- ¿Cuánto está disfrutando con la Real?

-Muchísimo, porque los resultados son muy buenos. No es el equipo encantador del año pasado, pero es un equipo que ahora mismo es mucho más rocoso, que no hace tantos fallos defensivos que castigaron mucho a la Real el año pasado y hace gol. Me está gustando mucho el equipo, pero es un partido trampa, muy peligroso. El Getafe tiene cero puntos, con una dinámica que no es muy buena, justo lo contrario que la de la Real. Pero aquí tiene que trabajar mucho el míster en motivar al equipo. Son partidos en los que es difícil entrar en ellos, porque piensas que eres superior, que ellos son débiles y lo puedes pagar. El Getafe tiene muy buenos jugadores y buen equipo. Lo que pasa es que la dinámica ha sido mala, se ha visto colista y apenas está marcando.

¿La del Getafe es una situación difícil de asimilar, no?

-Es muy complicado, sobre todo, salir de esa dinámica. El Getafe era un equipo hasta hace poco habituado a pelear por Europa, no por el descenso como está ahora. Creo que el Getafe se va a recuperar, porque tiene argumentos para ello. Tiene buenos jugadores, le crean pocas ocasiones de gol. Es el mismo equipo que había con Bordalás, con un plus en ataque.

¿Qué se les puede estar pasando por la cabeza a esos jugadores?

-En el Camp Nou, el Getafe jugó muy bien. Contra el Atlético de Madrid, hasta el minuto 75 que fue cuando expulsaron a Aleñá, jugó bastante bien. No merecieron perder, pero la dinámica y, sobre todo, cuando el equipo recibe un gol, se tambalea. Le entra el miedo a no perder y pierde. Esto es lo que le está pasando al Getafe. Justo lo contrario que la Real. La Real recibe pocos goles, menos el día del Camp Nou. Pero por lo demás el equipo es fiable en defensa y el equipo tiene calidad. He visto que se va a recuperar Isak, que es muy importante para nuestro ataque. A ver qué es lo que pasa. La Real es favorita, pero tiene que jugar con cabeza. No considerarse superior al Getafe, ni mucho menos, porque sería un error.

¿Qué es lo que más le gusta?

-Defensivamente, el equipo ha mejorado mucho. Me gusta mucho la pareja que forman Zubimendi y Merino. Merino es un jugador que me encanta. Además, ha tenido el mal gusto de coger el número ocho (risas). Me fastidia mucho la baja de Silva, que es otro jugador que puede darle muchas tardes de gloria al equipo. Oyarzabal sigue siendo el líder, el alma máter de la Real. Luego. Januzaj, que cuando quiere jugar es un muy buen jugador. Pero lo que pasa que es cuando quiere. Tiene una calidad brutal, hace con la pelota lo que quiere. Me gusta el equipo, que está muy bien armado. Tienen a Isak y a Sorloth, dos delanteros muy diferentes. Uno es tanque, más killer, y el otro es más velocista, pelotero. Es un equipo muy bien armado desde abajo hasta arriba. Luego, si ves el banquillo, el fondo de armario es muy bueno. Confío mucho en este equipo. Si no pasa nada extraño, la Real puede acabar entre los cuatro primeros. Te lo digo de corazón. Al Barça, por ejemplo, le veo en tierra de nadie. Es un equipo a la deriva.

¿Hay algún equipo que juegue mejor que la Real?

-Si no tenemos en cuenta el primer partido... En el Camp Nou el equipo no estuvo bien en la primera parte. Luego sí despertó, marcó dos goles, pero a mí en ese partido, me imagino que como a todo el mundo, la Real no me gustó mucho. A partir de ahí cambió la dinámica. Si ves aquel partido, piensas que el Barça va a ganar la Liga fácil, pero luego se cambiaron los roles. La dinámica de la Real es muy buena y la del Barça, mala.

Para un txuri-urdin como usted, ¿qué supone ver a la Real competir de esta manera en Europa?

