- La muerte de Dalian Atkinson ya tiene culpable. Y este no es otro que Benjamin Monk, declarado culpable de homicidio involuntario por la justicia británica. Se trata del policía que detuvo al exjugador de la Real Sociedad en agosto de 2016 y al que aplicó una descarga eléctrica con una pistola Taser durante 33 segundos a las puertas del domicilio de su padre, en Telford, propinándole asimismo varias patadas en la cabeza que terminaron causándole la muerte una hora después por un paro cardíaco camino del hospital.

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El jurado del Tribunal de la Corona de Birmingham declaró a Monk inocente por unanimidad del cargo de asesinato por el que estaba acusado, pero culpable de homicidio involuntario. El policía afirmó durante el juicio que actuó en legítima defensa al temer por su vida y por la de su compañera porque Atkinson, en su opinión, estaba sufriendo un ataque de demencia, profería amenazas de muerte y rompió el cristal de una puerta, lo que le llevó a usar primero una pistola paralizante y luego, tras quedarse sin cartuchos Taser, a propinarle varias patadas en el hombro cuando el exjugador trataba de levantarse. E l oficial afirmó no recordar haber puesto el pie sobre la cabeza de Atkinson.

Los fiscales, sin embargo, dijeron que Monk usó la pistola paralizante contra el exjugador de la Real durante 33 segundos, seis veces más de lo normal, y que la bota del policía golpeó hasta en dos ocasiones la cabeza de Atkinson, dejando la huella de sus cordones en la cara del añorado exjugador de la Real.