- Se han celebrado ya siete jornadas ligueras, y el Getafe de Míchel cuenta sus partidos por derrotas. Lo que empezó suponiendo una anécdota, por la escasez de encuentros disputados y por las buenas sensaciones que llegó a emitir el equipo, se ha convertido ya en un problema. Y es que, como suele suceder en estos casos, la ausencia de resultados ha terminado llevándose por delante todo lo bueno que hacían los azulones. Tampoco ha ayudado una plaga de bajas que ha afectado a jugadores importantes como Vitolo, el exrealista Sandro o Mauro Arambarri. La dinámica es mala y han surgido ya rumores sobre un posible relevo de Míchel.

El técnico se enfrentó ayer a una rueda de prensa monopolizada por su futuro, y en la que el propio entrenador del Getafe confirmó buenas noticias llegadas desde la enfermería. Ya llueve algo menos para él, toda vez que recupera al defensa Cabaco, al centrocampista Jankto y al propio Arambarri. También vuelve Aleñá tras cumplir sanción el domingo ante el Betis. Solo se perdería el partido de mañana Vitolo, aún en el dique seco.

Míchel arrancó la Liga empleando un claro 4-4-2. Cambió a 4-2-3-1 en Vallecas ante el Rayo, donde su Getafe naufragó. Y en los dos últimos encuentros ha empleado un sistema 5-3-2 que cambió durante el descanso en el Benito Villamarín, para jugar la segunda parte de nuevo con el 4-4-2 inicial. Mañana podría recurrir a él de nuevo, ante una Real para la que tuvo palabras de elogio. "Tienen un estilo muy definido. Es un trabajo de club que identifica el sello del equipo. La Real y el Villarreal son, para mí, quienes más proponen en ataque de la Liga".