-Orgullo. El equipo ha empezado a competir en Europa. El año pasado tuvo un accidente grave contra el Manchester United, que no es normal que te gane 4-0 sin hacer grandes cosas, solo aprovechando los fallos que tuvimos en el medio campo y defensa. El equipo compite bien, es un equipo poderoso. Lo demostró el año pasado frente al Nápoles, y este año frente a PSV y Mónaco. Yo confío mucho que la Real tanto en Europa como en la Liga, va a dar la talla.

Cesc ve a la Real como uno de los equipos favoritos para ganar la Europa League. ¿Está de acuerdo?

-Yo no la veo tan favorita. Es un muy buen equipo, muy a tener en cuenta, pero date cuenta de que luego caerán equipos de Champions a la Europa League. Esto es muy largo. Tienes que tener mucha suerte, la que tuvo el Villarreal el año pasado. Veo a la Real como un equipo muy difícil de batir, sobre todo a dos partidos. La balanza se iguala y la Real tiene argumentos para ganar a cualquiera. Lo digo desde el corazón.

Han pasado los años, pero la afición de la Real le sigue queriendo...

-Me alegro muchísimo. Me dieron un premio al extranjero más querido de la Real Sociedad, que para mí es un orgullo inmenso. Estoy muy feliz. Pasé tres años espectaculares. Salvo este año y el pasado, por circunstancias, no he pisado Donostia, pero soy un habitual, porque me gusta todo lo que significa San Sebastián.

Y qué me dice de Imanol Alguacil, compañero suyo en la Real y ahora uno de los artífices del éxito. ¿Le sorprende lo que está haciendo?

-Sí, lo he dicho siempre, desde que se sentó por primera vez en el banquillo. Imanol, en nuestro vestuario, era un tipo muy tranquilo, hablaba muy poco. Tenía, no sé si vergüenza, pero estaba tranquilito y mira ahora, su equipo hace un fútbol espectacular. Imanol nos ha sorprendido a todos, positivamente. Es un tío educado, que siempre da los buenos días, te saluda. A Imanol no le puedes reprochar nada, ni como persona, ni como entrenador. Puede tomar malas decisiones, porque así lo lee él y es el que conoce mejor que nadie a su plantilla, pero chapeau. Hay dos entrenadores, que fueron compañeros míos, que nunca pensé que iban a llegar a ser tan buenos. Primero Imanol y luego Emery, o al revés. Emery también era callado no, lo siguiente. Han cambiado mucho. El sufrimiento del banquillo les ha hecho cambiar. Yo he visto a mucho entrenador, y a alguno muy amigo mío que se han hecho entrenador, y que en dos años tenían el pelo blanco. Es difícil trabajar con 25 tiburones. Es un trabajo que aveces no se valora como se debería.

¿No le tira sentarse en el banquillo?

-Me he sacado el título y estoy orgulloso de ello, pero no me llama tanto ser entrenador. Yo soy un puñetero cachondo. Yo me iría con los jugadores a cenar. Y, por ejemplo, a mí me costaría mucho dejar a un David Silva en el banquillo aunque esté mal. No puedo, no me deja el corazón. Además es amiguete mío y le aprecio mucho. Y en el fútbol hay que tomar decisiones muchas veces.

Hablando de Merino, el otro día dijo Imanol que es "el mejor centrocampista de la Liga". ¿Qué opina?

-De largo. Ahora mismo en su puesto no hay un jugador como Mikel Merino. Y te lo voy a argumentar. Abarca campo, es técnico, tiene mucha llegada, sabe hacer una falta táctica... tiene condiciones para ser uno de los mejores jugadores de España en los próximos años, tanto en la Real como en la selección. Aquí sí que no tengo ninguna duda. Y es algo que dije desde hace dos años. Me encanta. Además de tener buen gusto para llevar el 8, lo tiene por la pelota, para jugar a fútbol. Encima es zurdo, la pega muy bien. Tiene que tener más confianza para golpear desde fuera del área. Creo que es el único pero que le pongo, porque tiene muy buen disparo, pero muchas veces la Real quiere ser tan sublime que quiere llegar hasta la línea de fondo o hasta la portería.