¿Cómo va la pretemporada?

-Hemos empezado bien, acumulando cargas. Estoy muy contento, veo bien al equipo. Es verdad que faltan algunos porque están con la selección. De momento, todo va bien. Hoy tenemos el primer partido y a ver si vamos cogiendo ritmo y acumulando minutos.

¿Qué tal con Ryan?

-Es muy majo. Está a mi lado en el vestuario y ya hemos hablado un poco. Es un chaval abierto, que incluso ya hace bromas. En la Real estamos mucha gente de casa y lo hemos aceptado muy bien, como a todos.

La Real sigue de moda, con Isak y Oyarzabal brillando en la Eurocopa y ahora con tres realistas en los Juegos Olímpicos. ¿Qué opinión le merece?

-El año pasado fue muy bueno y se ve el nivel que hay en la Real, jugadores jóvenes que estamos haciendo muy bien las cosas y todo lo bueno que nos está pasando es un fiel reflejo de la realidad.

Ya ha pasado el tiempo, pero ¿el vestuario sigue pensando en todo lo que vivió en el pasado ejercicio con el título de Copa, con el quinto puesto o, por el contrario, ha quedado en el pasado?

-Es verdad que te acuerdas, pero ahora mismo no somos conscientes de lo que hicimos. Al final el fútbol es día a día y temporada a temporada y eso lo tenemos como olvidado. En el futuro ya tendremos más tiempo para pensar en lo que conseguimos. Fueron muchos años sin un título y conseguirlo fue increíble y quedará para la historia.

¿Qué significó en lo personal ganar un título con la Real?

-Fue un sueño cumplido. Han sido muchos años en la Real y conseguir eso, después de tanto trabajo y tanto sacrifico, es un orgullo.

Ha sido llegar al primer equipo y título...

-Fue una temporada muy rara por el tema del covid. Llegamos a semifinales con el Mirandés y luego la final no se jugó. Tuvimos esa suerte de poder jugarla con la Real y ganar la Copa. Tanto yo como Martín (Merquelanz), Sagnan y Carlos Fernández tuvimos esa suerte. Creo que nosotros también hicimos méritos para haber llegado a la final porque con el Mirandés llegamos a semifinales haciendo un brillante torneo. Pero mira, tuvimos esa suerte de poder jugarla con la Real.

¿Qué no olvidará nunca de ese día?

-Las caras de alegría que teníamos todos después de conseguir el título. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero sobre todo el tiempo que estuve jodido de la rodilla. Después de estar tanto tiempo incapacitado, a los dos años conseguir un título es algo muy grande.

La verdad es que no pintaba muy bien aquella lesión...

-La verdad es que no. Pero le dimos la vuelta trabajando día a día y, sobre todo, mentalmente siendo fuerte y consistente, perseverante en el trabajo y no bajar los brazos, porque si lo haces, estás hundido.

¿Se temió lo peor?

-Sí. Se me pasó por la cabeza dejar el fútbol. Eran momentos en los que no veía avances. Tienes que ser mentalmente fuerte, pero no todos los días estás fuerte. Siempre tienes altibajos.

El hecho de verse ahora en el primer equipo, teniendo su cuota de protagonismo reafirma que el esfuerzo mereció la pena, ¿no?

-Sí. Siempre lo he dicho. Que me ha venido hasta bien pasar por eso. Al final aprendes muchas cosas, das más valor a lo que tienes y a lo que haces.

¿Es muy diferente el Jon Guridi de ese momento al Jon Guridi actual?

-Sí. Soy más fuerte mentalmente, valoro más lo que hago cada día. Cuando estaba jodido iba sin ganas, cabizbajo. Ahora voy con otra alegría, con una sonrisa. Aprovecho más los entrenamientos.

La nueva temporada está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo afronta este año?

-Estoy más tranquilo que el año pasado. Venía del Mirandés. Sentía más presión o yo me presionaba más. Pero este año me siento más tranquilo, más asentado. Como digo siempre, a aprovechar los minutos que tenga, a dar lo mejor y aprovechar los entrenamientos.

¿El hecho de cuajar tan buena temporada en el Mirandés jugó en su contra el año pasado?

-No creo. Me metía más presión por el hecho de que cuando subí al primer equipo no tuve esa continuidad necesaria por la lesión de rodilla que sufrí. Empecé con el Sanse, me fui al Mirandés y no estuve con el primer equipo. Estuve muy poco tiempo.

