Beñat Turrientes se convirtió el domingo en el enésimo potrillo que debuta esta temporada con el primer equipo, dejando muy buenas sensaciones en su estreno. Reconoce estar “muy contento” por el debut, aunque también por la victoria del equipo y por el trabajo del grupo. También asegura estar “muy contento” por ver “lleno” Anoeta, algo que le supone “un orgullo”. Para Turrientes, “debutar con una victoria con la afición, me pone muy contento”. Ha querido agradecer Alguacil “por haber confiado en mí”, y a todos los compañeros porque “me lo han hecho más fácil”, Asimismo, el beasaindarra se acordó de su familia, y de su aita, que “estará muy orgulloso de mí”. A partir de ahora, “hay que seguir trabajando y a aprovechar más oportunidades”.

Para Turrientes, Mikel Merino es “como un profesor”. Cuando entrena con el primer equipo “lo primero que hago es fijarme en él, en las cosas que hace”. En su opinión, “lo que tengo que hacer es aprender de él. Lleva demostrando estos años qué jugador es, lo tiene todo, físico, hacia adelante juega muy bien, mete goles y defendiendo, ayuda al equipo”. Su deseo es “tener muchos éxitos juntos con la Real”.

Imanol le pidió que estuviera “tranquilo y que lo hiciese como lo estaba haciendo estos años. Y con la confianza de todos los compañeros que me iban a ayudar, hacer lo mejor posible”. Admite que “hicimos todos un muy buen partido y conseguimos una buena victoria”.

A Turrientes le gusta jugar más de interior que de pivote porque “me permite llegar más al área y a mí me gusta llegar y, defensivamente, el interior ayuda bastante al equipo”. Aunque eso sí, “me amoldo a todo y a lo que me pida e míster”. Lo que tabien tiene muy claro pese al debut es que “yo soy jugador del Sanse”. Es consciente de que las bajas le han abierto las puertas de primer equipo y que “cuando vuelva, bajare al Sanse”. Agradece la oportunidad a Imanol y solo le queda “seguir trabajando”.