin cuando, en el minuto 53, un pase fallido de Olasagasti a una caída a banda de Lobete cogió al lateral malagueño ganando altura por el sector opuesto. La transición visitante fue perfecta, rápida y también algo afortunada, ya que el disparo de Ojeda golpeó en Arambarri para convertirse en el 0-1. Se ponía fea la cosa, pero Marrero salvó el segundo a disparo de Naranjo, Alkain empató gracias a un fenomenal zurdazo y Lobete tuvo luego el triunfo en sus botas y en su cabeza. Hasta que los cambios mejoraron a la Ponferradina de cara al cuarto de hora final, el Sanse hizo méritos para ganar.

Ficha técnica

REAL SOCIEDAD B Zubiaurre; Ezkurdia, Blasco, Arambarri, Cristo; Aldasoro (Sangalli, m. 88), Olasagasti, Alkain (Garrido, m. 78); Magunazelaia (Gabilondo, m. 88), Lobete, Karrikaburu (Marrero, m. 7).

PONFERRADINA Lucho García; Pujol, Copete, Amo (Antón, m. 65), Pascanu, Adot; Ojeda (Saverio m. 88), Medina, Erik Morán (Enrich, m. 73); Edu Espiau y Naranjo (Zalazar, m. 73).

GOLES 0-1, m. 53: Ojeda. 1-1, m. 71: Alkain.

ÁRBITRO Quintero González (Comité Andaluz). Expulsó a Zubiaurre con roja directa (m. 5) y también a Espiau (m. 28), ésta tras revisión del VAR.

INCIDENCIAS Partido jugado en Ipurua para preservar el césped de Anoeta. 972 espectadores.