Ahora con contrato hasta 2024. ¿Eso le da tranquilidad o no?

-Sí. El contrato siempre te da esa tranquilidad necesaria. Tengo hasta 2024, tres años más, y por esa parte estoy muy tranquilo.

Mucho se ha hablado de su renovación. ¿Cómo fue el proceso?

-Yo no he estado nervioso. Se ha alargado quizá más de la cuenta en llegar a un acuerdo, pero estaba tranquilo, estaba centrado en acabar bien la temporada, y luego en el verano, decidir. Nervioso no estaba.

¿Por qué se ha tardado tanto?

-A final todo el mundo quiere jugar. Sé que aquí hay mucha competencia. Solo hay que echar un vistazo a los futbolistas que juegan en mi puesto para darse cuenta de ello. Tengo 26 años y, como todos, quiere tener minutos, quiero tener protagonismo. Por nada más.

Y a pesar de tener toda esa competencia, ha acabado renovando por la Real...

-Está difícil jugar. Merino y Zubimendi, por ejemplo, están jugando con España. Illarramendi está recuperado, Guevara... Los que salen siempre lo hacen bien. Hay un gran nivel. El año pasado tuve mis momentos buenos, en los que aproveché los minutos. En otros igual no tanto, pero bueno, este año la idea es la misma, aprovechar los minutos que me dé el míster y plena confianza en mí.

Hubo un momento de la temporada pasada en la que Guridi desapareció. ¿Dejó de jugar porque no renovaba su contrato?

-No es verdad. Pienso que era una decisión técnica. Nada más. Yo, por esa parte, estaba tranquilo. Sabía que no era por cuestión de renovación.

¿Le dio alguna explicación Imanol que por qué no jugaba?

-No hablamos de eso. Él es el que decide qué once sacar y en ese momento si hay otro que pueda dar más al equipo, debería jugar. Fue así.

También se dijo que no renovaba porque el Athletic estaba detrás. ¿Es cierto?

-No. A mí personalmente no me ha llegado nada.

¿Que se hablara tanto de su renovación le llegó a molestar?

-No. Yo estaba tranquilo.

¿Que la afición le reclamara en esos momentos en los que Imanol decidió no contar con usted significó algo para Jon Guridi?

-Que la gente hable bien de ti es satisfactorio. Es buena señal de que estaría haciendo bien las cosas. Estaba contento.

¿Esperaba haber jugado más el año pasado?

-Si te digo la verdad, a principio de temporada, no me esperaba jugar tantos minutos, pero luego sí que es verdad que igual sí que me esperaba jugar algo más.

¿Se esperaba el buen rendimiento que ha ofrecido en determinados partidos en los que los elogios fueron muchos?

-Sí. Siempre entreno bien, muy centrado. Soy un jugador muy correcto, que hace las cosas bien. Serio y currante. Siempre he confiado en mis cualidades para tener continuidad en la Real. Quizá antes no confiaba tanto en mí, pero, hoy por hoy, tengo confianza plena en mí. Y así voy a intentar demostrarlo.

Después de un año tan exitoso, ¿cree que la presión puede afectar el grupo ante la exigencia que va a existir?

-Eso no nos va a afectar. El aficionado y nosotros mismos queremos igualar eso, incluso mejorarlo. Es factible mejorar el rendimiento del año pasado, pero costará lo suyo. Será difícil conseguir lo que conseguimos el año pasado, pero creo que el equipo tiene margen de mejora. A ver si este año conseguimos algo más. ¿Estar entre los cuatro primeros? Es factible. Estará muy complicado, como todos los años, pero es factible.

El año pasado, canterano que salía, canterano que se salía...

-Es un orgullo. Imanol nos conoce a todos. Lleva mucho tiempo en el filial. Él te da esa confianza y no me sorprende que lo hiciéramos tan bien. Imanol es muy exigente, en el día a día te aprieta mucho, pero en los partidos se nota esa exigencia y mejora al equipo.

Si el año pasado la Real hizo lo que hizo sin público, este año con la Grada Aitor Zabaleta animando a tope, ¿hasta dónde pueden llegar?

-Hemos echado mucho de menos a los aficionados. Se hace raro jugar sin público. Me he acostumbrado a todo, pero el fútbol sin público no es lo mismo. Ojalá se acabe esto y empiece a entrar público. Es un ambiente espectacular. El único partido que he jugado con público en Anoeta fue con el Mirandés y había un ambientazo, los pelos de punta.