La Real Sociedad se mide este jueves en Anoeta al Mónaco, en un partido de Europa League que los del Principado disputan víctimas de circunstancias pasadas. A menudo se utiliza la expresión "equipo de Champions" para ensalzar el nivel de una escuadra que juega en una competición inferior. El dicho, muchas veces exagerado, se acerca sin embargo a la realidad si viene referido al cuadro de Niko Kovac, cuya participación en el segundo torneo continental se debe a una cadena acontecimientos.

Terminó tercero la pasada liga francesa. Y así se clasificó directamente para la fase de grupos de la Liga de Campeones. Pero todo empezó a torcerse tres días después de la última jornada gala, en Gdansk (Polonia).

Allí se enfrentaban en la final de la Europa League 2020-21 el Manchester United y un Villarreal que había concluido séptimo su campeonato. No le correspondía una plaza de Champions. Pero sí la obtenía si conseguía el título, arrebatando así la plaza del tercero de la liga francesa.

En un principio, los ingleses eran favoritos ante el submarino amarillo, por lo que el rival este jueves de la Real miraba al partido con cierta confianza. No obstante, la actuación del exportero txuri-urdin Rulli relegaría al Mónaco a jugar las previas veraniegas de la propia Champions. En la primera, el equipo del Principado apeó al Sparta de Praga. Pero en la segunda cayó en la prórroga ante el Shakhtar Donetsk, después de ser infinitamente superior en el partido de vuelta (1-2 en 90 minutos) y disponer de ocasiones para sentenciar la eliminatoria. La terminó perdiendo y cayó así a la Europa League.